Eras una gamer de excelencia, te encantaban los juegos de fantasía y romance, últimamente estabas obsesionada con un nuevo juego otome mezclado con peleas, habia muchos chicos lindos a escojer, pero la verdad tu personaje favorito era el jefe final...
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-L..Leonaa para~ Me esta empezando a irritar el cuello- Dijiste mientras la lengua áspera seguía recorriendo tu cuello -Hey déjame descansar~ Apenas regrese de bañarme por segunda vez el dia de hoy- Ya pusiste tu mano en el hocico del león y este bufo molesto.
-Pero el olor se fue... Ademas estoy aburrido~- Dijo ya recargándose en tu hombro aun abrazandote -Además si dejaras mi olor no vería la necesidad de marcarse tan seguido- Se quejo Leona sonoramente
-Si estás aburrido toma una siesta, yo necesito caminar- Dijiste regañando a Leona.
-¿Aún puedes caminar?~- Dijo en tono juguetón mientras te abrazaba mas, Leona se había vuelto más descarado desde hace unas semanas después de pasar a ser pareja, casi todo el tiempo esta cariñoso y con humor para "eso" pero la verdad quieres caminar para desentumecer las piernas.
-¡Ay! Gato calenturiento... Necesito caminar para despertarlas- Dijiste regañando y a la vez que dabas palmas a tus propias piernas que por suerte aún tiene sensibilidad.
-... Bien bien te acompaño- Dijo el león bostezando en gran medida y tu solo resiste -¿Que?-
-Estás cansado, no caminaremos mucho cuando estas cansado, llevare a Grimm para que sean mis ojos descuida- Dijiste sonrientemente mientras le acariciabas el cabello.
-... No confío mucho en Grimm, es despistado a veces... Y me siento más seguro si voy yo..- No termino de hablar ya que bostezo de nuevo -Si yo te acompaño...-
-Leona, Grimm ha sido mis ojos antes de entrar al laberinto... Estaré bien- Dijiste ya dandole un beso en el hocico y este te miro, la verdad si estaba cansado, hacía tiempo que no tomaba una siesta larga... Ni recargar su magia haciendo que su cuerpo se sintiera pesado... Aunque quería estar despierto, ya no es humano, necesita dormir, necesita recuperar magia, entonces medito.
-... Bien, pero te quiero a mi lado cuando despierte- bostezo una última vez mientras se recargaba en la cama y tu le acariciabas la cabeza.
-Jeje de acuerdo estaré cuando despiertes - Dijiste para ya levantarte y llamar a Grimm mientras tomabas ya un bastón de verdad que el chico te dio, los grandes y somnolientos ojos verdes vieron cómo salías de la habitación con el minino en tu espalda mientras se cerraban con pesadez...
-¿Y ese milagro que Leona al fin te dejara de usar de almohada?- Pregunto Grimm con tono burlón a lo que tu te sonrojaste un poco.
-Pues le explique que necesitaba estirar las piernas y me dejo ir en lo que él tomaba una siesta- Explicaste rápidamente, preguntandote mentalmente cómo es que Grimm no lo a cachado en pleno acto todo este tiempo, solo ve cuando terminan y duermen
