Besos de un Casanova |Luke/Ashton|

Capitulo 8.

ASHTON.

Oh mierda. Oh santa mierda. Oh gran y desagradable montaña de mierda.

Esto no podia simplemente pasarme. ¿Como rayos habia llegado a esa situación? ¡Todo era culpa del boca suelta de Michael! Si él no hubiese comenzado con sus estupidas preguntas Luke jamás se hubiese enterado de lo que sentia por él. Pero... ¿era eso lo que queria? ¿Vivir toda mi vida enamorado de mi mejor amigo, observandolo hacer su vida sin tener conocimiento de lo que me sucedia? Ya no estaba muy seguro de ello.

Empujando la puerta principal, no me di cuenta de que alguien estaba del otro lado y lo golpee. En un movimiento casi involuntario, atrape la pequeña forma antes de que tocara el suelo. No pude retener el jadeo de sorpresa que se me escapo cuando vi el suave rostro de porcelana, con los ojos cerrados fuertemente, a pocos centimetros del mío.

—¿Cole? —susurré.

Las largas pestañas negras se movieron inquietas por unos segundos antes de que las grandes orbes verdes de mi ex novio me devolvieran la mirada. Una suave sonrisa se hizo lugar en su boca, dandole un aspecto angelical.

—¿Por qué cada vez que nos encontramos me golpeas de alguna forma? —bromeo.

Sonreí—. Sabes que no lo hago a proposito.

Cole habia sido mi novio oficial por dos años cuando estabamos en secundaria. Lo habia conocido el primer día de clases cuando lo golpee sin querer con mi mochila y algo habia hecho clic entre nosotros. Habia sido feliz en ese tiempo, el "pequeño polvorita" como me gustaba llamarlo, habia hecho de mi vida un caos pero tambien me habia dado mucha felicidad. Aun no podia creer que hubiesemos terminado cuando él se fue a la universidad.

Cole Barlett habia sido mi zona de escape durante dos años. Brindandome amor y apoyo aun cuando estaba totalmente consciente de mi enamoramiento por Luke. El habia estado para mi siempre y no podia asombrarme del hecho de que apareciese en el momento que más lo necesitaba.

—¿Que haces aquí? —pregunté mientras lo colocaba sobre sus pies.

Me sonrió—. Vine a verte —se encogió de hombros—. Estaré en las ciudad por unos dias y no podia irme sin al menos saludarte.

Lo atraje a mis brazos en un suave movimiento, deleitandome del familiar aroma a canela que tenia su cabello—. No sé como lo haces pero siempre apareces cuando más te necesito.

—Tengo complejo de hada madrina —rió mientras pasaba una de sus manos por mi cabello, descanzandola hasta mi nuca y haciendo circulos con la punta de sus dedos logrando que mi cuerpo entero se relajara—. ¿Quieres ir a tomar un café y me cuentas?

—Eso sería genial. —susurré contra su cuello.

—Vamos, mi niño grande —pidio suavemente—. Dejame cuidar de ti otra vez.

—Gracias, Cole.

Dejando un pequeño beso en la punta de mi nariz, enredo nuestras manos juntas y me jaló por el cordón. Me deje guiar sin protestar, sintiendome como un adolescente perdido nuevamente. Habia pasado demasiado tiempo desde la epoca en que dejaba que Cole me aconsejara pero ahora, más que nunca, necesitaba de sus palabras.

El chico me obligo a entrar un café y me guió hasta el fondo, sentandonos en la mesa más aislada que encontró. La camarera no tardo en llegar y no pude evitar sonreir al escuchar a Cole pedir el mismo cappuccino con caramelo que habia amado durante la secundaria. Una vez que la chica se habia alejado para preparar nuestros pedidos, el pequeño rubio se giró a mirarme.

—Ahora, cuentame —coloco los codos sobre la mesa antes de descanzar sus mejillas en las palmas de sus manos—. ¿Que paso ahora con Luke?

—¿Como sabes que se trata de Luke?