Solo tal vez... Parte 1

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Emiliano leía aquella carta de su abuelo donde le relataba que dejaría Argentina para poder mudarse junto con Lionel a México, avisándole que lo iría a visitar y querer saber de un poco de su vida tras unos barrotes y lo único que pudo hacer es soltar un largo suspiro mientras arrugaba aquel papel restándole importancia. Todo este tiempo encerrado lo había cambiado tan solo un poco, viviendo en silencio y perdido en sus pensamientos, meditando en algunas cosas para sí mismo – Me sorprende que estén juntos, supuse que lo odiarías... − expresó algo burlón pero inquieto.

Quería ocultar su molestia un poco.

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Guillermo estaba nervioso pero ansioso por la sorpresa que Messi quería mostrarle, por más que deseaba adivinar nada en su mente llegaba así que soltó un suspiro y cubrió sus ojos apenas llegaron a un estacionamiento desconocido sin saber que en algunos metros iniciaba una pequeña ceremonia donde el gran gobernador del estado explicaba un poco acerca de la nueva empresa española que brindaría nuevos empleos a los yucatecos y demás cosas de políticos. Paco Memo se dejó guiar un poco hasta que se detuvo abruptamente – Mira, mira... − dijo el argentino entre risas.

Ochoa quedó boquiabierto al ver aquel mismo restaurante donde figuraba nada más y nada menos que amigo Mauricio junto con su pareja, inaugurándolo que solo imitaba como todos aplaudían mientras Gavira simplemente de burlaba y unas pequeñas entrevistas después fue la señal de ir a tomar asiento junto con su pareja y el pequeño ratoncito que tenía como mal tercio – No mames pulga, no me esperaba todo eso ¡Mauricio no me dijo nada! –

– De eso se trataba boludo, aproveche que estaría aquí... para poder ampliar mi negocio –

Algunas horas después decidieron terminar aquel evento y caminar un poco mientras platicaba con Gavira acerca de su amigo que para mala suerte no vendría en algunos meses por el trabajo en aumento entristeciéndolo un poco cosa que no pasó desapercibido por ambos omegas y prefirieron ir de regreso a la casa para poder descansar o al menos eso quiso Pablo, pero los golpeteos de cierta habitación lo torturaban – ¡Gilipollas de mierda! – expresó bajito pero enojado ante aquel descaro – Comiendo pan frente a los pobres... – Y Harry entró a la habitación para hacerle compañía.

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Otra carta para Emiliano y aunque no quería abrirla su curiosidad fue mucho más grande así que leer unos recortes de periódicos donde su hermanastro estaba en el mismo país que él e inaugurando un restaurante le hizo reír un poco incrédulo. Con ello podría confirmar su teoría así que no pudo evitar pensar en Guillermo ¿Cómo estaría? Ansiaba ver al adulto ¿Seguiría con esos bonitos rizos? Algunas veces maldecía aquel día donde regresó a la escena para eliminar todo, pero hoy no se arrepentía de su pecado ¿O tal vez sí? Prefirió seguir leyendo la carta donde su querido abuelo le anunció su llegada en un par de semanas – Mmm... lo último que deseo... es verlo – comentó enojado.

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El abuelo de Messi llegó a México donde al fin pudo conocer a la pareja de su pequeño y vaya que no esperaba que Guillermo fuera un alfa respetable después de todo lo que había pasado sumando el hecho de Emiliano – Lionel me comentó que deseaba vivir usted solo ¿Esta seguro? Puede quedarse con nosotros, será un placer para mí... – Maradona sonrió feliz al notar una verdadera sinceridad en esas palabras, pero se negó con el argumento que debían tener su propia intimidad sobre todo durante las noches provocando una risa en el alfa y un gritó por parte del omega – En este caso me tomé la molestia de ubicarlo cerca de nosotros, será vecino de mis padres... en mi antiguo departamento, lo mandé arreglar para usted, no aceptaré un no –

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