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Solo por curiosidad, ¿Cómo conocieron esta historia?, ¿Qué les llamo la atención para empezar a leerla?

— × —

Ambas miradas se cruzaron con un hilo de tensión entre ellos.

Akaza empezó a sentirse sumamente nervioso e inquieto. Si, no tenía problema con que Kyojuro le observará, pero definitivamente nunca iba a acostumbrarse a la mirada muerta e inexpresiva que siempre tenía.

Solo había una emoción en esos ojos desde que lo conoció.

El miedo.

Y la nada misma.

Recordó las veces en las que el rubio lo miraba con pánico como si fuera a hacerle daño. Pero también recuerda las veces que despertaba en la madrugada por sentirse observado.

Aún era difícil.

Las voces de la serie animada aún sonaba de fondo, y ellos en ningún momento dejaron de mirarse.

Con un nudo en la garganta, habló.

— Yo... No sabía que... Dios... — Dijo, y pasó sus dedos por su cabello rosado — No pensé que...

Desvío la mirada un segundo, y en ese segundo, Kyojuro sorbio de su zumo, y regreso la mirada al televisor.

Pero Akaza aún se sentía inquieto.

La caricatura seguía sonando, y el rubio parecía tener toda su atención en ella al mismo tiempo que bebía de su jugo.

Pero algo no estaba bien.

Y la inquietud seguía en su cerebro.

Desvío la mirada al televisor, y, con desconfianza, empezó a ver el monitor en donde la secuencia de dibujos animados seguían haciendo bromas entre ellos, y al parecer, luchar contra un monstruo.

Pasaron al menos cinco capitulos hasta que decidió volver a hablar.

— ¿Quieres regresar?, ¿Quieres irte de aquí? Puedo... Dejarte ir. Solo, debes pedírmelo y lo haré.

Kyojuro ni siquiera volteo a verlo.

— ¿Quieres que llame a la policía?, Pueden... Venir por ti, y meterte a programas de rehabilitación, ellos... Son tus alumnos, ¿No?, Están haciendo todo esto por ti, te... Extrañan.

Pero, por más que Akaza se sintiera ciertamente culpable y quisiera ayudar, el Omega no entendía de que estaba hablando.

El rubio se encogió un poco su lugar. Si, aquel chico se parecía parecía a él, pero no era él.

Él estaba ahí porque quería.

Nunca había sido profesor.

Nunca había visto a esas personas.

Nunca había tenido familia.

«Alla afuera nadie se preocupa por usted. Porque simple y sencillamente usted nunca ha salido de aquí»

«Yo soy lo único que usted tiene»

«Deberia estar agradecido»

La única familia que tenía, era su señor Muzan-sama.

Y lo quería más a qué nada en el mundo.

Las minutos pasaron con la televisión encendida, Akaza le había traído otro zumo, y eventualmente, sintió sus párpados pesar de una manera exagerada. De una manera que 'nunca' había experimentado antes.

Mientras tanto, Akaza pudo sentirse más tranquilo al darse cuenta que las pastillas para dormir habían surtido efecto.

Ahora era turno del Alfa observar al Omega.

"THE MURDER OF ME." |⚠ +18| Omegaverse.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora