Mi alarma sonó estridentemente, rompiendo el sueño ligero que había conseguido después de una noche de conversación con Roier.
Me desperté con un sentimiento extraño, una mezcla de felicidad y cansancio. No quería levantarme, pero sabía que no tenía opción. Tenía clase en la universidad y no podía faltar.
Me levanté de la cama con esfuerzo y me dirigí al baño para bañarme lo más rápido posible. Mientras me vestía, mi mente comenzó a vagar hacia la conversación de la noche anterior. Me sentía feliz, pero también un poco asustada. No sabía qué significaba ese sentimiento, ni por qué me sentía así.
Bajé a la cocina y almorcé rápidamente, tratando de ignorar la mirada inquisitiva de Aldo.
Le pedí que me llevara a la universidad, el acepto. Tomo las llaves de su coche y me hizo un gesto para que lo siguiera.
-Y ahora por qué tan impuntual? -me preguntó Aldo, mirándome de reojo mientras manejaba.
Me encogí de hombros.
-Me desvelé hablando por teléfono -dije, tratando de sonar casual.
Aldo alzó una ceja.
-¿Con quién? -preguntó, con curiosidad.
-Coooon, aaaam con Roier -dije el nombre tan bajito, esperando que no me hubiera escuchado.
Pero Aldo sí me escuchó. Se molestó un poco y frunció el ceño.
-¿Qué? Con quién? -dijo, con una voz ligeramente elevada.
-Con Roier -dije rápidamente, tratando de calmarlo.
Aldo frenó el coche de repente y me volteó a ver con la ceja arriba.
-¿Cómo que con Roier? -preguntó, lleno de preocupación.
-Sí, es que desde que jugamos los cuatro, empezamos a platicar e hicimos una amistad bonita -expliqué, tratando de tranquilizarlo.
Aldo me miró con una expresión seria.
-Espero que sea solo amistad -dijo-. No me gustaría que mi hermana tenga ondas con mi mejor amigo. Es buen morro, pero no quiero eso.- dijo tajante.
Me sentí un poco incómoda, pero no dije nada. Solo miré por la ventana, pensando en Roier y en lo que significaba nuestra amistad.
Finalmente, Aldo arrancó el coche de nuevo y me dejó en la universidad.
-Cuidado, hermana -dijo, antes de irse.
Le sonreí y me dirigí a mi a la universidad, con la mente aún en la conversación que tuvimos.
[•••]
Entré y vi a Andrés a lo lejos, levantando su mano en un saludo. Me sentí incómoda después de lo que había pasado y decidí ignorarlo, siguiendo mi camino sin mirar atrás. La situación me parecía muy incómoda y no quería revivir los momentos tensos que habíamos compartido.
Justo cuando estaba a punto de llegar a mi destino, Mónica apareció repentinamente frente a mí, con una sonrisa radiante en su rostro.
-Hola T/N, ¿cómo estás? Hoy sí me aceptas el café -dijo, con una ceja levantada.
Me encogí de hombros, tratando de disimular mi cansancio.
-Sí, claro, hoy no tengo ganas de prender directo, me siento un poquito cansada -dije.
Mónica me miró con preocupación, frunciendo el ceño.
-No estarás enferma, ¿verdad? -preguntó.
-No, solo me desvelé -dije, tratando de restar importancia.
Mónica arqueó una ceja, curiosa.
-Y ese milagro -dijo, frunciendo el seño-. ¿Qué te hizo pasar la noche en vela?
Me reí, tratando de evitar cualquier sospecha.
-Platicaba con un amigo y se me pasó la noche muy rápido -dije.
Mónica me miró con una sonrisa coqueta.
-Mmmm -dijo-. Así empiezan.
Me reí, sintiendo una ligereza en mi pecho.
-Jajaja, qué -dije-. No pienses mal, solo es mi amigo...
Mónica se rió y me sonrió.
-Sí, así empiezan -repitió-. Es que tú nunca has hecho eso, ni siquiera conmigo...
Me reí y la abracé.
-Ay, ya, no seas celosa -dije, tratando de tranquilizarla.
Mónica se rió.
-No son celos, solo me parece sospechoso -dijo, con una sonrisa pícara.
Reímos y nos dirigimos a clases, caminando lado a lado. A pesar de mi cansancio, la conversación con Mónica me mantenía despierta. Me estaba quedando dormida, pero su energía y su sentido del humor me ayudaban a soportar el sueño que se apoderaba de mí. La cafetería universitaria se acercaba y el aroma del café me revolvió el estómago, necesitaba un café urgentemente..
[•••]
A la salida de la universidad, Mónica y yo nos dirigimos a comer en un pequeño restaurante cercano. Nos sentamos en una mesa al aire libre y pedimos nuestros platos favoritos.
-¿Qué te parece si vamos al cine este fin de semana? -preguntó Mónica, mientras miraba el menú.
-Me encantaría -dije-. ¿Qué película querías ver?
-No sé, ¿qué te parece esa nueva comedia? -sugirió.
-Suena divertido -dije-. Pero primero, dime, ¿cómo te fue en la clase de historia?
Mónica se rió.
-Fue un desastre -dijo-. Me olvidé de estudiar para el examen.
-Ay, no -dije, riendo-. ¿Y qué hiciste?
-Improvise -dijo, sonriendo-. Le dije al profesor que mi perro se había comido mis notas.
Me reí.
-Eso es genial -dije-. ¿Y se lo creyó?
Mónica se encogió de hombros.
-No sé, pero me dio una segunda oportunidad -dijo.
Platicamos durante un rato más, compartiendo historias y risas. El tiempo pasó volando y pronto nos dimos cuenta de que habíamos estado allí durante horas.
-Tengo que irme -dije, mirando el reloj-. Necesito regresar a dormir.
Mónica asintió.
-Sí, tienes cara de cansancio -dijo, sonriendo.
Nos despedimos con un abrazo y nos prometimos salir pronto.
-Descansa -dijo Mónica-. Y no te desveles tanto con tu amigo.
Me reí y me fui, sintiendo gratitud por la amistad que compartía con Mónica. El sueño comenzó a apoderarse de mí mientras caminaba hacia casa, pensando en Roier y nuestra próxima conversación.
[•••]
Al llegar a casa, encontré a Aldo sentado frente a su computadora, riendo, mientras hacía stream, como de costumbre. Lo saludé alzando mi mano y él me respondió con un "holaaa" sin dejar de jugar.
De repente, escuché voces familiares en el audio del stream. Eran Roier y Mariana. Mi corazón comenzó a latir un poco más rápido al escuchar la voz de Roier.
-Es tu hermana? -preguntó Roier-. Dile que me responda en IG.
Aldo fingió reír.
-De qué hablas, pendejo? -dijo-. Sigue jugando.
Roier se rió también.
-Tranquilo, no te enojes, cuñado -dijo.
Me sentí confundida y un poco incómoda. ¿Cuñado? ¿Qué significaba eso? Aldo me miró molesto y yo solo cerré la puerta, sin saber qué hacer.
Trate de procesar lo que había escuchado. Mi mente comenzó a hacer preguntas y a crear escenarios. Me sentí un poco ansiosa y decidí ignorar mis pensamientos por un rato. Necesitaba descansar y claro, responderle a Roier.
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La familia que siempre soñé | ROIER Y T/N <3
FanfictionVives en Aguascalientes, eres la hermana menor de Aldo Geo, pero quieres ocultarlo por miedo a que los fans intensos de Aldo te juzguen por "Querer colgarte de la fama de tu hermano" Después de un pequeño accidente con este, se da a conocer la verda...