Capítulo 13

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Emma.

Luego de pasar por el apartamento de Chris para que se cambiara, nos dirigimos a la playa y cuando llegamos me doy cuenta que está concurrida, afortunadamente, encontramos un toldo en el cual resguardarnos del sol, mientras no estemos en el agua.

Debo admitir, que Christopher en short y lentes de sol, se ve guapísimo, tiene un cuerpo bastante trabajado, sus abdominales se marcan y no disimulo, lo mucho que me atrae.

—¿Te gusta lo que ves? —me pregunta con una ceja levantada y una sonrisa pícara.

—Creo que eso es obvio —me muerdo el labio inferior, Chris se ríe.

—No te cohíbas, puedes tocar lo que quieras —añade —, soy todo tuyo.

—¿Solo mío?

—Exclusivamente tuyo —me guiña un ojo.

Hormonas recuerden que estamos en un lugar público.

Venir a la playa, fue lo mejor que se nos pudo ocurrir, estos han sido unos días estresantes para él, así aprovechamos de relajarnos. Yo también saco mis lentes oscuros del bolso, junto con el bloqueador y se lo extiendo para que me ayude a aplicarlo en las zonas donde se me dificulta. Luego es mi turno con él. Nos dirigimos hasta el agua para bañarnos y cuando estamos dentro, nos sumergimos y nadamos un rato, luego Christopher me atrae hacia él, haciendo que enrolle mis piernas en su cintura.

—Eres tan hermosa —susurra cerca de mis labios.

—Tú no estás nada mal —le digo sugerente.

—Lo sé —admite arrogante.

Si serás.

—¿Cuándo volverán tus padres? —interrogo.

—Supongo que en unos días, ya querían tomarse unas vacaciones —suspira —, les hacía falta —dice —. También fue buena esta escapada nuestra.

—Hace mucho que no venía a la playa —comento.

—Ahora que te vi en traje de baño, creo que debemos venir seguido —dice, mientras me río.

Cuando salimos del agua, me dirijo a uno de los puestos de comida para ordenar unas piñas coladas para ambos y le explico en donde estoy ubicada para que nos las acerquen. Después de tomarnos la primera ronda, pedimos más, en total, nos tomamos 3 cada uno, para Christopher sin alcohol, porque debe conducir, sé que el sabor es diferente, pero él alega que igual está muy buena.

Cuando se hacen las 5 de la tarde, Christopher dice para irnos y me pasa dejando en mi edificio. Nos despedimos con un prolongado beso y quedamos en que mañana tendremos otra salida improvisada.

Después que me baño y visto, aprovecho para llamar a Alexa, hace días que no hablamos, el teléfono repica y escucho cuando contesta:

—Hooola Em ¿Cómo has estado?

—Todo bien Alex ¿y tú?

—Cansada —suspira —, estoy terminando de corregir unos exámenes, esta semana se me hizo eterna —Alexa es profesora en una secundaria —. Por cierto... me dijo Viviana, que cierto médico se trae algo contigo ¿es cierto? —pregunta.

—De hecho, te estaba llamando para concretar una salida, alguna noche de la siguiente semana, al bar del centro que frecuentamos —le digo —, iba a anunciarles, pero me doy cuenta que Vi, no se aguantó.

—Está muy emocionada por ti, supongo que fue por eso.

Nos reímos y hablamos un rato más, quedamos en reunirnos el martes, para tener nuestra noche de chicas, pronto conocerán a Chris. Llamo a Fernanda y Viviana, para notificarles sobre la salida del martes.

Amor InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora