Eras una gamer de excelencia, te encantaban los juegos de fantasía y romance, últimamente estabas obsesionada con un nuevo juego otome mezclado con peleas, habia muchos chicos lindos a escojer, pero la verdad tu personaje favorito era el jefe final...
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Ya habían pasado algunos días desde que recibió aquel primer regalo de su admirador o admiradora secreta y si fue el primero, ya seguiste dejando pequeños presentes a la vista del rey, a veces eran pequeñas flores silvestres o ingredientes que le hicieran falta para alguna de sus pociones o experimentos.
Vil realmente estaba curioso por estos pequeños presentes y la persona que se los esta obsequiando, intento investigar por su cuenta quien seria este admirador secreto, por investigar se refiere a preguntarle con tono severo y firme a sus súbditos en el castillo quien le está dejando obsequios a través de un cuervo entrenado, pero nadie tenia de que hablaba, eso solo le provoca más curiosidad el espíritu invernal.
Decidió esperar a cuando ese cuervito entrenado viniera a dejarle otro regalito y así atraparlo para saber quien lo envía, pero tu siempre supiste cuando dejarle a Vil tus pequeño presentes sin que el rey pudiera pescarte in fraganti, ahora sí que el hermoso espíritu estaba aún más curioso tal vez un poco enojado, comenzaba a pensar que el cuervo era algún tipo de hada juguetona o un espíritu del bosque travieso que le está jugando una broma, pero ese dia su investigación quedará para después.
-¿Está seguro de que quiere ir usted majestad?- Preguntó un sirviente viendo a Vil que se preparaba para salir en su montura, se trataba de un gran reno de pelaje frondoso, esponjoso y suave de colores blancos y grises -Podemos ir por las flores por usted- Añadió el sirviente sin seriamente preocupado por su monarca
No era para menos, Vil tiene muchos enemigos y rivales en los reinos vecinos, ya sea que se los consiguió el mismo por tener conflictos con algún rey vecino, o por qué por que querian su inmenso poder para controlar la nieve, las ventiscas y los bosques, e intentaban robarse su poder quitándole quitarle una parte de su ser, ojos, mano, pie, un dedo, es que Vil tiene tanta magia que hasta su cabello es mágico y ya lo han atacado en el pasado, tantas veces que ya perdió la cuenta.
Sin embargo Vil es demasiado orgulloso, aunque comprende de dónde viene la preocupación de sus súbditos, ya que él como el último espíritu invernal que queda es único que los puede proteger de los humanos con su magia, no es un cobarde que se esconde eternamente tras las paredes de su castillo, si tiene que salir sin escoltas solo lo hace, ya que es capaz de defenderse a sí mismo.
-No, solo yo se que tipo de flor estoy buscando exactamente- Dijo Vil como si nada subiéndose al reno ágil y elegantemente -En la única otra persona que confió para este tipo de encargos sería Rook y como aún no ha vuelto me toca ir a mi, estaré fuera toda la noche- Dijo con firmeza al mismo tiempo que sacudió las riendas de su reno y este salió a toda velocidad.
Dejando atrás a los preocupados sirvientes, el gran rey entró en el bosque oscuro, donde la luz de la tarde se filtraba entre las ramas del lugar, apenas se escuchaba la brisa y las ramas del lugar, para encontrar la flor que tanto necesitaba se encontraba en el centro de este gran bosque, que empezaba a iluminarse por los hongos bioluminiscentes y las criaturas de la noche salían, el viento sonaba como un silbido melodioso y los búhos empezaron a cantar su lenguaje nocturno... Cuando escucho una voz en el viento.
-Bienvenido a las profundidades de este espeso bosque ~ Eres un visitante inusual-
El rey detuvo su andar un momento, ya que creyó que escuchó aquella canción que ya escuchó una vez, pero no había nadie alrededor, solo había ramas así que decidió seguir con su camino.
-Lo siento, pero desde este punto en adelante~ Tienes que seguir la etiqueta del bosque~-
De repente todos los búhos empezaron a seguir la melodía de la canción, asustando un poco al reno que se paró de golpe, Vil tuvo que controlar para que no se desbocaba -Calma Jadis, calma... Solo es una melodía- susurro el rey mientras siguió el camino.
-Hoo-Hoo El búho informa~ Hoo-Hoo que ha llegado un visitante~ Hoo-Hoo El búho informa~ un presentimiento de que algo va a comenzar-
Vil enfoco mejor su oído, tanto para saber de dónde venía ese esa melodía, así como identificar de dónde la conocía, no recuerda haberla escuchado en algún banquete o festival, tampoco de cuando viajo por los reinos humanos u otros bosques.
-Lauu-Lauu, lo que quieres ver~ Lauu-Lauu depende de ti, Lo siento, pero aquí tú eres visitante no invitado~-
El rey invernal se bajó de su reno que seguía aún un tanto nervioso y siguió aquella melodía, no sonaba como una banshee, no era melancólica, tampoco parecía ser de una ninfa ya que ellas cantan sobre el amor y la alegría de la vida.
-Hoo-Hoo El búho informa~ Hoo-Hoo que ha llegado un visitante~ Hoo-Hoo El búho informa~ Un presentimiento de que algo va a comenzar~ Aaah~ Larara Larara~-
El rubio siguió aquella voz por entre los arbustos y los árboles del oscuro bosque, notando como habian no solo búhos , si no tambien cuervos otras aves nocturnas que acompañaban aquella voz en su canto.
-Lauu-Lauu, lo que quieres ver~ Lauu-Lauu depende de ti, lo siento, pero aquí tú eres visitante no invitado~-
Finalmente llegó al origen de ese dulce y armonioso canto, venía de un claro en el bosque lleno de arbustos repletos de las flores nocturnas que precisamente necesitaba y salió a buscar.
-Hoo-Hoo El búho informa~ Hoo-Hoo que ha llegado un visitante~ Hoo-Hoo El búho informa~ Un presentimiento de que algo va a comenzar-
Entre los arbustos y las pálidas flores, el rey pudo vislumbrar una figura femenina y juvenil que parecía brillar con luz propia en la oscuridad de ese bosque, Vil se quedó paralizado al verte.
~Aaah laaa laraaa~ Haaa aah~-
Tu no te dabas cuenta de que eras observada mientras recogías las flores nocturnas, cantabas tanto para ti misma, como para Grimm que dormía en tu regazo, así como tus amigos emplumados, nunca supiste el por que pero las aves del bosque, sin importar si se trata de pequeños pajaritos cantoras, aves de caza o rapaces peligrosos, te siguen y protegen.
-Hoo-Hoo El búho informa~ Hoo-Hoo que ha llegado un visitante~ Hoo-Hoo El búho informa~ un presentimiento de que algo va a comenzar, un presentimiento de que algo va a comenzar-
Vil se detuvo a escuchar el final de tu canto, era extraño, eres una niña humana y aun así las criaturas de la noche de rodean y se inclinan a ti, como si lo que tuvieran ante sí fuera una reina o una princesa, y tu, en su mente se decía que así deben cantar los ángeles.
-Un presentimiento de que algo va a comenzar~- Terminaste de cantar haciendo un ramo con las flores que recogiste recolectando la última flor de la noche para ponerla en su canasta.
Hay Vil pudo verte con más detenimiento, no solo tu voz era hermosa, todo tu ser es hermoso, tu cabellera negra de brillos verdes y morados hacía llamar la atención, tus facciones bien definidas y a la vez delicadas eran el complemento perfecto para tus bellos ojos dorados y pestañas largas, una apariencia que podía rivalizar con varios espíritus de primavera.
"Esta criatura no puede ser humana" Pensó aun observándose desde las sombras y la oscuridad que le permitía la espesura de los árboles, decidiendo si acercarse a ti o seguir mirando desde la seguridad de la oscuridad, entonces prestó más atención al ramo en tu canasta, ese ramo estaba trenzado de la misma manera en que le han dejado sus regalos del admirador secreto...
-Entonces... Eras tú...- Susurro Vil incrédulo... alguien logro llamar la atención del rey sin sentimientos.
