Capítulo 14

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Aunque no lo pareciera, su estómago se revolvía con cada giro que daba y con cada segundo del silencio entre los dos. Solamente tenían la música de fondo, le daba una ambientación diferente, pues Fyodor sabía la traducción.

"Scared Love" de The Neighbourhood, que resumía un poco sobre lo que sentía, si era sincero en estos momentos. Le indicó a Nikolai girar en la siguiente calle, vivía un tanto lejos y alejado del centro de la ciudad.

Miró por la ventana un buen rato, tenía que pensar en la manera adecuada de arreglar lo que sea que pasó con los demás. Más bien estaba confundido, porque no fue incómodo cuando Dazai lo insinuó o cuando le siguieron la corriente, pero tampoco le hizo lo suficientemente feliz como para opacar ese sabor amargo.

Se conocían desde hace unas semanas, no había razones para declararse. Sería estúpido, tan ilógico que incluso Nikolai podría sentirse mal con eso y la amistad que ya tenían se iría directito al demonio. Y no quería eso, ni para Gogol ni para él.

Deslizó su mano sobre el cinturón de seguridad, no consideraba una buena opción quedarse esperando como idiota cuando perfectamente podría tomar la iniciativa.

— ¿Está t-todo bien?– apenas preguntó, sentía su corazón latiendo en su garganta — Creo que estás... bu-bueno... t-te noto muy callado

— No, no te preocupes, está todo bien– le restó importancia, movió sus manos sobre el volante y dio la vuelta — ¿De aquí a dónde?

— En otras dos calles por la derecha, subes y hasta el final en la primera– respondió, recargó su brazo en la puerta y no pudo evitar comenzar a jugar con sus dedos — ¿De verdad estás bien? E-Es que... es decir... ¿e-estamos bi-bien?

Escuchó una pequeña risa proveniente de los labios de Nikolai, frunció el seño. Mordió la punta de su pulgar izquierdo, no tardó nada en sentir el gusto a hierro, realmente estaba preocupado.

— Claro que estamos bien, te estoy llevando a tu casa y tengo cuidado con tu auto, ¿por qué no lo estaríamos?– cuestionó de regreso, notando que Fyodor no le miraba y casi le estaba dando la espalda — ¿C-Crees que... p-pueda haber alguna razón para pensar que no estamos bien?

El ruso murmuró algo que no alcanzó a comprender, por lo que supuso que no sería importante. De todos modos, trató de ponerle más atención sin dejar de ver el camino, teniendo la debida precaución con ambos.

Bien, no era tan imbécil como para fingir no darse cuenta de lo que pasaba entre los dos. El comentario tan a la ligera de Dazai los puso nerviosos, no con ese nerviosismo que se era asfixiante, sino el tipo de impulso que te hace hacer cosas estúpidas sin pensar dos veces.

Tuvo que frenar en el semáforo rojo, y aprovechó para acariciar el hombro de Fyodor. Sintió su sobresalto, por lo que comenzaba a replantearse sobre si fue una buena idea o no, aunque verle con el leve rastro de sangre fue lo que le hizo olvidarse de todo lo demás.

Sus ojos se veían turbulentos, había pánico en ellos junto a un océano interminable de dudas sin resolver. Sobrepensaba demasiado la situación, sabía cómo se sentía aquello y con mayor razón se detuvo poco antes de llegar a casa del ruso en una calle más tranquila.

Fyodor lo entendió también, limpió sus pulgares desapercibido y se preparó para tener una seria conversación. Sus intestinos daban vueltas y vueltas generando una bola de angustia dentro suyo, haciéndole sudar frío y apretar sus labios, respirando con dificultad.

— En el obvio caso hipotético, ¿crees que podríamos llegar a ser una buena pareja?– soltó rápidamente, Nikolai casi no entendió, pero sus mejillas se pusieron rojas a más no poder — ¡E-Es hipotético, n-no pienses que t-te estoy pidiendo se-ser algo m-más o una cosa así!

Háblame // FyolaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora