"THE MURDER OF ME." |⚠ +18| Omegaverse.

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Eran aproximadamente las dos de la madrugada. Ahora Akaza estaba en su oficina. Mientras veía su laptop reiniciandose, pensó en todo lo que había ocurrido ese mismo día. Más específicamente en Daki. Cuando Gyutaro llegó a su casa en la mañana y lo primero que hizo fue gritarle sobre como pudo haber dejado que su hermana se fuera sola. Su amigo estaba tan alterado que lo agredió físicamente.

Al inicio no sintió preocupación, sabía que no era la primera vez que Daki se iba a un antro o a algún otro lugar tarde y sin avisar. Sin embargo, se sintió plenamente inquieto cuando —despues de lo ocurrido en la cocina con Kyojuro — empezó a llamar a los conocidos de la chica, buscando algo que pueda ser útil. Aizetsu, se sorprendió al recibir la llamada preguntando si Daki se encontraba con él, y lo negó. Pasó lo mismo con Enmu.

La inquietud escaló cuando se enteró que el coche de la Omega había sido encontrado en la base de la subida hacia su casa. Estaba empapado de lodo por doquier por culpa de los canales de barro gracias a la lluvia. Entonces, ahora sabiendo que la mujer nunca había subido al auto no hizo más que preocupar a todos. Ese mismo día todos los conocidos de los Warabihime se habían enterado de lo ocurrido y rápidamente empezó a una búsqueda. Gyutaro invirtió dinero en equipos de búsqueda privados; por la tarde él junto con Kyojuro —el cuál no quería ir— y varios conocidos más empezaron a buscar en toda la montaña de la mansión. Sabían que Daki no había salido del bosque por su auto, además era imposible que se fuera caminando a algún lugar después de bajar. Se busco en toda la montaña sin encontrar nada. Rastrearon el celular, el cuál se mostraba como muerto.

Cuando creyeron que porfin darían con ella, no lo hicieron. En su lugar, encontraron su móvil roto hundido entre un profundo canal de barro semi húmedo. Entonces, todos lo entendieron.

El objetivo ya no era buscar y encontrar a Daki; sino su cadáver.

Ahora el equipo de búsqueda ya no se centro en buscar en la superficie de la montaña, sino bajo los canales formados por la lluvia; grandes máquinas excavadoras empezaron a hacer huecos en la tierra con el propósito de encontrarla, personas calificadas para rescates fueron contratadas para meterse en los canales, pero por ser altamente peligrosos gracias a la nula visión que se tenía entre ellos o a la presión de la tierra compactando los pulmones, era prácticamente imposible meterse. Cuando la lluvia empezó, no hizo más que alertar a todos, puesto que los canales pronto se volverían líquidos y el lodo arrastraría todo lo que hubiera dentro de el. Sin embargo, casi como si Dios quisiera ayudar, facilito las cosas para los equipos de excavación.

Pronto, entre toda la mezcla de fango y lodo se logró poner un equipo de succión especial para intentar vaciar los canales en medida de lo posible, logrando así; descubrir una parte de carne blanca entre el canal.

Desvío su mirada a la puerta de su oficina creyendo escuchar un ruido. Sin embargo al no encontrar nada, se dió a la tarea de tomar la taza de café que estaba a su lado y tomar un sorbo. Debía mantenerse despierto, en la mañana sería la reunión de las Lunas superiores y tendría que leer bien el contrato que propusieron los Römanji. Si bien había tenido todo el día para hacerlo, dejó sus responsabilidades de lado —otra vez— por Kyojuro. De nuevo, miró a su laptop y soltó un enorme suspiro. Abrió el archivo en donde venía el contrato a digital y empezó a leerlo, puesto que no quería abrir el sobre en donde venía el original.

Entonces, mientras esperaba a que todas las hojas del archivo cargaran de manera correcta, siguió divagando entre su mente.

Después de que la pierna de Daki quedará al descubierto, no supo cómo reaccionar; escuchó murmullos, quejidos, sollozos. No tardaron mucho en sacarlo. Al inicio todos pensaron que la causa de muerte sería por ahogamiento, gracias a que pudo haberse resbalado de dónde estaba caminando y caer en el canal. El lodo no la hubiera dejado respirar, y al ser espeso y pesado, la habría hundido con rapidez mientras aplastaba sus pulmones.