蝙蝠之吻 [ VMin ]

T R E C E

¡Joven enfermero!

— ¡Jimin, no te vas a creer lo que pasó anoche! Estuve con tu amigo, el inglés que...

Marcus dejó de hablar en seco cuando descubrió dos bultos que se incorporaban en la cama.

Abrió los ojos, sorprendido. Una risita tonta escapó de sus labios.

— ¡Oh, vaya! Veo que Taehyung se lo siguió pasando en grande después... —Sonrió pícaro, ladeando la cabeza—. ¡Qué marcha lleva el chaval! Es todo un semental.

Taehyung parpadeó confundido, mirando como loco a su alrededor. Le escocían mucho los ojos.

Se topó con la encorvada silueta del Mendigo.

— ¡Marcus ha resucitado! —explotó el rubio, admirado.

— ¿Eh? —Marcus enarcó las cejas.

—Por cierto... —Taehyung parecía confundido—. ¿Qué narices haces en MI cuarto?

Jimin se sentó en la cama y se apoyó en la cabecera. Bostezó. Después observó a Taehyung de reojo, sin demasiado interés.

—Perdona, idiota, pero este es mi cuarto —aclaró.

Él se destapó rápidamente, mirándose a sí mismo de arriba abajo. Marcus reía en el otro extremo de la habitación.

— ¡Y llevo el pijama puesto del revés! ¿Qué me has hecho, Jimin?, ¿qué me has hecho?

Jimin resopló, molesto, mientras se ponía unos coloridos calcetines.

—Pero ¿qué dices, tonto? Fuiste tú quien se abalanzó anoche sobre mí, y me miraste con esa cara de chino feliz; dijiste que te daba miedo dormir solo.

La habitación quedó sumida en un incómodo silencio que Marcus rompió sin miramientos.

—Bueno, vamos al grano... ¿te lo tiraste o no?

— ¿Tirar?

— ¿No recuerdas si mojaste? —Se tocó una rasta distraído, y Taehyung torció el gesto.

— ¿Mojar?

Jimin se levantó de la cama, se anudó el batín alrededor de la cintura y quitó algunos trastos que reposaban sobre la silla del escritorio.

—Marcus, no pasó nada. —Se frotó la frente—. ¿Se puede saber qué hiciste ayer? Eres un irresponsable.

Su hermano se encogió de hombros.

—Pues que montamos una buena bacanal entre el señor Porro, Taehyung, don Alcohol, mister Wisky y yo —Sonrió orgulloso—; el perro se lo pasó en grande.