Una chica.
Dos pretendientes.
¿Quién será el ganador de permanecer a lado de la chica Scamander?
¿Amor? ¿Odio? ¿Celos? ¿Enemigos? ¿Problemas?
Época merodeadora.
Todos los personajes le pertenecen a JK Rowling a excepción de Artemisa y otros personaj...
Los alumnos de Slytherin comenzaban a formar sus propios grupos de entrenamiento, sus padres esperaban que se unieran a las filas de Lord Voldemort lo antes posible, hace dos años que él subió al poder y estaba ganando rápidamente a varios aliados.
Lorcan Scamander estaba entre la espada y la pared, el no deseaba permanecer al lado oscuro, pero estaba decidido a unirse a Voldemort si de ese modo era capaz de proteger a su familia si es que estos terminaban repudiándolo.
Tenía asegurado el bienestar de sus primos gracias a su mentira respecto a su estatus de sangre, tuvo que decir que eran sangre puras como él para sacarlos del ojo del huracán.
De igual modo el que fueran cercanos a Regulus había sido de ayuda, el Black logró integrarlos a su grupo de amigos efectivamente, ahora nadie sería capaz de tocarlos.
Pero... Siempre hay un pero.
Había escuchado del poder que residía en el interior de sus primos y aquello lo preocupada. Si Voldemort se enteraba no dudaría en reclutarlos en su bando dejándolos sin opción ya que sabía que aceptarían con tal de proteger a sus seres queridos. Recibirían la marca tenebrosa para protegerlos a todos sin importar si condenaban su vida para siempre.
Estaba desesperado, no sabía que hacer para evitar aquello. Había pensado en una solución, aunque esa decisión marcara su fin la estaba reconsiderando. Artemisa y Adonis podían frenar la guerra, o al menos enfrentar a los mortífagos y salvar a mucha gente inocente.
Desliza el nudo de su corbata sintiendo como esta comienza a asfixiarlo, remoja su rostro con agua para tranquilizarse. Estaba por tener otros de sus ataques.
—¿Lorcan, estás bien?—la voz de Lucius se escucha del otro lado de la puerta del baño, se escuchaba preocupado.
—Estoy bien, ya salgo.
Escucha como Lucius se retira, suspira pesadamente.
Estaba en su último año al igual que Lucius, el cual recibiría la marca en cuanto se graduará. Remoja una vez más su rostro mientras piensa en si recibir la marca o no.
—Es un sacrificio que debes hacer Lorcan, no puedes dudar—se dice así mismo mirando su reflejo.
Sabía todas las repercusiones que traería a su vida el portar la marca tenebrosa, perdería a su familia y su libertad.
—Adonis y Artemisa nos liberaran, debes confiar en ellos Lorcan—trata de darse consuelo.
Suspira tomando la manija de la puerta entre su mano antes de girarla encontrando a Lucius mirándolo con curiosidad.
—Tengo algo que contarte—Lucius se dirige a el invitándolo a sentarse junto a él.
—No estoy de humor para escuchar que vestirás para tu boda Lucius, ni nada relacionada con una boda.
—Créeme que esta te interesará—le entrega la carta que Narcissa recibió de parte de Bellatrix.
Lorcan la toma entre sus manos, al leer la carta su semblante recae.
—Esto no puede ser posible.
—Créeme que lo es, al parecer nuestro pequeño Regulus será tu familiar muy pronto—palmea su brazo sonriente—. Sabía que algún día Regulus y Artemisa terminarían casados, al parecer Walburga desea adelantar ese suceso.
Lorcan sale de la habitación rápidamente en busca de sus primos y de paso del Black menor.
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