Sonic Prime: Alternativo

ALPHA 5: Cara a cara

[...]

El sonido de los aullidos desesperados de la ciervos-zorro albina resonaban por toda la selva, deteniéndose únicamente para tratar de escuchar una respuesta por parte de su cachorro perdido.

Un grito, un llanto, lo que sea con tal que proviniera de él.

A lo lejos, su pareja se acercó con algo de miedo a ella, bajando su cabeza y orejas en un tono suplicante, como pidiéndole perdido por algo, acción a la que esta respondió abalanzandose sobre este con rabia comenzando a morderlo por todo su cuerpo.

No era muy difícil intuir lo que ocurrió.

Como tampoco era un secreto que las hembras eran especialmente agresivas cuando se trataba de sus crías, así estas fueran adoptivas.

Mamá habría continuado reprendiendo a su pareja por haber abandonado al erizo azul como si nada durante un largo rato, de no ser por el ligero sonido de alguien quejándose de dolor que llego a sus sensibles oídos, lo que la hizo salir corriendo a toda velocidad.

No paso mucho hasta que dio con el causante, su pequeño Sonic, quien se encontraba atorado en un arbusto espinoso, su pequeño cuerpo estaba cubierto de múltiples cortes no sólo causados por las espinas, aparentemente se lastimo mucho mientras intentaba encontrar el camino a casa.

--- ¡Mamá! ---. La llamó llorando apenas vio como la albina se acercaba a él.

Sin perder tiempo, la hembra se apresuró a sacar a su pequeño de esta situación, arrancando las ramas que lo mantenían prisionero a mordiscos, no le importaba pincharse o cortarse con las espinas, solo quería que su cachorro estuviera a salvo.

Papá llegó poco después, necesitaba unos minutos para recuperarse de tal paliza, encontrando a su compañera lamiendo al erizo para limpiar la sangre que brotaba de sus heridas mientras que el pequeño niño estaba completamente pegado a ella, bebiendo la leche que la hembra recientemente había comenzado a producir.

La noche anterior había sido muy dura y el pequeño estaba muerto de hambre.

Papá hizo un intento por acercarse a ambos, sin embargo, fue rápidamente detenido por un fuerte gruñido de la hembra a modo de amenaza. No iba a ponerse en pie para atacarlo, quería que Sonic se alimentará tranquilo, pero si este continuaba insistiendo no dudaría en hacerlo.
Solo entonces el macho fue capaz de entender que no había nada que hacer, su compañera había aceptado al erizo azul como parte de si misma, deshacerse de él solo le traería más problemas de los que de por sí ya tenía con ella por haberlo abandonado la noche anterior. Estaba claro que no le permitiría acercarse al pequeño durante un buen tiempo.

Ahora, debía recuperar la confianza de su pareja y ganarse la del erizo.

[...]

Lentamente, el oji-esmeralda comenzó a incorporarse aún bastante somnoliento. El sol ni siquiera había salido todavía pero como líder del grupo, tenía responsabilidades, por lo que se apresuró a abandonar la madriguera y correr hacia el río, como cada mañana.

Una vez en la orilla del mismo, el azulado se tomó unos segundos para admirar al "Gran Verde", tenía planeado hacer una nueva incursión en esas tierras pero esperaría un tiempo antes de hacerlo, no quería repetir el fracaso de la vez anterior.