O N C E

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Felices fiestas I


Un nuevo amanecer, un nuevo día.

Jimin descorrió las cortinas, dejando que la luz del sol bañase la habitación de un suave tono dorado. Entonces lo oyó. Como todos los años, su padre les abrumaba con distintos villancicos navideños, repitiendo las canciones una vez tras otra. Suspiró pesadamente mientras abría la puerta de su cuarto, y las notas de la canción se hicieron más intensas.

«Navidad, Navidad, dulce Navidad...»

— ¡Papá, apaga eso de una vez, por favor! —gritó, a pleno pulmón, asomándose por el semicírculo de la escalera.

El señor Park le dedicó una mirada acusadora desde el piso inferior, cruzado de brazos.

—Todas las navidades dices lo mismo, Jimin. No pienso quitarlo. Escucharemos villancicos, es la tradición.

El joven se tapó los oídos con las manos. Su padre parecía realmente feliz, sonreía de oreja a oreja, con su acostumbrado batín granate anudado alrededor de la cintura y con las alpargatas de andar por casa. Suspiró abochornado.

— ¿No podrías bajar un poco el volumen?

— ¡No! ¡Quiero que todos lo escuchen y los llene del espíritu navideño! —Alzó las manos y las movió al son de la canción. Después comenzó a tararearla alegremente antes de desaparecer en dirección a la cocina.

La puerta contigua a la de Jimin se abrió de golpe, y Taehyung salió como un huracán enfurecido, vestido con su ridículo pijama de raso. Miró con asco a la muchacho.

—Pero ¿qué es esa mierda que acaba de despertarme? —Villancicos. —No me gustan los villancicos —aclaró.

— ¿Y a mí qué me cuentas?

—Es tu casa; está en tus manos poner fin a esta tortura.

Jimin resopló, airado. Definitivamente, no podía hacer nada al respecto; de lo contrario su padre lo odiaría por toda la eternidad. Se preparó mentalmente para pasar una de las mañanas más insufribles de su vida. La señora Park salió del cuarto de baño y le dio una palmada a Taehyung en la cabeza afectuosamente.

— ¿Qué tal has dormido, cielín? —preguntó melosa.

—Bien. —Le sonrió tímidamente, antes de que Abigail se marchase escaleras abajo a toda prisa.

Jimin observó la divertida escena.

— ¿Noto que empiezas a sentir cierto cariño hacia mi madre o son solo imaginaciones mías?

Taehyung la miró hoscamente desde el otro lado del pasillo.

— ¿Y yo noto que esta mañana eres aún más feo de lo habitual o será que hasta el momento no me había puesto las lentillas...? —replicó burlón.

蝙蝠之吻 [ VMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora