Vives en Aguascalientes, eres la hermana menor de Aldo Geo, pero quieres ocultarlo por miedo a que los fans intensos de Aldo te juzguen por "Querer colgarte de la fama de tu hermano" Después de un pequeño accidente con este, se da a conocer la verda...
T/N: Disculpa? Si tú fuiste quien empezó con eso de la groserías o crees que lo que hiciste en casa de Ari fue gracioso?
R: Si, pero pensé que querías que me llevara bien con Spreen.
T/N; Ah mira, que raro que de un día para otro ya lo quieres hacer. Espero no sea lo que pienso Sebastián. En serio.
R: Nunca me habías dicho así?...
T/N: Siempre hay una primera vez y ya, buenas noches.
Me subí a la habitación con mi hijo, en serio me sentía enojada y demasiado celosa, esa Rebeca no me da buena espina. Cómo porque Roier solo la conoció y mágicamente quería hacer las pases con Spreen? Será que... No T/N ya duérmete, no empieces a hacerte ideas.
Después de tanto pensar me quedé profundamente dormida, pero a mitad de la noche desperté pero Roier no estaba aquí. Bajé a la cocina por un vaso de agua, porque la sed que sentía fue el motivo que me despertó.
Al bajar, vi a Roier sentado en la sala con su celular en mano, sonriendo como tonto.
T/N: Que haces? *Acercandome*
R: Aaay me asustaste *no se había percatado que estaba ahí
T/N: pues que estás haciendo? *Acercando un poco mi cara al celular*
R: Nada, me voy a bañar *Se levantó rápido del sillón*
Me quedé viéndolo, se metió al baño y yo subí de nuevo. Me quedé con la duda, seguí pensando y pensando...
Después de unos minutos entró al cuarto secándose aun el cabello, yo fingí estar dormida. Se acercó a mi, me dio un beso en la frente y se acostó a mi lado.
Se quedó dormido casi enseguida, yo sinceramente no podía dormir por estar pensando. Me levanté, tomé su teléfono, baje a la sala para revisarlo. "Diooos, sé que está mal lo que voy a hacer, solo quiero quitarme está duda" iba a desbloquearlo, pues yo sabía su contraseña y mi sorpresa fue que la cambio!
Subí de nuevo, casi de puntitas para no despertarlos. Me acerqué al lado de Roier, le agarre el dedo índice lentamente y desbloqueé el celular, estaba tan dormido que ni siquiera lo sintió, volví de nuevo a la sala y empece a revisarlo. Entre a WhatsApp y entre todos sus contactos, ví uno que me llamó la atención.
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Ay, no quería abrirlo, sentía que el corazón se me hacía pequeñito. Tome valor y empeze a leer.
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