La familia que siempre soñé | ROIER Y T/N <3

XI

Han pasado ya un año desde aquel doloroso malentendido con Osvaldo. Recuerdo cómo Roier se enfadó mucho con él y cómo nuestra relación se vio afectada por eso. Pero con el tiempo, las cosas se calmaron y Roier y Osvaldo hicieron las paces.

Me alegra ver que nuestra relación con Osvaldo ha mejorado tanto. Él se disculpó por su comportamiento y nosotros por nuestra parte, ahora podemos mirar hacia atrás y reírnos de lo que pasó.

En este último año, también hemos conocido a personas increíbles. Amablitz, la hermana de Arigameplays, y su esposo Filis, se han convertido en amigos muy queridos. Su energía y sentido del humor nos hacen reír y disfrutar del momento.

Cada fin de semana, nos reunimos todos para salir a comer y disfrutar de la compañía mutua. Es genial ver cómo nuestra amistad ha crecido y se ha fortalecido con el tiempo. Nos reímos, compartimos historias y creamos recuerdos inolvidables.

Laboralmente, he logrado avanzar y crecer en mi carrera. Me siento orgullosa de mis logros y de la persona en que me he convertido. Tengo casi 22 años y siento que estoy en el camino correcto.

Roier me apoya en todo y me hace sentir segura y amada. Nuestra relación es mi refugio, mi lugar de paz. Juntos, enfrentamos los desafíos de la vida con confianza y optimismo.

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Hoy tenemos una comida con los muchachos y estoy emocionada de pasar tiempo con ellos.

Solo estaba esperando a que Roier terminara su trabajo en directo para poder irnos. Estaba sentada en el sofá, mirando el reloj y pensando en todos los planes que teníamos para hoy.

Camine hacia el baño, pues de un momento a otro, empecé a sentirme mal, me miré en el espejo y me peiné rápidamente. Quería ignorar lo que sentía, pero no sería tan fácil. Me puse un poco de lápiz de labios y listo.

Regresé a la habitación y Roier ya había apagado el ordenador. —¿Listo? —le pregunté.

Roier asintió y se levantó. —Sí, listo. Vámonos.

Sonreí y lo besé. —Te espero abajo, amor.

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Mientras Roier arreglaba todo para ir a la reunión, yo me tomé una vitamina y me recosté un rato en el sofá para ver si el cansancio y el sueño cesaban. Cerré los ojos y respiré profundamente, dejando que el silencio de la habitación me envolviera.

El cansancio había sido una constante en mi vida últimamente, llegaba solo repentino, aunque había intentado combatirlo con café y determinación, hoy parecía haber alcanzado su punto máximo. Pero sabía que no podía permitir que me venciera, especialmente cuando nuestros amigos nos estaban esperando.

Abrí los ojos y sonreí. —Sí, listo —respondí, incorporándome del sofá.

Roier —Bajando las escaleras— Ya nos vamos, amor?

Abrí los ojos y sonreí. —No se amor —respondí, incorporándome del sofá.
—, no siento muchas ganas de ir. De nuevo empecé a sentir mucho sueño y estoy súper cansada.

Ay, amor —respondió Roier, deteniéndose en las escaleras—, pero ya habíamos quedado. La otra semana les cancelamos por lo mismo.

Guapo... —dije, mirando al suelo un momento— Es que... —suspiré— Bueno, está bien, vamos. Tal vez necesite distraerme.

Esa es mi novia hermosa —dijo Roier, sonriendo—, vamos entonces. —Dándome la mano—

Me sentí un poco mejor al sentir su mano en la mía. Salimos de la casa y el aire fresco me ayudó a despertar un poco, me sentí más animada.