-Final Alterno-

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°°°°

El reloj marcó la media noche.
El año nuevo se llegó.

Los pocos juegos artificiales audibles corroboraron y el corazón se les hizo un nudo.

Respiró agitado con la boca abierta.
Sin nada más, soltó la mano de Vegeta y con un rostro bajo se apartó lo más que pudo; dejando a medias el baile y la canción.
Limpió los rabillos de sus ojos a velocidad, y alzó la vista.
Sonrió de manera gélida, pérdida y poco sentimental.

Goku- Iré a ayudarte a empacar.
Dijo y giró sobre sus talones.
Apretó sus puños y empezó a caminar hacia su habitación.

Mordió su labio y cierta duda le llenó aún más.
Su corazón fue rápido, y de nuevo cayó en ese abismo de cuestiones.

-Ya déjalo.- Habló el orgullo con la misma frialdad de siempre.
-Ya se resignó. Sería una idiotez perseguirlo.- Agregó.

Respiró agitado.
Sudó frío y quería perder.
Sus ojos se volvieron lacrimosos y su boca titirito.
Pero, pese a todas esas sensaciones, sólo se quedó inerte en el centro del lugar.
Escuchando el sonido de aquellos fuegos artificiales. De las ruedas de su maleta moviéndose, y aquellos sollozos bajos desde la otra habitación.

-Sus ojos eran una catarata.
Las lágrimas salieron como un mar de dolor que humedecieron sus mejillas, cayendo al suelo desde su altura.
Las manos le temblaban mientras doblaba la ropa del omega.
Sabía que había perdido, muy en el fondo él lo sabía. Sin embargo... Su corazón siempre dudó y le hizo creer que ganaría la apuesta. Haciéndole un daño mayor del necesario...
Apretó una camiseta... Su vista fue borrosa, y sobre la tela posó su nariz. Oliendo el leve aroma que quedaba de colonia y feromonas dulces...

-Su orgullo no le permitió llorar.
Dió ya una respuesta. Para él no había vuelta atrás. Y aún así; el nudo en la garganta no le permitió respirar con facilidad.
El frío en sus palmas no le permitió empuñarlos más.
Y el peso en su pecho estrujó su corazón.

...

Minoru- Pequeño Goku... -Pronunció al bajar del jet el omega con los ojos llenos de lágrimas y un rostro rojo hasta las orejas.-

Goku- Minoru... -Respondió y rápidamente lo abrazó entre sus gruesos brazos. Escondiéndolo en su amplio pecho.- No pude... Minoru, no pude... -Agregó y metió su cara entre el cuello del peli-negro.-

Minoru- Lo sé pequeño... Pero, todo estará bien, ¿sí?

Goku- No puedo vivir sin él... -Argumentó con la voz quebrada.- No quiero estar aquí... No sin él...

Minoru- Por favor... Me... Mi amor, me vas a matar... Yo tampoco quiero que te quedés aquí... Este no es tu hogar...

Goku lloró entre los brazos de su madre. Expresando nuevamente lo que sentía, sin ningún remordimiento de que Vegeta estuviera a unos metros de ellos dos.

El Señor bajó del jet con su nieto en brazos.

Vegetta- Vegeta, despídete de tu hijo. -Ordenó y se acercó a él.-

Dejó su maleta.
Apresuró su paso a dónde Vegitto estaba, y se lo arrebató de los brazos a su padre.

Vegetta- Kakaroto, hijo. -Llamó y metió su palme entre ese cabello.- Me pondrás triste a Minoru. Sonríe otra vez. -Solicitó con una sonrisa ladina.-

Goku- Padre. -Respondió y con su antebrazo limpió su rostro.- Lo lamento.

Vegetta- Ya deja de llorar, mocoso. Sabes que podrás llamarnos y visitarnos cuando quieras. Tampoco es que vayas a perder todo tipo de conexión con nosotros.

Perdido en tu Fragancia -Especial Navideño-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora