Capítulo 13:

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«Atrapada por el amor»

DARIEN:

No he dejado de sonreír como idiota con solo volver a reproducir las últimas palabras que mi novia me había dedicado. Y es que, sentía que todo era tan irreal. Más porque hasta hace unos días atrás estuve tan orgulloso por una vaga actitud que tuvo debido al nerviosismo que le dio ante mi precipitada propuesta de matrimonio; Pero hoy todo eso quedó atrás. Ambos ya hemos hablado, y debido a esto ya nos hemos prácticamente reconciliado. Así que, gracias a ella, hoy podía volver a sonreír de esta forma. Porque solo ella lograba hacerme sentir así de feliz; Llegué a la habitación en donde me estaba hospedando, y tras darme una ducha, me permití descansar un rato, antes de tener que llamar a mi novia. Así que perdí el conocimiento de cuánto tiempo dormí. Lo único que supe una vez que el sonido de mi celular me despertó, fue que no pude haber dormido tanto, pues la alarma que había puesto para despertarme aún no sonaba. El sonido que se había escuchado, y que me había despertado, era el de una llamada entrante. Así que, con las ideas no tan claras, sintiéndome algo adormecido, y viendo que era Andrew el que me marcaba, de inmediato contesté.

—Hola...

—Darien, ¿Dónde estás? —bostecé.

—Ahora mismo estoy en el hotel. Estaba durmiendo un rato.

—Ah. Lamento despertarte.

—Sin problema. ¿Qué pasó?

—¿Estarás ocupado?

—Eh, no. De hecho, ya no pienso salir. ¿Por?

—Necesito que hablemos. Pero no por teléfono —mi ceño se marcó todavía más, logrando que todo rastro de sueño o pereza se esfumaran.

—¿Dónde estás?

—En Jackson —de inmediato me enderecé en cuanto lo escuché.

—¿Por qué? ¿Necesitas algo?

—No, pero necesito decirte algo importante —insistió en lo mismo, provocando que un nudo se alojara en el fondo de mi estómago.

—¿Ocurre algo? ¿Mi padre está bien? —murmuré sintiendo como se me cerraba la garganta, luego de recordar que la última vez que llegó a buscarme así de improvisto, había sido para darme las malas noticias acerca de la salud de mi madre.

—Tranquilo. Tu padre está bien. Iré por otro asunto urgente —me permití respirar con normalidad, cuando me tranquilizó diciéndome eso.

—Está bien. Yo... aquí voy a estar. Como te dije ya no voy a salir. Ya sabes dónde estoy hospedado, así que aquí te veo —tras colgar la llamada, me di otra ducha para poder despejarme mejor. Pero pese a que me dijo que podía estar tranquilo, no podía estarlo completamente. Esperé desesperado y lleno de angustia por su llegada durante unos cuantos minutos, que me parecieron horas, que cuando escuché que tocaban mi puerta, de inmediato como un resorte tenso me puse de pie para ir a abrir. Lo dejé pasar y con tan solo saludarlo escuetamente, fui directo al grano. —¿Qué ocurre? —antes de que me dijera algo, vi que Mich se asomó por la puerta también. —¿Mich? ¿Qué haces aquí? —murmuré confundido y con el ceño fruncido.

—Pedí unos días en la agencia, para apoyarte, bobo.

—¿Apoyarme? No entiendo —Andrew suspiró.

—Mich, lo estás angustiando más de lo que está. Deja primero le explico que hacemos aquí.

—¡Exacto! Así que hablen ya —Andrew me dio una carpeta. —¿Qué es...?

—¿Qué me pediste que investigara con urgencia? —abrí los ojos de par en par, al comprender de lo que hablaba. —Léelo —acatando su orden, me separé de ellos y los dejé pasar completamente, mientras yo me sentaba en un sofá cercano y revisaba minuciosamente la información. Pero con cada cosa que leía, más aterrado me encontraba.

ATRAPADA POR EL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora