𝐏𝐄𝐑𝐅𝐄𝐂𝐓, Bryce Loski

Capítulo Veintiuno: Primera Noche.

Michelle

El autobús se detiene, abro mis ojos ya que hace unos segundos intentaba dormir. El profesor grita que hemos llegado.

—¿Estás despierta? —pregunta la voz ronca del rubio, ya que acaba de despertar.

—No, estoy durmiendo. —respondo sarcásticamente, haciéndolo reír.

—Me duele la espalda. —se queja, giró mi rostro para mirarlo. Tiene el ceño fruncido mientras se acomoda en el asiento.

—¿Mucho? —pregunto preocupada, por su rostro de adolorido.

Bryce gira su rostro quedando cerca del mío. Quedo helada, mi corazón no tarda en acelerarse.

Me mira en un silencio tortuoso, detalla mi rostro con su mirada, pestañeo como estupida.

—Más o menos. —contesta suavemente.

Asiento lentamente, sin saber qué decir.

—Michelle... —trago duro al escuchar mi nombre salir de sus labios— Te he extrañado demasiado, necesito que hablemos.

Suelto un suspiro, mi mano se acerca a su rostro de forma involuntaria.

—No lo sé... —respondo finamente, dando un leve toque a su mejilla.

Bryce pone su mano por encima de la mía, haciendo que lo toque directamente.

—Por favor... —susurra.

No contesto, solo miro sus ojos, como si estuviéramos hablando telepáticamente. Todos a nuestro alrededor se mueven por el bus sacando sus cosas y bajándose, pero es como si nadie existiera.

Bryce me hace salir de este mundo, y aterrizar en uno en el que solo existimos los dos y nadie más.

Cómo me gustaría que sea así.

Pero no lo es.

Estamos en la tierra, y aquí, existe Juli. Mi mejor amiga.

O bueno, yo sigo considerándola así.

—Lo siento, Bryce... —respondo finalmente, miro sus labios unos milisegundos— Pero no puedo.

Me suelto de su agarre y me levanto, pasando por delante de él para salir.

Mi mirada choca con la de Juli, quien me mira en silencio.

Me quedo quieta nuevamente, ella me mira con... no sé... ¿enojo? ¿Decepción? ¿Ambas?

Antes de que pueda abrir la boca, se da media vuelta y sale del bus.

Suelto una fuerte exhalación, miro a Bryce nuevamente, y él solo me mira a mí. Tomo mis cosas y me voy.

***

Ya habíamos instalado todo, mi carpa estaba asignada con Cassi, una chica de mi salón que no asistió, así que, para mi gran suerte, tendría la carpa para mí sola.

Los encargados nos dijeron las reglas y las actividades que haríamos a lo largo de los días aquí, yo me cansé de solo escuchar.

Acabábamos de estar en la fogata después de la última actividad del día, me puse una chaqueta más grande que mi cuerpo y apenas me veía.

Suelto una risa por lo que dice un compañero. Jessica y Arian, dos compañeras más ríen al igual que yo.

—Bueno, ya debemos ir a dormir. A esta hora salen los osos. —dice Josh, Arian abre los ojos exageradamente.

—Deja de asustar. —Jessica lo regaña.

—Vamos a dormir, no quiero que me coma un oso. —Arian dice asustada.