Eras una gamer de excelencia, te encantaban los juegos de fantasía y romance, últimamente estabas obsesionada con un nuevo juego otome mezclado con peleas, habia muchos chicos lindos a escojer, pero la verdad tu personaje favorito era el jefe final...
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Las semanas pasaron esta nueva cotidianidad, tu te sentias mejor de lo nunca te has sentido antes, no recuerdas la ultima vez que estuviste tan limpia o que te sintieras relajada y sin la barriga doliendo por no comer nada en 3 días, Grimm también estaba feliz, ahora tenía una camita caliente y cómoda junto a la estufa, un ratón de juguete con el que jugar y todo el pan y atún que pueda comer, eso sí, si quería todos esas comodidades tenía un trabajo que cumplir en la panadería y ese era el de cazar a los ratones y ratas que se meten en la bodega para comerse los ingredientes y por las noches mantener a raya a los perros y gatos que hacían destrozos con la basura, pan comido para el Gran y Poderoso Grimm.
Tú por tu lado, ya no eras la mendiga loca del pueblo que vivía sola en el bosque, aun que aun seguis siendo bastante ingenua, ibas aprendiendo poco a poco del mundo y cosas básicas como escribir, leer, sumar y restar, todo para que pudieras en la panadería a Trey.
Oh Trey pobre, si que tuvo que tener bastante paciencia contigo estas semanas en lo que sanabas por completo de tus males y ganabas peso, eras como una niña en todo el sentido de la palabra, teniendo que explicarte mas de una vez las nociones más básicas, luchando para que tomes tus medicinas, pescando infraganti haciendo una que otra travesura, como la de escabullirte a la cocina en la madrugada para comer pan, acabarte el betún de una semana y Grimm atún.
Obviamente te llamó la atención esas ocasiones, pero de manera siempre de manera amorosa, la verdad es que te le hacías muy adorable, eras tan tierna e inocente, además de que dabas atisbos de que eras más inteligente de lo que aparentas, solo necesitabas que no te abrieran la cabeza a golpes y quien sabe, tal vez en unos meses o quizás un año tu desarrollo cerebral ya esté acorde a tu edad.
Pero lo que de verdad lo hacía sonreír con satisfacción era verte alimentarte y como ibas ganando peso, tono muscular y la cantidad de grasa adecuada para que tu carne tenga buen sabor pero sin volverse poco saludable para él, te tenía bien vigilada tu dieta, pero también meticuloso y astuto, ya varias personas del pueblo notaron que vives con él en la panadería, ya que tuvieron haciendo algunas tareas sencillas en la tienda como barrer o sacar la basura por la tarde, por lo que el rumor de que el panadero Clover te acogio se esparció rápidamente por toda la comunidad.
Así que para que no comenzaran a hacer preguntas incómodos y tu en tu inocencia dieras informacion de más que los delataran, decidió tomar este papel del hombre de gran corazón que ayuda a una niña desamparada, ganado más la admiración de los residentes de este lindo pueblito al ver como te dio la oportunidad de trabajar con él para salir de las calles... Pero todo este buen trato tenía un precio, ya qué el chico no lo hacía por la bondad de su corazón, después de todo de toda su familia él es el mas hambriento de todos.
-_____, ¿estás despierta, puedo pasar?- Te llamo Trey desde el otro lado de la puerta de tu habitación.
-Si, aun lo estoy y si puedes pasar- Respondiste desde tu cama, estabas acostada, pero en una posición cómoda para leer ya que estabas entretenida con un libro infantil de cuentos.
-Vaya, sí que estás comprometida con aprender a leer correctamente- Bromeo el peli-verde entrando con confianza a la habitación, consigo traía lo que parecía una taza de chocolate caliente -¿Que estás leyendo?- Preguntó con curiosidad ya que parecías muy concentrada.
-El cuento de los 7 Corderitos y el Lobo, voy en la parte más triste, donde el lobo finge ser un amigo para que los corderitos lo dejaran entrar a casa, terminando siendo todos comidos por el lobo, menos uno, el corderito mas chiquito de todos, él y su mamá tienen que salvar a sus hijos del estómago del lobo- Explicaste con cierta preocupación -Me asusta seguir leyendo... ¿Y si su mamá no los rescata a tiempo? ¿O el lobo se como a la mamá y al corderito sobreviviente también? ¿Alguien puede sobrevivir en la barriga de un monstruo?- Comenzaste a preguntarle a Trey muy preocupada.
-Calma _____, calma, te prometo que todo saldrá bien al final para todos en el cuento... Bueno, menos para el Lobo- Dijo primero sonriendo y luego bajando la mirada un poco melancólico.
-¿Por qué? ¿Qué le pasa al lobo?- Preguntaste curiosa dejando el libro a un lado y prefiriendo escuchar el final de ese cuento de boca de Trey
-Pues... La madre de los cabritos le abre la barriga con un cuchillo grande y afilado, luego relleno la barriga abierta del lobo con piedras pesadas, las coció y empujó al pobre lobo a un lago donde se ahogó- Dijo sin perder el tono melancólico -Se que el lobo no era precisamente un buen tipo, le mintió a los corderitos para poder comérselos, pero los lobos son carnívoros, está en su naturaleza comer carne y si no lo hacen morirán de hambre... Y solo por seguir su naturaleza tuvo un final muy cruel- Explico el de gafas mirando la taza con chocolate aún caliente.
La verdad, es que a Trey desde pequeño nunca le gustaron los cuentos infantiles, ya que no podía evitar identificarse con los lobos y monstruos de esas historias, para él esos villanos no son tan malvados, si no comen carne morirán ¿Acaso es tan malo querer sobrevivir? Ninguno de ellos pidió nacer con esa dieta... Así como él no pidió nacer con esa maldición.
-Mmm... Tienes razón en ese sentido, creo que con solo que la mamá cabra regañara al lobo por mentiroso bastaba, además le abrió la barriga, eso debio doler mucho, seguro el lobo el estaría arrepentido- Analizamos de manera inocente, pero notaste como Trey seguía algo cabizbajo -Sabes algo, yo perdonaría al señor Lobo- Esas palabras tuyas hicieron el chico levantara la mirada sorprendido -A mi me han comido muchas veces los lobos y se que no lo hicieron por maldad, si no por supervivencia, justo como tu dices, yo nunca he odiado a nadie de los que me comieron en el pasado, ni los odiaría en el futuro-
Finalizates con una gran sonrisa inocente mientras mirabas al chico que te miro también con una sonrisa, pero su sonrisa tenia toques de malicia y satisfacción, de verdad eres ingenua, acarició tus mejillas pensando en eso, que suerte tubo en encontrarse con esta persona quenle puede dar una vida normal.
-Es bueno que pienses asi ... - Dijo mientras te acariciaba su cabello mientras te pasaba la taza de chocolate caliente - pero ____ toma -
-Oh para mí? Gracias! - tomaste un trago grande mientras mirabas a Trey, estaba delicioso pero había un toque semi amargo - ¿..que tiene la leche?-
-Medicina- Dijo Trey tranquilo haciendo que te acuestes.
-¿Eh para?...- dijiste mareada mientras sentías los ojos pesados.
-Para que no te duela... ____ ya se me acabó la carne que tenía de reserva, asi que tomare un poco de ti, como el lobo necesita de comer de los corderitos
- dijo mientras te acariciaba la mejilla y tú caías dormido.
