Kaimós.

917 125 68
                                    

¡Bienvenidos al segundo arco!

— × —

La cama era... Suya, ¿Cierto?, Entonces no pasaba nada si se acostaba ¿Verdad?

Su Alfa le había dicho que era su cama, entonces no había problema.

Se sentó en la cama sin mover las sábanas y se recargó en la cabecera sin apartar la mirada de la puerta.

Olfateo un poco, y no logro percibir nada, así que, estaba seguro.

Juntó sus rodillas y se envolvió a si mismo en un abrazo mientras recargaba su cabeza en sus brazos, sin perder la puerta de vista.

Tenía que vigilarla.

Tenía que estar despierto para cuando Muzan llegue, porque él se molestaba si lo encontraba dormido.

Tenía que estar a disposición de su Alfa siempre. Entonces, solo miro la puerta de manera ansiosa.

Su vista se nubló. Pero no sabía porqué.

Solo sintió húmedas sus mejillas, y después gotas de agua bajar desde sus ojos, mojando la manga de su traje.

¿Estaba llorando? ¿Por qué estaba llorando?

No estaba triste, estaba feliz. El debía estar feliz. Era su día especial.

«...Y por último, pero mucho más importante: Sonría»

Una pequeña sonrisa se mostró en sus labios mientras su mirada seguía fija en la puerta. Después, se desvío por simple intuición hacía el suelo.

Sucio.

El suelo estaba sucio.

Charcos de vómito y jugo de putrefacción estaban esparcidos por todo el suelo.

Una comezón indescriptible empezó a invadir su cuerpo.

Necesitaba limpiar.

Necesitaba limpiar.

Necesitaba limpiar.

Necesitaba limpiar.

Sus manos se dirigieron a su traje y lo apretó con sus manos intentando calmar el impulso de levantarse de la cama.

Necesitaba quedarse en el colchón.

Muzan se enojaba si no estaba en el colchón.

Pero Muzan también se enojaba si la habitación estaba sucia.

Un olor nauseabundo inundó su nariz y arcadas salieron de su garganta mientras intentaba calmar su respiración.

«... Y ni se le ocurra vomitar»

Sus ojos se cerraron con fuerza mientras sentía que sus tripas saldrían expulsadas de su estómago.

Debía aguantar.

Debía ser fuerte.

Prometió ser más fuerte.

Si no era más fuerte, no podría salvarlo.

¿A quién?

Los temblores de su cuerpo empezaron mientras sentía picazón en su piel. ¿A quién debía salvar? ¿Por qué debía ser fuerte?

Su respiración descontrolada empezó a resonar en toda la habitación y empezó a quitarse el saco de manera desesperada.

Necesitaba limpiar.

Muzan iba a lastimarlo si no limpiaba.

Tanteo el saco con sus manos magulladas para lograr estirarlo, pero algo cayó frente a él.

"THE MURDER OF ME." |⚠ +18| Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora