Capítulo 14:

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«Infiel»

««—Diamante... Po... por favor vete. Te prometo que no diré nada. Haré como que nada ha pasado —balbuceé dando torpes pasos hacia atrás, mientras el reía y se adentraba más en mi departamento.

—¿Irme? ¿Por qué haría algo así? —cerró la puerta. —He esperado ansiosamente, pero no puedo seguir esperando —respondió tranquilo, tirando al suelo la pequeña lámpara que yo tenía en la sala. —¡Dime por qué me iría, si tengo lo que quiero ahora mismo! —pese a que intenté correr, él me atrapó y me tomó del cuello con fuerza. —¡Me encantas! Me gustas tanto... —murmuró dándome una lamida larga en la mejilla que me hizo sollozar de miedo. —¿Tienes una idea de lo mucho que deseo hacerte mía?

—Su... ¡Suéltame, por favor! —llena de miedo, comencé a forcejear desesperada. Logrando arañarle la cara. Pero él, debido a su fuerza, me dio tremenda bofetada que me hizo caer aturdida contra el suelo. Y lo único que pude hacer de forma rápida, fue cubrirme el vientre para que no le pasara nada a mi bebé. Y una vez que me tuvo en el suelo, me tomó bruscamente del mentón.

—Todo hubiese sido tan fácil, si al menos hubieses comido lo que te di. Hubieras sufrido mucho menos. Te lo aseguro. Pero como siempre, tu estúpido novio solo viene a complicarlo todo —tras decirlo, puso contra mi nariz un trapo impregnado de un olor fuerte y extraño. Y aunque continué forcejeando, intentando alejarlo de mí, no pude hacerlo. Así que, su rostro sonriendo diabólicamente fue lo último que vi antes de perder el sentido.»»  

¿Qué si me encontraba nerviosa en estos momentos? No... Para nada. ¡Estaba aterrada! Inclusive estaba mucho más aterrada de lo que estuve cuando supe las intenciones de Diamante. De quien desafortunadamente no pude defenderme. Fui tan débil, que con un solo golpe que me dio en el rostro, y no pudiendo evitar que me drogara, fue como caí desvanecida, sin saber más. Lógicamente temí por la vida de mi bebé. Era quien más me preocupaba en esos momentos. Pero según los médicos él estaba bien. Diamante por suerte no había logrado hacerme más que eso, porque Darien había llegado a rescatarme justo a tiempo. O si no tal vez otra tragedia estuviéramos contando ahora mismo. Así que, gracias a él, había despertado casi un día después, en una cama de hospital. Con la cara magullada y sintiéndome terriblemente débil y adolorida. Más no era eso lo que me preocupaba. Tampoco era mi bebé, quien aún seguía resguardado cuidadosamente en mi vientre. Ni siquiera lo fue la presencia de esos oficiales que vinieron para que hiciera mi declaración de lo ocurrido. Sino que era la presencia cautelosa y silenciosa de Darien. Quien se paseaba de aquí para allá, obviamente sin mencionar nada del bebé. ¡Y vaya que lo sabía! Luna cuando vino a verme, me dijo que tuvo que decírselo cuando me traía al hospital. Pero como dije, hasta ahora no ha mencionado nada al respecto. Incluso salía a "estirar las piernas", cada que alguien venía a visitarme, seguramente para no escuchar nada de lo que yo hablo con los demás. El Darien que se mostró antes tan amoroso y detallista, no está ahora conmigo. Ahora en su lugar está el Darien resentido y servicial. Aquel que procuraba que yo estuviese cómoda. Aquel que se aseguraba de que yo tuviera todo lo que necesitaba, así fuera una simple almohada o una frazada. Pero en vez de tomar su silencio como algo positivo, lo estaba tomando como todo lo contrario. Su silencio y servicio acomedido y eficiente en vez de calmarme me estaba poniendo los pelos de punta. Prefería mil veces que me gritara, y me exigiera una explicación. Pero como dije, no lo hacía. Y cuando yo apenas intentaba hablar con él, alguien más llegaba a visitarme, interrumpiéndome, haciendo que él se fuera de la habitación y no volviera hasta después de un rato. Luna, Diana, la señora Galaxia, e incluso mi padre han estado aquí. Me venían a ver constantemente, estando al pendiente de mí. De hecho, me sorprendí por supuesto cuando vi a mi padre, pero él solo me dijo que Darien fue quien lo había llamado, así que había venido solo, para primero asegurarse de cómo estaba. Y como me encontraba bien, dentro de lo cabe, no iba a decírselo a mamá, para no preocuparla. Lo cual estuve más que de acuerdo. Pero él, al igual que Darien, no ha mencionado nada del bebé. Pero me parece que es porque no lo sabe aún. Parece que nadie se lo ha dicho. Y sé que debo hablar también con él. Pero antes de hacerlo, tengo una cuenta pendiente con Darien. Y no me voy a rendir hasta conseguirlo.     

ATRAPADA POR EL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora