Extra: No cargarás el pecado de tu padre, jamás

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"Creo que las cicatrices mentales son las más tristes de todas, porque nadie las verá y a nadie le importará. Cosas que me he preguntado mil veces: ¿Soy yo el problema?¿Hay algo malo en mí? ¿Alguna vez seré suficiente? " - Alone and lost.

"Todo lo que deseo para ti es libertad, olvidar todo ese pasado, olvidar aquel pecado cariño. Quiero cuidar de tu sonrisa hasta el fin de mis días ¿Tengo que confesarte mis errores? ¿O mejor ocultarlos por siempre? Todo lo que necesito es libertad, así tu cordura durará ¿Estoy buscando libertad? ¿Con base a las mentiras que he creado para ti? Entonces jamás debes saber de mis pecados ¡O estarías atrapado en el infierno! Y tú no lo mereces cariño, mereces el cielo mismo... Perdón por la vida que te estoy dando mi dulce Vidal"

Vidal despertó a mitad de la noche al soñar nuevamente con aquella noche, donde su padre entre lágrimas le pedía disculpas por hacerle dejar nuevamente a sus "amigos" cosa que realmente nunca le importo, pero descubrió parte de un secreto, jamás preguntó por ello y prefirió grabarse esa disculpa, aunque la curiosidad era grande ¿Algún día lo sabría? Algunas veces deseaba tanto acercarse a sus tíos para saber acerca de su padre ya que son años no bastaron, la mayoría de esos años ni siquiera recuerda del todo a Emiliano

Pero, aunque Paulo Dybala comentara que no era un tabú su existencia... al parecer el nombre de su padre si lo era e inclusive podía jurar que estaba prohibido mencionarlo y una vez intentó preguntarle a su querido tío Guillermo, pero notó como el brillo de sus ojos se apagaron por un instante y odio ser el causante, así que jamás preguntaría por él ni siquiera investigaría para evitar romperle el corazón a que amado tío, aunque eso le causara un pequeño vacío dentro de él.

¿Guillermo y Messi conocerían a su otro padre biológico? Era otra pregunta que tenía, pero la respuesta estaba igual perdida en algún cajón junto con las memorias de su querido padre.

Le encantaba caminar bajo la lluvia cuando estaba solo y no le importaba que su tío le regañara por esa acción, era el lugar perfecto para esconder sus lágrimas ante la ausencia de sus figuras paternas pero tampoco se atrevía a realizar miles de preguntas solo para no incomodar a su familia que lo había acogido como suyo, su primo Mateo por más que le preguntara cual era el dolor de su corazón jamás obtenía una verdadera respuesta, solo mentiras blancas que fingía creer para hacerle tratar de olvidar lo que sea que tuviera.

Admite que estaba feliz de conocer a su nuevo primo Francisco que era el vivo retrato de su tío Guillermo y conformé crecía notaba los rizos rebeldes, así que en sus momentos de debilidad jugaba con ellos para solo tranquilizar su corazón y ocultar su aflicción tras una imagen tierna para los adultos que lo rodeaban hasta que a la edad de diez años en una de las tantas visitas de su tío Robert, este se acercó al notar como estaba sentado bajo la oscuridad de la sala perdido en sus pensamientos − ¿Todo bien, Tigger? – Preguntó Robert mientras se acercaba al sofá donde estaba el menor provocando que saltara un poco por el susto.

Vidal solo volteó un poco la cabeza para mirar al adulto que, aunque estaba todo a oscuras, el color de esos ojos se hacía presentes a mitad de la oscuridad como dos faroles que guiaban el alma de los desesperados – Ahora entiendo por qué mi tío le encanta ver tanto tus ojos, suelen calmar los miedos – Robert se quedó en silencio ante aquellas palabras.

¿En verdad estaba hablando con un niño de diez años? Tenía las mismas expresiones que su padre, el mismo tono de piel, compartían el mismo gusto por el corte de pelo e inclusive se notaba como aquel cuerpo empezaba a desarrollarse poco a poco y la estatura no era la de un chico promedio de su edad – No entiendo tus palabras... − Se limitó a responderle mientras tomaba asiento a su lado sin perder de vista aquella sonrisa divertida que tenía Vidal.

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