Eras una gamer de excelencia, te encantaban los juegos de fantasía y romance, últimamente estabas obsesionada con un nuevo juego otome mezclado con peleas, habia muchos chicos lindos a escojer, pero la verdad tu personaje favorito era el jefe final...
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Cuando menos lo esperabas fuiste puesta en un lugar lleno de cosas suaves, una cama improvisada de varias telas y pieles enorme tenias que admitir que se sentía cómodo, pero sentiste un escalofrío cuando algo frio toco tu piel desnuda, era también algo aspero y poniendo tus mano para ver sentiste el cabello y cabeza de la misma bestia que te trajo, su lengua empezó a recorrer tu piel.
- apestas a otros machos.... No me gusta - dijo la bestia mientras seguía lamiendo tu cuerpo.
-eh?! E..eso se debe a que todos estábamos pegados en una jaula... Creo... Es lo que sentí - dijiste apenada aun sosteniendo la cabeza pero sin que pudieras hacer mucho, solo podías tocar la melena mientras seguía quitando el olor de otros, era como si un gato gigante te asicalara, no pudiste evitar hacerte la imagen mental de este gato hipotético y soltaste una risa - jeje causas cosquillas -
- estas muy calmada, ¿no tienes miedo? - escuchaste cerca de ti casi en tu oido, la bestia estaba impresionado por tu falta de temor no sabía si eras valiente o tonta.
- soy ciega, no veo nada, eso quiere decir dos cosas, o vivo con el miedo constante que tengo un peligro enfrente o tomo el toro por los cuernos y analizo la situación - dijiste aun usando tus manos para ver, lograste tocar denuevo el rostro de la persona enfrente tuyo -por ejemplo se que no eres humano-
-...- el chico te dejo ser, a comparación de el tus manos eran pequeñas y suaves.
- pero también se que no eres malo - dijiste llegando al cabello.
- ¿Como estas segura? - dijo cerrando los ojos.
- bueno auyentaste a mí atacante - dijiste y el solo penso, "oh piensa que asuste al macho que la atacó" - también me cargaste hasta aquí, que es un lugar lleno de trampas y me hablas con normalidad -
- ¿Hablar con normalidad? - alzo las orejas al escuchar decir eso y justo en ese momento llegaste a ellas acariciando asiendo que se sacudieran.
- si, por ejemplo no me hablas como niña chiquita o simplemente me dejas hablando sola ... En realidad es lo más que eh hablado con alguien aparte de mi gato - dijiste y sentiste como esque el chico se recargo sobre ti.
- los gatos no hablan - dijo y tu seguiste acariciando - son animales listos pero no hablan -
- mi gato si lo hace, es más en parte son mis ojos y mi guía... Pero nos separamos - dijiste algo triste.
- entonces no es un gato, es otra cosa- dijo ronroneando algo mientras seguía sobre ti empezando a restregar un poco su olor en ti.
- si es un gato - dijiste defendiendo.
- no lo es - dijo soltando una risa.
- que si-
- no lo es-
- que si - siguieron así un rato, hubo un tiempo que el León le había molesto tener una pelea así, pero ahora que deseaba tener esas interacciones con alguien, así que tener una pelea infantil con alguien, lo animaba, le recordaba que no era una bestia.
- ... oye, por cierto, cual es tu nombre? - dijiste ya resignada de que no vas a ganar esta discusión.
-Leona? Que curioso nombre - dijiste pero no hubo respuesta, fue cuando sentiste como el chico se quedo dormido, abrazándote a ti, como no queriendo que té fueras, lo analizaste y era triste, estar en el laberinto oscuro tu solo, con los únicos humanos siendo personas que te quieren matar o huir de ti.... Es triste y solitario y no siempre ponen personas, es una vez cada año, el resto del tiempo los largos pasillos del laberinto y las salas son solo lugares fríos y sin nada de vida, obviamente alguien así se volvería un animal, cerrando tu vista para caer dormida, pudiste escuchar algo a la lejanía.
El silbido del viento... y pensaste... tal vez haya una salida del lugar.
Continuará....
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