XVI

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Roier:

Íbamos ya de regreso al hospital, y yo esperaba con ansias poder ver a T/N por fin. Cuando entramos, el doctor se dirigió rápidamente hacia nosotros.

—La señorita T/N ya despertó y está estable. ¿Quieren pasar a verla? —preguntó, sonriendo.

Hice una enorme sonrisa sin querer. Quería abrazarla ya.

—Sí, queremos verla, doctor —dije, apenas pudiendo contener mi emoción.

El doctor asintió y me dio una pequeña palmadita en la espalda.

—Vamos entonces —dijo.

Nos llevó a la habitación de T/N y sentí mi corazón a mil por hora, como cuando estaba afuera de su casa, esperando verla en persona por primera vez. Pero ahora estaba cansada, despeinada, sin maquillaje y con mi hijo en sus brazos.

—Mi amor —corrí a abrazarla y le di un pequeño beso en los labios.

T/N sonrió.

—¿Qué pasó? ¿Dónde estaban? Quería presentarles a mi hijo, está guapísimo, como su mamá —dijo bromeando.

Aldo se rió.

—Fuimos a desayunar, fue difícil todo esto y ni siquiera recordamos que no habíamos comido. Nos chingamos todo el plato —dijo, riendo.

Mi suegra, lo reprendió.

—Hijo, no digas groserías enfrente del bebé. No quiero que sea igual de mal hablado que ustedes.

T/N se rió.

—Ay, mamá, nos ofendes —dijo, fingiendo llorar.

Me acerqué a ella y le destape la carita a nuestro hijo.

—A ver, mi amor, quiero ver bien a mi hijo. Hace rato solo pudimos verlo de lejos —dije, emocionado.

No podía creer lo mucho que se parecía a mí, pero en versión diminuta. Nunca había amado tan rápido a alguien en tan solo segundos.

Aldo se acercó y me hizo a un lado.

—A ver, quiero verlo —dijo, sonriendo.

Luego se rió.

—No mames, quería que fuera como yo. Ni siquiera un poco se parece. Puto Roier, hubieras dejado que al menos sacara algo de su tío —dijo, fingiendo enojo.

Mi suegra sonrió.

—Qué hermoso, mi nieto. ¿Cómo le piensan llamar?

T/N me miró tan dulce.

—Sebastián, mamá... como su papá —dijo.

Me sentí conmovido. Ame que dijera eso, y sentía tantas emociones. Quería llorar, pero a la vez me sentía demasiado feliz.

"Iba a hacerlos muy felices" pensé Aunque no sepa cómo ser un padre, voy a hacer lo que esté en mis manos para que mi hijo sea un hombre de bien.

Miré a T/N y a nuestro hijo, y supe que mi vida había cambiado para siempre.

[•••]

~2 meses después~

T/N;

Mi Sebastián ya tiene dos meses, no puedo creer lo rápido que pasa el tiempo cuando eres mamá. Cada día es un nuevo descubrimiento, un nuevo logro, un nuevo motivo para sonreír.

Recuerdo cuando lo tuve en mis brazos por primera vez, tan pequeño y frágil. Me sentí tan responsable, tan amorosa. Y ahora, ya es un pequeño hombre, con su personalidad y su forma de ser.

La familia que siempre soñé | ROIER Y T/N <3 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora