Entre dos mundos || Merodeadores

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Primer Acto || Parte cinco 

"Scamanders"

Otro día en Hogwarts, otro día en que varios alumnos murmuraban de los Scamanders. 

Los mellizos comenzaron a actuar más raro de lo que ya eran, según los alumnos de aquel colegio. Se les veía ir de un lado a otro con muchas cosas entre sus manos, desaparecieron por largos periodos de tiempo, salían de clases corriendo, llegaban a unos escasos segundos del toque de queda. 

La curiosidad por saber que planeaban era enorme para muchos, some trataron de averiguar que hacían siguiéndolos, perdiéndolos de vista. Eran realmente buenos escondiéndose.

Remus Lupin era una de aquellas personas interesadas por descubrir que hacían, normalmente no le tomaría pero este no era el caso. A él le disgustaba como se referían a ellos, no le gustaba la discriminación, especialmente por lo que él era. 

Debía admitir que los mellizos le llamaban mucho la atención, sobresalían en todas las materias, estaban al nivel de Lily y de él. A los mellizos no les interesaba sobresalir por sus notas, por ello nadie se daba cuenta de sus grandes habilidades.

El ser criados por un gran magizoologo y una ex-aurora les dio muchas ventajas, tanto Tina como Newt les enseñaron muchos hechizos y pociones que les podrían ser útiles. Especialmente el patriarca Scamander les enseño más que su esposa, sabia perfectamente que sus hijos eran como él, por eso se aseguro de enseñarles todo lo que pudo. Su nivel actual de los niños sería de un alumno de cuarto año, sabían mucho más que todos sus compañeros, pero como se menciona no querían llamar la atención.

Los mellizos eran felices con lo que tenían, se tenían a ellos y a sus criaturas. No necesitaban más.

Debes en cuando los veían comer en la mesa de las serpientes, sorpresivamente todos los amigos de su primo los trataban como sus hermanos menores. Los consentían a decir basta, en especial las hermanas Black.

—¿Dónde pasaran la navidad este año?— les pregunta Andromeda a los mellizos.

—En casa— responden comiendo el pastel de manzana que Lucius les había regalado.

—Le prometimos a Hades que lo pasaríamos con él—les comenta Artemisa—. Regulus lo pasará con nosotros— les dice a las hermanas Black.

—¿La tía Walburga y él tío Orion aceptaron?— pregunta sorprendida Narcissa, disimulando rápidamente.

—Así es— responde Adonis—. Regulus llegara a casa un día antes, pasará con papá y Hades a recogernos a la estación.

—Lastima que no podran conocer nuestra mansión— les dice él heredero de los Zabini—. Mamá estará decepcionada cuando no vayan a casa.

—Nos quedan otras 6 navidades, podemos ir las próximas— le responde Adonis—. Lucius, si la señora Malfoy realiza este delicioso pastel en navidad, puede que vayamos unas cuantas horas— Artemisa asiente efusivamente con la cabeza.

Los niños amaban la repostería de la señora Malfoy.

—¿Lo prometen?

—Palabra de Scamander— responden al unísono levantando una de sus manos, los Slytherins sueltan una pequeña risita, los mellizos eran increíbles.

—Bien, hablare con ella.

—Si van de seguro nos volveremos a ver—le menciona él heredero de los Nott—. Nuestras familias se reunirán en su mansión para celebrar navidad este año. Por favor vayan aun que sea unas horas, todo es tan aburrido ahí, siempre es lo mismo.

—Si ustedes van, las cosas serán más divertidas— se le une a la suplica él heredero de los Parkinson 

—Les conseguiremos lo que quieran—les dice Lucius—. Hablen y se los daremos.

Los hermanos se ven cómplices, necesitaban algunas cosas para su pequeño refugio. No podían arriesgarse y pedírselo a su padre, su madre los mataría.

No les gustaba de aprovecharse de la gente, pero estaban desesperados por conseguir algunas cosas para las crías de escarabajo.

—Trato— aceptan.

—Bien, llevaremos toda clase de postres para ustedes— les dice Andy.

—Gracias, Andy— le dan un beso cada uno en su mejilla—. Nos vemos, debemos ir a descansar—ambos se despiden y se dirigen a su sala común.

Al llegar a su habitación les dieron de comer a algunos animales que tenían en su cuarto, se asearon y se acostaron en su cama.

—Arty, ¿te diste cuenta?—le dice Adonis volteando a ver a su hermana.

—¿De qué?— se gira quedando cara a cara con su mellizo.

—Él chico Lupin, él que es hombre lobo.

—¿Qué con él?

—No dejaba de vernos. 

—¿Crees que quiera ser nuestro amigo? - le pregunta esperanzada.

—No lo se, se junta con él hermano de Regg y con él chico Potter— toma la mano de su hermana—. Ellos fueron quienes esparcieron nuestros rumores.

—No creo que sea una mala persona, se ve tranquilo.

—Lo se, regresando de vacaciones tratemos de acercarnos a él— propone Adonis besando la frente de su hermana. 

—Buenas noches, Adoy.

—Buenas noches, Arty.