Eras una gamer de excelencia, te encantaban los juegos de fantasía y romance, últimamente estabas obsesionada con un nuevo juego otome mezclado con peleas, habia muchos chicos lindos a escojer, pero la verdad tu personaje favorito era el jefe final...
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-¡No papá! ¡¡NO ENTRES EN MI CUARTO!!- Gritaste desesperada agarrando al cazador de su gran abrigo de pieles de oso y lobos que llevaba, estaba apuntando con su escopeta a la puerta.
-¡¿Hay un chico, verdad?! ¡¡¿TIENES UN NOVIO A ESCONDIDAS?!! ¡¡¡¡NADIE PUEDE TOCAR A MI BOLITA DE CARNE SIN QUE LO MATE!!!!- Grito tu papá Vargas a todo pulmón, mientras que su fiel perro ladraba apuntando a tu puerta indicando que ahí se ocultaba el macho salvaje.
¿Cómo terminaste en esta incómoda situación en la que tienes que salvarle la vida al pobre chico lobo al otro lado de tu puerta, escondido en tu habitación? Regresemos algunas horas antes, Jack estaba apoyado en ti para poder caminar con el mínimo dolor posible, pero era evidente por sus orejas medio bajas que aún sufría un poco y toda esta situación lo tenía tremendamente avergonzado y el que avancen al paso de la tortuga, en un silencio de ultratumba tampoco ayudaba, por lo que decidiste romper el hielo.
-Y bueno... ¿Tienes.. Familia?- Preguntaste curiosa, pero el lobo solo te miro de reojo por unos momentos y se concentró de nuevo en caminar -... Oh... Bueno, yo si tengo familia, tengo a mi papá, a mi gatito guardian Grimm, a mi perrito sabueso viejito LeFou, a mis tíos del Bar y la Doctora Molly, dicen que es mi tía-no-tía-
-¿Tía-no-tía? Eso no tiene sentido- Dijo al fin Jack tras escuchar tu explicación
-Asi le dices a las personas que cumplen ese rol pero no son familia, es algo asi como tios de cariño- Explicaste emocionada de que el chico lobo al fin quisiera hablar
-Ya veo...- Fue todo lo que dijo el lobo antes de quedarse callado de nuevo
-Oye secuaz... ¿Como que este tipo no es muy sociable?- Te comento Grimm que caminaba a tu lado a cuatro patitas
-Solo es algo tímido Grimm, pero la verdad a mi me cae bien- Le respondiste a tu felino amigo
Jack otra vez se te quedo mirando de reojo, no entendía como le hacias para hablarle a un gato doméstico, respondiendo sus maullidos y chillidos con tu versión de los ruidos felinos, ni el que se supone que es en parte un bestia puede entender el idioma de que los animales, eras una humana realmente rara, tal vez estabas loca, eso explicaria por que no aprovechaste para matarlo, es lo que un cazador normal haría.
Finalmente después de un rato de andar y de que tu por mas conversacion le intentaras sacar el lobo este te ignorara o te respondiera con monótonos "si" o "no", llegaron hasta la cabaña en la vives con tu padre, pero antes de entrar tenias algo que hacer.
-Disculpa Jack, pero me esperas aquí en la entrada un momentito por favor, no me tardo- dijiste algo nerviosa dejando al chico sentado en un tronco.
-¿Que vas a hacer?- Te cuestiono de mal humor, ya que estaba aun que no quisiera admitirlo estaba cansado y quería dormir
-Solo tengo que resolver algo, no te preocupes, Grimm te hará compañia- Dijiste entrando rápidamente en la cabaña sin dar chance a que el albino protestará
