Capítulo 8:

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«Una prueba»

No sabía cómo sentirme ante toda esta loca situación. Pues una parte de mí, no voy a negar que, se sentía aliviada de volverlo a ver. Pues eso quería decir, que pese a todo lo que le dije ayer, aún estaba dispuesto a luchar por mí. Y sabía bien que era algo egoísta, pero a la vez era algo bueno, ¿No? Aunque... no mentiré. Ya que otra parte de mí sentía pena por él. Pues como dije, no estaba acostumbrada a ser cruel con la gente. Y por lo mismo, no creía poder usar a Darien como todas esas cosas que propuso, y todo con tal de obtener a toda costa mi perdón. Así que, estaba muy contrariada todavía. Sin saber qué hacer.

—¡Serena! —me giré a ver quién me llamaba. Mirando a Rei que se acercaba a mí. —Te he estado siguiendo y hablando todo el rato, mujer. ¿En qué vienes pensando que no me escuchas? —me ruboricé.

—Lo siento, Rei. Venía distraída.

—Eso puedo notar. Aunque puedo entender el por qué —nerviosa, tragué saliva. 

—¿Ah, sí?

—¡Sí, por supuesto! Así que cuéntame, ¿Quién es ese papucho que vino a dejarte, ah? —mi tic nervioso salió a flote.

—Yo...

—No es tu novio, ¿Cierto? Es que lo pregunto por la reverencia que hizo ahorita. No sabía que tenías sirvientes —sí. Eso claramente había sido una exageración por parte de Darien, que me hizo sentir todavía peor. Pese a que lo más seguro es que solo lo había hecho con el fin de molestarme. Pero ahora Rei lo había visto. ¿Qué iba yo a decirle respecto a esto? ¡Maldición!

—Rei... —volvió a interrumpirme.

—Si no es así, ¡Debes presentármelo! ¡Está hecho un cuero! —el estómago se me revolvió, cuando comencé a sentir una oleada de celos. Celos que muy pocas veces habían salido a flote. Porque realmente sí tuve celos en varias ocasiones. Digo, ¿Cómo no tenerlos cuando Darien es todo un galán guapo de telenovela? Incluso cuando me enteré de todo su engaño, aparte de tener todos aquellos sentimientos de traición, también tuve celos. Porque supe que mi hermana había tenido intimidad con mi novio. Probó sus labios, conoció su cuerpo y disfrutó de sus caricias mucho antes que yo. Y esto, aunque me puso enferma al principio, también me llenó de celos e inseguridad; Ahora, volviendo a lo que me acababa de decir Rei, de nuevo me hacía la pregunta sobre qué iba a decirle. ¿Aún era mi pareja después de lo que hemos pasado? La verdad es que no estaba tan segura de ello. Podría decirle que no lo era, pero, si ella intentaba tener algo con Darien, sabía que no iba a poder soportarlo. Por mucho que él no le hiciera caso. Aunque bueno, también no me podía confiar en que esto último fuera totalmente a suceder, porque, yo más que nadie conocía su pasado. Y lo admito. Rei era una chica muy hermosa. Y sexy, además. Toda una tentación andante para el sexo opuesto. Así que, como comprenderán, no estaba tan segura de sí Darien podía resistirse a sus encantos. Y como dije, yo misma no iba a poder soportar que hubiera coqueteo entre ellos. Pero también.... pensando en los consejos que Luna me dio, y viéndolo de esa forma, esto podría ser como una prueba para Darien. Para ver cómo actuaba ante esto. Si aceptaba que yo era su novia, podía continuar desafiándolo para saber si era realmente merecedor de mi corazón. Pero si negaba todo, y peor aún, si coqueteaba con ella y hacía todo lo contrario, entonces eso me diría, que no servía de nada seguir perdiendo el tiempo. Que por más que doliera, él nunca sería el hombre que estoy buscando para que sea mi compañero de por vida. Así que, con esa decisión insegura, no lo pensé más, y antes de poder arrepentirme, le respondí.

—No, no es mi novio —sentí desasosiego y acidez una vez que lo dije. Incluso mi estómago se revolvió cuando la vi celebrar.

—¿En serio? ¡Qué alegría! ¿Entonces quién es él para ti? ¿Por qué...?

ATRAPADA POR EL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora