La familia que siempre soñé | ROIER Y T/N <3

VII

Roier:

Paso bastante tiempo después que le llamara "cuñado" a mi mejor amigo, Aldo. Nuestra amistad seguía firme, yo lo quería mucho. Sin embargo, había alguien más que había capturado mi atención. T/N, la hermana de Aldo, había logrado hacer que mi corazón latiera más rápido con cada conversación.

Nuestras charlas eran más frecuentes, y poco a poco, me iba enamorando de ella. Su personalidad, su sentido del humor y su forma de ser me habían conquistado. Estaba seguro de que quería estar con ella, de verdad me gustaba. Quería pedirle a T/N que fuera mi novia, pero también quería conservar la amistad con Aldo. Sabía que él era protector con su hermana, y no quería perder su confianza. Me sentía dividido entre mi deseo por T/N y mi lealtad hacia Aldo.

Respiré profundamente y me decidí. Iba a hablar con Aldo, iba a ser honesto con él y pedirle su bendición. Estaba listo para enfrentar cualquier reacción, siempre y cuando pudiera estar con la persona que había robado mi corazón.

[•••]

~Llamada~

—¿Qué onda pa? —me saludó Aldo, lleno de alegría.

—Hola wey, cómo estás? —respondí, tratando de sonar relajado.

—Pues bien, y ese milagro que me llamas —dijo Aldo, con una risa.

Me sentí nervioso, sabiendo que iba a hablar sobre algo importante.

—Ah, cabrón, quería decirte algo —dije, tratando de controlar mi nerviosismo.

Aldo notó rápidamente mi tono y me dijo:

—Es sobre mi hermana, ¿verdad?

Me reí levemente, tratando de aliviar la tensión.

—Sí... —admití.

Aldo se puso un poco serio.

—Sabía que este día iba a llegar. Dime... —dijo, con una voz llena de curiosidad.

Respiré profundamente y me lancé.

—Mira carnal, T/N me gusta, me gusta mucho y te juro que no es un juego. Hace ya año y medio que hablo con ella día y noche y ya la siento muy cercana a mí, aunque esté hasta allá. Pero me gusta y quiero algo serio con ella.

Aldo suspiró, y pude sentir su preocupación.

—Sí lo sé, solo me cuesta aceptarlo. Eres mi mejor amigo y ella es mi hermana menor, entiende. Además, si a ella le gustas también serás su primer amor y eso me asusta, no quiero que la lastimes pendejo —dijo, entre sollozos.

Me sentí conmovido al escucharlo.

—¿Estás llorando, wey?, no, no hagas eso... —dije, tratando de consolarlo.

—Yo sé que soy el primero, ella me lo contó —dije—, y te confieso algo?

—Sí, dime... —respondió Aldo.

—Quiero ir a Aguascalientes, quiero hablar con tus papás, contigo, porque quiero pedirle que sea mi novia. Después de su graduación, solo quería hablarlo contigo antes, que sepas que no busco lastimarla, no quiero jugar con ella, en serio quiero a tu hermana carnal.

Aldo se calmó un poco.

—Sé que eres un gran hombre Roier, lo sé. No arruines lo que pueda existir entre tú y mi hermana y no arruines nuestra amistad, ok?

—Tenlo por seguro hermano —dije, emocionado.

—Ok wey, me voy... Tengo cosas que hacer —dijo Aldo, concluyendo la llamada.