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Tic, tac, tic, tac.

Eran la una de la madrugada, y él seguía en su consultorio mientras escribía en su block de notas todo lo que observó en aquella plática con Kyojuro.

Si bien tubo más pacientes el resto del día, él único que definitivamente le dejo pensando bastante fue la sesión con el rubio.

Tic, tac, tic, tac.

Llevó su lápiz a su boca y acomodó mejor sus lentes. No los necesitaba, pero los usaba para descansar su vista.

Tic, tac, tic, tac.

Gruño un poco, estaba estresado.

Dos horas de sesión.

Dos horas en donde Kyojuro ni siquiera tuvo la intensión de hablar. Lo miraba fijamente, y se quedaba estático en su lugar mientras parecía tener la mirada perdida en la nada pero a la vez en él. De vez en cuando Kyojuro se frotaba en el lugar en donde estaba mientras ronroneaba; y olfateaba constantemente el ambiente.

Cómo... Si buscará algo, pero, ¿Qué?, O más bien, ¿A quién? ¿Conocía a alguno de sus demás pacientes?, ¿Tenía algún lazo con alguno de ellos?, ¿Estaba buscando a Akaza? ¿Qué?

Soltó un suspiro.

Tic, tac, tic, tac.

Muchas cosas le inquietaron en la sesión.

No solo el hecho de que se quedaba estático, sino que lo miraba fijamente como si en algún momento fuera a atacarlo. De vez en cuando desviaba la mirada a los lados, de nuevo, como si buscará algo. También se frotaba contra el sofá aterciopelado al mismo tiempo que lo olfateaba y ronroneaba.

Cuando el rubio miró hacia el estante de peluches que tenía arriba, pensó que sería buena idea darle un peluche, no solo para hacer sentir más tranquilo al Omega, sino también para crear un pequeño lazo de confianza.

Eso no fue lo raro.

Tic, tac, tic, tac.

Lo raro fue que cuando se le acercó con el peluche con intención de dárselo, toda la atención del rubio fue a él , no al peluche; cuando se lo ofreció Kyojuro lo ignoro totalmente, y casi inmediato sus pupilas se dilataron, y literalmente empezó a olfatearlo, después de oler específicamente su pecho empezó a ronronear y frotarse contra él.

¿Por qué?

No tenía sentido, nunca se había relacionado con el rubio, ¿Por qué parecía reconocerlo?

Tic, tac, tic, tac.

Él se quedó sin saber si quiera que decir o como reaccionar; solamente se quedó estático con el peluche en manos mientras Kyojuro literalmente parecía insinuarsele.

Lo olfateaba, ronroneaba, empezó a soltar un aroma dulce, y parecía excesivamente emocionado mientras que su mirada cambiaba de una muerta a una... Distinta, una mirada que fácilmente podría decir «Tomame»

Tic, tac, tic, tac.

Después de eso, pasaron unos minutos hasta que Kyojuro regreso a la "normalidad", y empezó a olfatear de nuevo en busca de quién sabe qué. Al parecer, al no encontrar de nuevo el aroma, volvió como al inicio.

Asustadiso, tímido, desconfíado, muerto.

Tic, tac, tic, tac.

Y volvió a tomar asiento en su lugar, ignorando totalmente el peluche de tigre que le había sido ofrecido.

No hubo ni una sola interacción después de eso. Kyojuro le miraba fijamente sin responder ni una sola de sus preguntas, sin responder tampoco absolutamente nada de si, y sin darle ni una sola información que le pueda ser útil.

"THE MURDER OF ME." |⚠ +18| Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora