V E I N T I C I N C O

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¡Feliz Navidad!



«¿Me he vuelto loco ya?», se preguntó Jimin mientras se miraba en el espejo grande el baño. En realidad las profundas ojeras, la piel arrugada del contorno de los ojos tras el patético lloriqueo de la noche anterior y el cabello despeinado y enredado... no ayudaban mucho a encontrar una respuesta coherente que despejase sus dudas.

«Vale. Ahora, aparte de loco, también soy feo. Dos puntos extra.» Se sentó sobre el borde de la bañera mientras esta se llenaba de agua. Necesitaba con urgencia darse un baño relajante.

Los acontecimientos de la noche anterior la habían dejado aturdido. En primer lugar, todavía no lograba imaginarse a su aniñado Taehyung acostándose con aquella chica de la fiesta de no sé quién cuando tenía novio. En segundo lugar, debería haberle preguntado antes cuál era su apellido. En realidad lo indicaba en los papeles correspondientes del intercambio, pero no le había prestado atención y, aunque lo hubiese hecho, no lo habría creído.

Un Kim... El mimado, rico e imbécil hijo del famoso matrimonio Kim. El padre, dueño de una de las mayores empresas del mundo. La madre, una de las abogadas más prestigiosas de toda Europa. Jimin se abofeteó a sí mismo, intentando despertar así de aquel confuso sueño. Pero no pasó nada. Siguió allí, absorto, escuchando el sonido del agua caer conforme la bañera se iba llenando.

Por otra parte, empezaba a entender cómo y dónde había crecido Taehyung. Ahora todo tenía sentido, porque, claro, no era solo Taehyung, sino Kim Taehyung. Esa palabra lo cambiaba todo de un modo radical.

Se desvistió, cerró el grifo y se sumergió en el agua. Respiró hondo, relajándose. Inclinó la cabeza hacia atrás, hundiéndola hasta mojarse todo el pelo. Innumerables pensamientos volvieron a invadir su mente.

De todos modos a él le daba igual quién era Taehyung. Le importaba lo que había vivido con él, ni más ni menos. Y, si él había terminado engañando a su novio, que era un amigo e iba a su misma clase, ¿cómo podrían mantener ellos una relación a distancia? Se iría con otra u otro a la primera de cambio, seguro. Jimin no quería pasarlo mal, no deseaba hundirse por las noches en el sofá del comedor, al lado de su simpático amigo helado de chocolate, mientras recitaba una vez tras otra los diálogos de Romeo y Julieta y se preguntaba, angustiado, qué estaría haciendo Taehyung. Porque su paranoica mente se lo indicaría enseguida: estaría... con otra o con otro.

Exhaló aire por la nariz con la cabeza sumergida en el agua, un montón de burbujas pequeñas subieron a la superficie. Después volvió a sacar la cabeza y encontró fuerzas para echarse un poco de champú y frotarse el cabello sin demasiadas ganas. Llamaron a la puerta del baño.

— ¡Jimin!

Era el traidor. Fingió que acababa de quedarse sordo.

—Jimin, sé que estás ahí —prosiguió él—. ¿Puedo pasar?

蝙蝠之吻 [ VMin ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora