Eras una gamer de excelencia, te encantaban los juegos de fantasía y romance, últimamente estabas obsesionada con un nuevo juego otome mezclado con peleas, habia muchos chicos lindos a escojer, pero la verdad tu personaje favorito era el jefe final...
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Es suave y cálido, pero al mismo tiempo ardiente y doloroso, tus lagrimas caen pero no son de vergüenza o tristeza esta vez, con fuerza te aferrabas a la pieles que cubren la cama que compartes con este salvaje león que ahora te tenia boca abajo y con tu retaguardia elevada, la bestia se daba gusto lamiendo tu intimidad, degustando tu sabor y estimulando tu flor como le daba la gana con esa larga lengua semi-rasposa, húmeda y caliente, mientras
-Aah~.. Leo~.. Leona… Mmm~..- Llamaste al león entre jadeos -Par. Para~ Aah~… Me siento rara…- Pediste tímidamente entre mezclando tus palabras con sonidos de placer
Para ti estas sensaciones eran nuevas y te eran difícil de resistirse o controlar tu cuerpo, ya que por inercia todo tu ser tensaba, pero Leona ignoraba tus pedidos, más bien aprovecho para hundir más su lengua en tu interior explorando a su gusto, provocando que soltaras un fuerte gemido que al acto ocultaste tapando tu propia boca para de una manera vaga retenerlos.
-Grrrmmmh~..- Se escuchó un gruñido salir de la garganta del gran felino, no le gusta que te contengas, le gusta el sonido de tu voz suplicante y respiración agitada por el placer que te ofrece, por lo que sin reparo alguno sujetó tus brazos atrapandolos con sus grandes manos mientras seguía con lo suyo.
-¡MMAAahh~!... Aaah~ Le.Leona.. aahaah~ Leona~…- Lo seguiste llamando mientras tu mente empezaba a perder estas sensaciones que se iban volviendo más intensas casi haciendo perder en tu mente.
Leona movía su lengua por tu interior, explorando, hundiendo y sacando, simulando embestidas, preparándote para lo que se venía al mismo tiempo que sentía tus paredes apretando con fuerza por sus acciones, sonrió para sus adentros, sabía lo que eso significaba.
-¡Para~! ¡Leona para~! Creo… Creo que Aaah~ ¡Aaah~!- No terminaste tu frase, antes de darte cuenta todo tu cuerpo estaba sumido esa sensación explosiva de placer similar a un escalofríos o un corrientazo eléctrico que atravieso todo tu espalda como tu ser elevándose a una nueva emoción, al mismo tiempo que el hocico de Leona termina empapado de tus jugos dulces de placer.
El león se relamió los llenó de gusto los labios, la imagen de ti debajo de él temblando de placer, era algo que lo emocionaba que incluso ronroneo, tu persona sin terminar de enter lo que pasó pero a la vez caer en sus garras lo excitaba muchísimo, romper con esa inocencia tuya y ser tu poseedor lo volvía loco, tanto que le era difícil controlar la bestia que es, pero aun asi haria el esfuerza, ya que sabe que si pierde el control podría matarte, pero no llegó tan lejos contigo para detenerlo todo en este momento, eres su hembra y te marcaraca como suya para toda la eternidad.
Te acomodo en posición cómoda para ambos, tu espalda estaba expuesta a él, tanto que la sensación de comerte fue un instinto de él, empezando a besar y lamer tu espalda baja hasta llegar a tu cuello, pasando sus fuertes manos debajo de tu cuerpo expuesto y con caricias dulces subió sus manos hasta tú pecho, con dulzura y deseo hasta terminar abrazado por él mientras seguía besando tú nuca, lo que tu solo puedes abrazarte a las telas como pocas almohadas de su nido, no ser capaz de ver nada y guiarte por el tacto de sus caricias en tu piel solo aumentaban las sensación y volvían mas caliente todo tu ser.
Leona seguía restregando su olor en todo tu cuerpo cuando soltaste un suspiro al sentir el miembro del chico empezar a frotar por tu delicada flor hizo que temblara un poco de ansiedad, todo era nuevo y solo podía guiarte por el tacto, los sonido y olores, eras una pequeña presa a punto de ser devorada por un depredador.
-No me tendré~ Aunque supliques, no me detendré hasta dejarte preñada con toda mi semilla~- Te susurró en tu oído mientras lo mordía levemente -Te llenare de crías~-
De un movimiento sin avisarte tomo tu pierna para alzarla un poco y poder tener acceso a tu flor que no dudo en desflorar de una sola estocada, después de todo estás lidiando con una bestia hambrienta.
Soltaste un pequeño grito tanto de susto como de dolor al sentir algo rompiéndose en tu interior, tus temblores se volvieron más frenéticos y querías escapar como si fi fueras una pequeña asustada, pero ya estabas atrapada entre las fauces del depredador, literalmente, por instinto Leona te mordió con algo de fuerza la nuca para mantenerte quita como suelen hacer las grandes carnívoros con sus parejas en la naturaleza, como ye dijo no te dejará escapar, además de que el agarre de sus garras era demasiado firme como para que pudieras siquiera revolverte en la cama y antes pudieras acostumbrarte a la sensación de la hombría de leona penetrandote, este ya había empezado con el vaivén de caderas salvaje.
-¡¡AAHH~!! LEO..LEONA~ AA..AAAAHH~- Intentabas llamarlo en un intento por detenerlo pero su advertencia era real, no importa cuanto grites su nombre el no se detenia, es mas, escucharte llamarlo con esa voz tan lasciva, acampada de jadeos y gemidos ahogados solo aumentaba más su hambre de placer y poder, de hacerte completamente suyo.
-¡¡GRRR~!!... Herbívora~- Dijo Leona entre gruñidos excitados, sonaban más como bestia que como hombre ahora -Si.. grrrrr~ Sigue así… mmmmhrrr~ Si llamándome así rrr~ y creeré que no quieres paré en toda la noche~- Hablaba el león entre jadeos -¿Es eso acaso lo que quieres?~… Que no te suelte por horas… Grrrrrr ¿Que te comiste toda?~-
-AAAAWW~.. LEONAAA YOO… UUUhh~- Intentaste responder pero era imposible, de tu garganta solo saliendo sonido lujuriosos de placer primitivo, casi animal, a decir verdad, ya hace un rato que el dolor había disminuido, el dulce néctar del placer se apoderaba de tú cuerpo con cada minuto, con cada rasguño y espasmo, tu mente empezaba a nublarse, se concentraba más en la exquisita sensación y calor que envolvían todo tu cuerpo, casi olvidando la razón y llegando a un instinto primitivo.
Para Leona esa reacción tuya fue toda la afirmacion que necesitaba para saber que gozabas de esto tanto como lo hacía él, para ser tu primera vez lo estas llevando muy bien, por lo que aumentó el ritmo de sus estocadas y penetró más profundo en tu interior, al punto que el nudo en la base de su miembro amenazaba con penetrar también, pero se había olvidado de eso por completo, la mente del león también se había perdido en tu olor, el sabor de tu piel cubierta de sudor, el sabor de tu sangre en cada mordida, lo suave de tu cuerpo al tacto así como lo caliente de tus entrañas y apretado de interior de tu ser apretaba con aún más fuerza su miembro con cada vaivén que ya había perdido el ritmo mas no la velocidad y el salvajismo de esta.
Esa era la señal de que estabas por acabar de nuevo, lo sentía en como te retorcias y prácticamente gritabas de placer cuando alcanzaste el climax y la forma en que tu flor lo apretó con tanta fuerza el ya hinchado miembro de Leona hizo que diera una última estocada con todo y nudo, liberara su semilla en todo tu interior, llenando tu vientre con ese líquido blanco.
Leona te abrazo con fuerza mientras volvía a morder tu nuca mientras los dos tocaban las estrellas hasta que sus cuerpos se desplomaron y los jadeos de cansancio llenaron la habitación, tocaste tu vientre sintiendo como crecía un poco por lo lleno que se ponía y aunque no podías ver te imaginas lo desastroso de la situación, estaban por cerrar los ojos en nombre de morfeo para dormir…
Cuando sentiste como Leona comenzó a frotar su mejilla contra la tuya al mismo tiempo que ronroneaba, para era un gesto muy tierno de su parte, si no fuera porque sentiste su agarre de nuevo en tu cintura y de nuevo el vaivén de sus caderas.
-¡¿O.. OTRA VEZ?!- Exclamaste sorprendida
-Te lo dije… ¿Oh no herbívora?- Te respondió Leona con cierta malicia en su tono de voz -Aunque supliques, no me detendré..-
A ti solo te queda rezarle a la diosa para que puedas caminar mañana…
Mientras en otra parte del laberinto, Grimm intentaba cazar algunas ratas que había por el lugar, ya que no le gustaba esa carne rara que Leona guardaba cuando escucho un ruido extraño a lo lejos
-¡¡AAAAAAAAAAAAAAAHH~!!- Se escucho ese ““Grito”” a lo lejos
-..... Suena como si mataran a alguien, espero que por lo menos haya sido sin dolor- Comentó como si nada.
