Capítulo 14

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Martes.

Emma.

Hoy en la tarde cuando Christopher, me fue a dejar en mi edificio, le comenté, que estaría en la noche con mis amigas, también le prometí que pronto le presentaría a Fernanda y Alexa, me hace ilusión que mis amigas compartan con Chris y se den cuenta la clase de hombre que es, ya que tuvieron la desdicha de conocer a Mauricio, y después de eso han sido protectoras conmigo, no quieren que vuelva a enredarme la vida con una persona Chernóbil.

Soy la primera en llegar al bar, así que me siento en una mesa para 4 personas, mientras espero a las chicas, la primera en llegar es Fer, que cuando me ve se acerca hasta donde estoy para abrazarme.

—¡Emma! —saluda entusiasmada.

—Hola Fer —sonrío.

—Qué raro que las demás no han llegado —comenta.

—Ya no deben tardar.

—Amiga...¿Es cierto que estás saliendo con alguien? —pregunta con una sonrisa.

—De hecho, para eso es que las cité —le digo —, aunque Viviana se me adelantó.

—Bueno, Vi no nos ha dado detalles —aclara —, solo nos dijo que es médico —me da una media sonrisa —. ¡Espera! —se sobresalta de repente —. ¿Acaso es el mismo del que hablamos el otro día?

—De hecho... —siento una mano en mi hombro, me volteo y me doy cuenta que es Alexa.

—Chicas, disculpen la demora, es que me encontré a una amiga del trabajo afuera y nos distrajimos hablando —dice —, y mientras estaba en ello, llegó Viviana.

—Me quedé con ella, esperando que la soltaran —se excusa Vi.

—Al menos ya estamos todas —contesto.

—Esperen un momento, voy a pedir 4 cervezas —ofrece Fer —en seguida regreso.

Fernanda llega acompañada de una mesera, y cuando esta se retira, comienzo a hablar:

—A lo que vinimos.

—Cierto, suéltalo de una vez —me anima Fernanda.

—Que conste que no he dado detalles —masculla Viviana.

—¿Cómo se llama? ¿Han tenido más de una cita? ¿Conoces a sus padres? —pregunta Alexa entusiasmada.

—Okey, vamos por parte —hago una pausa —. Su nombre es Christopher Hunt, hemos salido en varias oportunidades y no, aún no los conozco, de hecho, están de viaje —agrego —, pero en unos días estarán de vuelta.

—¿A qué no saben? —dice Viviana con una sonrisa, mientras mis amigas la miran expectantes —. Es el hijo del jefe —las chicas abren tanto los ojos, que creo, se les saldrán.

—¿Qué dices? —pregunta Fer —. O, sea... ¿que si es él mismo chico del que hablamos hace días?

—Así es —hago un asentimiento con la cabeza.

—Está forradísimo chicas —apunta Vi, mientras la miro mal.

—Eso no es lo importante —le digo.

—Sí, bueno... entre otras cosas —susurra ella, pero a pesar de la música, pude escucharla.

—Emma tiene razón, después del parásito con el que estaba, lo mejor que le puede pasar ahora, es encontrar un hombre con sentimientos nobles —aporta Alex, tomando mi mano.

—¿Y cómo es él? —pregunta Fernanda.

—Hasta ahora ha sido un caballero, me trata bien, sabe cocinar —súper importante —, aunque ha estado full en el trabajo, todos los días, me envía un mensaje preguntando como estoy, incluso, a veces encuentro arreglos florales en mi consultorio cuando llego —mis amigas hacen un sonido de ternura —, yyyyy... —digo con suspenso —...Ya me pidió que sea su novia —las chicas forman sonrisas tan grandes que iluminan el lugar.

—Eso no me lo habías dicho pillina —me acusa Viviana.

—Estaba esperando, para decírselo a todas el mismo día —les dedico media sonrisa.

—Pues, tenemos que conocerlo —Fer da un leve golpe a la mesa —, debemos evaluarlo ¡he dicho! —nos reímos, solo está bromeando.

Espero.

—Pronto lo conocerán —les guiño un ojo.

Amor InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora