Angel with a shotgun (Destiel) (Sterek) (Traducción)

Café y carne seca

Dean se deslizó en el asiento delantero del impala, arrojando una bolsa de cecina de res seca hacia Stiles, quien estaba en el lado del pasajero.

"Café y carne seca, desayuno de campeones." Dean guiñó un ojo mientras le entregaba con cuidado el portavasos, llevaba cuatro cafés.

"¿Trajiste las cosas de Sam?" Stiles preguntó sacando uno de los cafés.

"Sí, sí." Dean puso los ojos en blanco antes de comenzar a manejar.

"Entonces, ¿realmente crees que estamos lidiando con el diablo aquí, o crees que este es un caso normal de demonios?"

Dean negó con la cabeza levemente. "No sé. Para ser alguien que se supone que va a acabar con el mundo, ha estado terriblemente tranquilo."

"Demasiado tranquilo." Stiles estuvo de acuerdo.

"Creo que deberían estar sucediendo más cosas, ¿sabes?"

"Tal vez está limitado porque no tiene a Sam. Quiero decir que Sam es su recipiente perfecto y Cas dijo que una persona normal no podría sostener un arcángel."

"¿Crees que es tan fácil?" Dean arqueó una ceja mirando a su hermano menor. Stiles siempre había sido el más inteligente de los tres en un sentido lógico. Claro, Sam fue a Stanford, pero Stiles cazaba mejor que Sam. No quiere decir que Sam no fuera un buen cazador, pero Stiles simplemente tenía las mejores partes. Dean comenzaba a preguntarse si la gracia del ángel que había tenido algo que ver con eso.

"¿Fácil? No. Nada de esto es fácil, pero al menos nos da algo de tiempo. Ojalá supiéramos lo que está haciendo."

Eso le dio a Dean una idea, una que sus hermanos no podían conocer.

Stiles y Dean entraron a su habitación de motel para ver a Derek y Sam todavía revisando su investigación. No había tensión en el aire. Stiles se sintió aliviado al descubrir que Sam estaba aceptando a Derek con bastante facilidad. A Dean, por otro lado, le gustaba fingir que no existía. Que era mejor que la alternativa.

"El desayuno ha llegado". Dean arrojó la bolsa de carne seca sobre la mesa mientras Stiles repartía los cafés.

"¿De verdad Dean, café y carne seca?" Sam enarcó una ceja juzgando a su hermano mayor.

"Y polvo BC." Dean levantó la pequeña caja de medicina para el dolor de cabeza. Sam solo puso los ojos en blanco.

"No te preocupes, te compré tu comida para conejos." Dean hizo un gesto hacia la segunda bolsa.

Sam sacó una manzana y un yogur de vainilla. Sam le sonrió a Dean. Incluso sin preguntarle, Dean le consiguió a Sam algo que le gustaba. Dean nunca dejaba de cuidar a sus hermanos.

"¿Algo sobre las mutilaciones de ganado local?" Preguntó Stiles, abriendo una bolsa de cecina.

"Sí, leímos un poco y parece que las muertes por aquí han sido por un lobo." Señaló Derek a la pantalla de su computadora.

"Pero escucha esto, el lobo en realidad no ha sido visto por nadie." Agregó Sam.

"Perros del infierno." Stiles asintió, comprendiendo.

"Sí, cada víctima tenía algo bastante bueno pasando en su vida." Asintió Sam.

"La primera víctima era una agente de bienes raíces de treinta y dos años con una lujosa casa en el lago, hace diez años estaba endeudada. La segunda era un hombre de cuarenta años casado con una modelo, se conocieron hace diez años." Leyó Derek de la lista de víctimas.

"Pero este último nos dejó perplejos. Apenas tiene veintiún años y no tenía nada. Ahora, o realmente hay un lobo y los otros dos son solo una coincidencia o este demonio ha roto el patrón." Intervino Sam de nuevo antes de darle un mordisco a su manzana.

"O no pidió el favor típico." Dijo Stiles pensativo. "Deberíamos hablar con la familia de la víctima, ver si nos pueden dar una idea."

"Buena idea, ¿por qué no hacen eso? Voy a investigar el área, a ver si puedo encontrar el cruce en el que se invocó a este demonio y asegurarme de que esté inactivo. Estoy bastante seguro de que vi uno a una milla de aquí." Dean asintió, agarrando su café y una bolsa de carne seca.

"Alguien debería quedarse aquí, investigar el paradero de la espada del arcángel hasta que tengamos noticias de Cas." Sugirió Sam.

"Stiles, toma el impala. Llámanos cuando sepas qué está pasando." Dean le arrojó las llaves del auto a su hermano menor antes de salir.

Stiles las atrapó y le dio a Sam una mirada curiosa, Sam solo se encogió de hombros. Dean estaba tan nervioso últimamente que no sabía lo que estaba pensando.

-

Dean esperó con impaciencia a que apareciera el demonio. Lo había hecho todo a la perfección.

"Dean Winchester, ¿no eres un espectáculo para los ojos?"

Dean se giró para ver al demonio con el que había hablado antes, Crowley.

"¿Cómo supiste que quería hablar contigo?" Dean frunció el ceño. No había esperado que apareciera Crowley.

"Soy el rey de las encrucijadas, todas las llamadas pasan por mí. Considérame el despacho si quieres." Crowley hizo un gesto dramático con su mano.

"Bien, mira, necesito información." Resopló Dean, mirando a su alrededor como si sus hermanos pudieran acercarse y encontrarlo charlando con un demonio.

"Y yo necesito unas vacaciones, no podemos tener todo lo que queremos."

"Pensé que querías encerrar al diablo de nuevo." Espetó Dean.

"Y, sin embargo, todavía deambula por ahí." Espetó Crowley.

"No me diste mucho con qué trabajar." Dean levantó una mano con frustración. Estaba perdiendo el tiempo.

"Eres un maldito Winchester, arréglatelas." La voz de Crowley se elevaba.

Dean respiró hondo y se presionó el puente de la nariz. "Necesito saber dónde está."

"¿Tienes alguna forma de volver a encerrarlo?"

"Mira, todo lo que necesitas saber es que tenemos un plan, solo necesito saber dónde está." Dean resopló. No tenía paciencia para los demonios. Ni siquiera debería estar aquí.

"Sé a dónde va." Concedió Crowley después de un momento, como si no estuviera seguro de querer decirlo.

"¿A dónde va?"

"Va a estar en Missouri. Está organizando las cosas para convocar al último jinete, la Muerte."

"¿La muerte? ¿Como la muerte?" Dean parpadeó al demonio frente a él.

"Tiene que realizar un ritual de invocación."

"¿Por qué Missouri?"

"¿Te parezco a Google? ¿Cómo diablos se supone que debo saberlo? Querías una ubicación; te di una maldita ubicación. No sé cuándo estará allí, solo mantente atento a los presagios demoníacos, habrá un montón."

Con eso Crowley se fue.

Dean resopló, pasándose las manos por el cabello. Estaban en tiempo prestado y todavía no tenían el arma necesaria para matar a Lucifer. Esto iba a las mil maravillas.

-

"¿Así que el niño cambió su vida por la de su hermana pequeña?" Sam frunció el ceño a Stiles.

"Sí, estaba muy enferma y los médicos le dieron menos de tres meses de vida. Andrew se enteró del demonio e hizo un trato." Asintió Stiles.

"Bueno, al menos sabemos que el demonio no rompió el patrón." Sam dejó escapar un suspiro. Cada vez que ocurría un trato demoníaco en el que un miembro de la familia cambiaba su vida por la de otro, afectaba a Sam. Su padre lo había hecho para salvar a Dean y luego Dean lo había hecho para salvarlo a él.

En ese momento entró Dean. Parecía cansado, como si el peso del mundo estuviera sobre sus hombros. En cierto modo, así era. Sin embargo, estaba sobre todos sus hombros, pero Dean trataba de soportar el peso solo, como si pudiera.

"¿Encontrar al demonio?" Preguntó Sam mirando a los ojos exhaustos de su hermano.

Dean negó con la cabeza. "Nop, todo despejado."