Capitulo 4.

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ASHTON.

—¡No le pongas esa cosa! —me queje, intentando arrebatarle a Luke, el horrible chupón con la forma de la nariz de un cerdito que le habia comprado a Noah.

—¿Porque? —se alejó de mi, colocando la porquería sobre su cabeza para que no pudiera alcanzarla—. Se ve bonito, como un pequeño chanchito.

—Te he dicho mil veces que Noah no es un juguete, Luke, no puedes hacerle este tipo de cosas.

—No estoy haciendole nada —esquivo mi cuerpo, como si estuviesemos bailando y llegó al lado de Noah, colocando el chupón en su boca—. ¿Ves? A él le gusta.

Rodeé los ojos, soltando un suspiro cansado. Esto se estaba convirtiendo en una misión imposible. Luego de que dieramos cientos de vueltas al centro comercial, logré comprar todo lo necesario para que Luke pudiera cuidar de Noah pero el chico ni siquiera me escuchaba cuando intentaba explicarle como se utilizaba cada cosa. Era como tratar con dos niños en vez de uno.

—Bien, dejaselo —cedí—. Pero al menos escuchame cuando te estoy explicando algo.

—Tienes toda mi atención. —sonrió, mirandome con los ojos enormes.

Dios, el idiota era lindo hasta cuando estaba tomandome el pelo. Su sonrisa era todo dientes cuando su lengua salió a mover el piercing en su labio inferior, jugueteando con él mientras esperaba que yo hablara. Mierda, quería besarlo más que nada. Cerrando los ojos un momento, tomé un profundo respiro y aleje esos pensamientos de la misma forma que lo habia hecho desde hacia años.

Cuando volví a abrirlos, Luke me miraba con el ceño fruncido como si intentara comprender que rayos esperaba para comenzar a hablar.

—Horarios para comer.

—Como a las dos de la tarde y luego cuando me da hambre. —dijo sonriente.

Tomando a Mr. Miky de la mesa cercana, golpee a Luke en la cabeza con el mismo—. Estoy hablando de Noah, no de ti, imbecil. ¡Concentrate!

—Estoy concentrado.

—No, no lo estas —negué, apuntando a la mano que mantenia en el bolsillo de su jean—. Estas intentando mandar textos mientras hablamos, ¿crees que soy idiota?

—Bueno... —dudó, ganandose otro golpe de Mr. Miky.

—Callate. —sisee. Volteandome sobre mi mismo, alcancé las bolsas que habiamos traido y rebusque en ellas hasta que encontré un biberon y una de las latas de formula que habia comprado—. Prepara el almuerzo de tu hijo.

—¿Para que es la lata? —miró a la cosa como si le fuera a salir boca y morderlo.

—Te lo explique en la tienda, te lo repetí de camino aquí y volví a hacerlo mientras subiamos las escaleras —dije irritado—. ¿Puedes jodidamente escucharme por dos segundos?

—Tu cara esta comenzando a ponerse roja. —comentó y estuve a punto de estrangularlo pero Noah pareció leer mis intenciones y comenzó a llorar en ese mismo instante—. Te toca a ti.

Con un gruñido, le di un empujón para llegar al bebé y tomarlo en brazos—. Tiene hambre, Luke. Te enseñaré a prepararle el biberón pero por el amor de dios, prestame atención.

—Yo siempre estoy prestandote atención, sonrisas. —movió las pestañas inocentemente y reprimí un suspiro soñador.

Esto no iba a terminar bien para mi y mi corazón, eso seguro.

Haciendole un gesto hacia la cocina, le indiqué paso a paso como preparar un biberon y lo hice repetir el proceso cuatro veces más, ahorrandome el trabajo ya que dejaria las que sobraban en la heladera, luego solo tenia que colocarlos en el calienta biberones y encenderlo. Esperaba que el chico pudiera hacer eso.

—Pon tus muñecas hacia arriba. —pedí, tomando el biberon de su mano mientras me mecia con Noah de un lado a otro sin poder detener el llanto.

—¿Para que?

—Hazlo —con una mirada desconfiada, el rubio hizo lo que le pedi y antes de que pudiera reaccionar arroje un chorro de liquido en sus muñecas.

Luke maldijo, saltando hacia atrás—. ¿Porque rayos hiciste eso? Esta caliente.

—¿Acaso pensabas darsela sin comprobar la temperatura? —espeté—. Hubieses quemado su boca.

—Podrias haberme advertido. —frotó su muñeca.

—Es más divertido verte sufrir. —me encogí de hombros mientras le pasaba a Noah y sacaba un recipiente, colocando agua fría dentro y dejando caer el biberon en ella—. Para enfriarla haces esto y...

Arrorró mi niño. Arrorró mi sol. Arrorró pedazo de mi corazón. —mis palabras se perdieron cuando escuché la voz de Luke entonando la canción de cuna. Me di vuelta tan rapido que casi caigo de culo—. Este niño mío, se quiere dormir y el pícaro sueño, no quiere venir. —Luke estaba meciendose suavemente mientras cantaba con voz suave y tranquila, Noah habia dejado de llorar finalmente y lo miraba como si fuera la cosa más fascinante en el planeta—. Este niño lindo, se quiere dormir, cierra los ojitos y los vuelve a abrir. Arrorró mi niño. Arrorró mi sol. Arrorró pedazo de mi corazón...

Aferrandome al mostrador detrás de mi, me esforcé por mantener mi corazón y emociones dentro en un intentó desesperado de que la tierna imagen frente a mi no me afectara. ¿A quien quería engañar? Habia caido enamorado de Luke tan fuerte que dudaba que alguna vez dejara de quererlo y Noah... el bebé habia tomado lo que quedaba de mi corazón con una sola mirada de esos grandes ojos azules.

¿Como rayos se suponia que debia seguir cuando estas dos personitas frente a mi significaban todo y ni siquiera podia demostrarselos?

Luke siguió tarareando en voz baja sin darse cuenta de lo que pasaba en mi interior. Sin darse cuenta de cuanto realmente lo amaba.

Besos de un Casanova |Luke/Ashton|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora