Emma.
Antes de irme al apartamento de Chris, paso buscando más ropa por el mío, allá tengo algunas, pero como cada vez son más días los que me quedo con él, decidí llevar más, es extraño devolverme sola, últimamente íbamos los 2, espero que haya resuelto lo que tenía pendiente. Cuando llego a su apartamento, lo encuentro sentado en el sofá y en sus piernas tiene un pequeño gato. Lo saludo y me siento a su lado mientras le pregunto.
—¿Y este amiguito? —comienzo a acariciarlo.
—Fui al súper y cuando venía, me lo encontré en el estacionamiento.
—Oh, probecito —siento lastima por la criatura.
—Sí, estaba hambriento —dice con tristeza —, pasé llevándolo al veterinario y le aplicaron unas vacunas, además, me dio una receta de lo que debía comprarle.
—¿Piensas adoptarlo? —pregunto ilusionada.
—¿Te gustaría?
—¡Sí! —me emociono —, me encanta la idea.
—Bien, entonces hay que ponerle un nombre —lo piensa —. En la clínica veterinaria le puse jaguar para que le hicieran la ficha y porque fue lo primero que se me ocurrió —reímos —, pero aquí podemos escoger un nombre entre los 2.
—Pues... ahorita no se me ocurre alguno —trato de pensar en uno hasta que recuerdo —. Espera ¿es macho o hembra?
—Me dijeron que es un macho.
—¿Qué tal si le ponemos jaguarín? —ríe con fuerza.
—¿De dónde sacaste ese nombre? —me pregunta aún con la resaca de la risa.
—Tú le llamaste jaguar y como todavía esta pequeño... —me encojo de hombros —. ¿Qué te parece?
Lo piensa.
—Supongo que es un nombre original.
—Mañana podemos ir a comprarle los platos y el arenero.
—Me parece bien.
...
En la noche cuando ya estamos en la habitación, me acuerdo de lo que me dijo en la mañana.
—Por cierto mi amor ¿cómo te fue en el centro?
Me mira confundido.
—¿De qué hablas?
—Me dijiste que no irías a trabajar porque estarías ocupado —le recuerdo.
—Ah —hace una pausa —. Emma... tenemos que hablar —dice cabizbajo.
Esas 3 palabras no suelen indicar algo bueno.
—Te escucho.
—No volveré a la clínica —dice serio.
—¿Qué? —me sorprendo —. ¿Por qué?
—Tuve un problema con mi padre y ya no quiero volver —dice sin titubeos.
—¿Fue por mí? ¿cierto? —susurro.
—No Em...no pienses eso —sé que intenta consolarme.
—No me mientas, por favor —le digo mirándolo a los ojos —. Si es por mí, y la solución es separarnos...
— Nunca ¿me oyes? —me toma por las mejillas —. Prefiero trabajar en otro lugar que alejarte de mí, además, hay más clínicas en la ciudad —trata de restarle importancia, pero eso no hace que me sienta mejor.
—No quiero crear conflicto en tu familia.
—Tú no has creado absolutamente nada Emma. Eres lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo —nos abrazamos y Christopher se recuesta conmigo sobre su pecho, mientras me acaricia la espalda —. Quiero que entiendas, que esto no es tu culpa.
—¿Seguro? —susurro.
—Indiscutiblemente —esa noche, aunque estaba pensativa por lo que pasó, me quedé dormida rápido gracias a la sensación que me provocan sus caricias.
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Amor Inesperado
RomanceChristopher es un joven adinerado, que luego de una traición por parte, de quién fue su novia por 3 años, decide marcharse a Londres para culminar sus estudios de medicina. 8 años después, regresa a su ciudad natal, especializado en cirugía pediátri...