Emma.
El resto de la semana pasa rápido, cada día antes de atender al primer paciente, Christopher se tomaba un momento para ir a mi consultorio a saludarme con un tierno beso y en las tardes, después del trabajo me acercaba a mi edifico, a veces se quedaba haciéndome compañía durante un rato, mientras hablamos y nos vamos conociendo más. En pocos días ha logrado que me encariñe con él y me acostumbre a sus muestras de afecto, siempre, antes de irse, me abraza y deja mi ropa impregnada con el olor de su perfume.
Huele tan bien.
...
Sábado.
Hoy salí temprano al minimarket, que está cruzando la calle, a comprar todos los ingredientes que usaré para preparar los postres que le prometí a Chris, haré blondies, galletas de pasta seca y unos pretzels de azúcar y canela.
...
Una vez que lo tengo todo horneado, espero un rato para reposar el calor que recibí, luego me baño, visto y maquillo, quedamos que me pasaría buscando a las 4 pm, así que debo estar lista antes, no me gusta hacer esperar a la gente. Cuando termino de arreglarme, me dirijo a la cocina para guardar todo en contenedores. Un rato después escucho, que tocan la puerta y voy hasta allá para abrirla.
—Hola, bonita —me sonríe y se acerca para darme un efímero beso y envolverme entre sus fuertes brazos.
—Hola guapo —rodeo su cuello con mis brazos.
—¿Estas lista? —pregunta.
—Sí, te estaba esperando —suelto, mientras me dirijo a la cocina.
Cuando se da cuenta que me acerco con el bolso, me lo pide para llevarlo él, bajamos en el ascensor y al llegar al auto me abre la puerta, luego se dirige a la suya, y emprendemos el viaje. Al llegar, tiendo una manta que guarde en el bolso, y nos sentamos uno frente al otro, luego, saco todo lo que preparé.
—¡Vaya! Sí que te gusta la repostería —señala.
—Yo no miento Chris —respondo y sonríe.
Comenzamos a comer y su cara me demuestra lo mucho que le gusta, todo lo que prueba
—Se te da bien esto —apunta —. Todo está delicioso —en eso, se acerca un señor, vendiendo accesorios artesanales —. Escoge la que te guste —señalo una pulsera con detalles verdes, como el color de sus ojos, la paga y me ayuda a ponérmela, luego me dice: —. Buena elección.
—¡Gracias por el regalo! —le dedico una sonrisa.
Cuando terminamos de comer todo lo que traje, Christopher se dirige a un puesto de bebidas cercano, y llega con 2 gaseosas.
—Se nos va a disparar la glicemia —se ríe. Me habla sobre un viaje, que hará su padre pronto y dice que se quedará a cargo durante ese tiempo —. Pero eso no significa que te vaya a descuidar ¿eh? —me asegura.
—¿Y... puedo subir a hacerte compañía de vez en cuando? —pregunto con un poco de vergüenza.
—Pero claro que sí, preciosa —se emociona —, eso me encantaría —sonríe mostrando sus perfecta dentadura —. Por cierto, Emma —lo miro —, me gustaría que conozcas a mis padres, cuando regresen de su viaje —me dice sin titubeos —. ¿Qué te parece?
Ay Dios.
Ok, cálmate, eso es bueno, significa que va en serio ¿no?
—¿Eso significa que quieres formalizar? —inquiero. Se acerca más a mí para tomarme las manos.
—Bueno... tenía pensado preguntártelo, la próxima vez que te invitara a cenar, pero supongo que no todo sale como lo planeas —me mira a los ojos con cariño —. Me gustas mucho Emma, desde el día que te vi en el cafetín, esos ojos color café me atraparon —me sorprendo —, me acerqué a ti, porque quería conocerte mejor, y todo lo que he descubierto me atrae más —joder —, no quiero luchar contra esto que siento cada vez que estoy contigo —trago saliva —. ¿Te gustaría ser mi novia? —me pregunta con un brillo, que nunca había visto en sus ojos.
—¡Si, Chris! —me lanzo encima de él en un abrazo, sujetándolo por el cuello y cae de espalda sobre la manta conmigo sobre él, los 2 reímos. Me incorporo un poco mientras lo veo, y le acaricio la mejilla para inclinarme a darle un beso. Luego nos sentamos, y seguimos hablando.
Un rato después nos vamos y Christopher estaciona afuera de mi edifico y sube conmigo, nos sentamos en el sofá a hablar.
Mentira.
Nos quedamos en el sofá desgastándonos los labios, es tan tierno a la hora de besar, nunca pensé que tendría un novio así de dulce, me besa apasionadamente atrayéndome de la cintura y me subo a horcajadas encima suyo, el ambiente se siente cada vez más caliente, no nos despegamos hasta que comienza a sonar su teléfono y aunque no quiere atender, le digo que puede ser importante, y en efecto, es su padre, diciéndole que necesita que vaya a la Mansión Hunt cuanto antes.
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Amor Inesperado
RomanceChristopher es un joven adinerado, que luego de una traición por parte, de quién fue su novia por 3 años, decide marcharse a Londres para culminar sus estudios de medicina. 8 años después, regresa a su ciudad natal, especializado en cirugía pediátri...