Primer Acto || Parte siete.
"Trio de oro"
Cuando Tina Scamander fue a visitar a su amiga Molly Weasley, Newt aprovecho la oportunidad para hablar con sus hijos.
Los llevo hasta su oficina, dejando a Hades y Regulus jugando.
—Cuénteme — les pide a su hijos.
—Tenemos nuestro propio refugio —le respondió emocionado Adonis.
—Él maestro Kettleburn nos lo regalo — termina de decir Artemisa.
—¿Dónde se encuentra? - les pregunta haciéndose el desentendido, él sabia a la perfección de que lugar hablaban.
—Se encuentra en la parte trasera de Hogwarts, detrás de los invernaderos— le responde Adonis.
—Lo restructuramos y lo decoramos a nuestro gusto —le hace saber su hija emocionada—. Los hechizos que mamá y tú nos enseñaron fueron de mucha ayuda— su mellizo asiente de acuerdo.
—Me alegra que les gustará el lugar, sabia que algún día sería de ustedes.
—¿A qué te refieres? - le preguntan los mellizos.
—Construí ese lugar unos meses antes de ser expulsado, un día volví y le entregue las llaves de aquel lugar a su maestro. Me prometió que se los daría a ustedes en su primer año.
—Gracias papá— lo abrazan.
—Queremos pedirte ayuda con algo — le pide Artemisa.
—Díganme.
Los mellizos se quitan las mochilas que llevaban con ellos desde que llegaron, a ese punto se daba una idea de porque no las soltaban. Las colocaron en el escritorio de su padre.
—No teníamos con quien dejarlos, él profesor no estaría en Hogwarts iría por unas criaturas para el regreso a clases. No podíamos dejarlos en la escuela — le comienza a decir Adonis.
—Así que tratamos de imitar tu maleta, usamos estas mochilas para crear nuestro refugio— continua Artemisa.
—Yo tengo a los animales de nuestro cuarto y Artemisa los de nuestro refugio.
—Hicimos nuestro mejor esfuerzo para crearlo— le dicen al unísono.
—Veamos sus mochilas— les pide su padre.
Agarra la mochila de Artemisa y se mete en ella, unos minutos después sale de la mochila y repite la acción con la de Adonis.
—Increíble, para ser unos niños lo hicieron excelente— las palabras de Dumbledore respecto a sus hijos vinieron a su mente—. Estoy orgulloso de ustedes niños.
Abraza a los mellizos, tenía unos hijos maravillosos.
—Síganme— les pide.
Los lleva a su refugio, entran en la pequeña choza que tiene el lugar, comienza a buscar algo entre sus cosas. Cuando lo limpia y lo esconde se encuentra detrás de su espalda.
—Tenía planeado dárselo en su cumpleaños, no hace daño adelantarlo unos meses— les extendió su viejo maletín—. Ahora es suyo, úsenlo como es debido.
Se les cristalizaron los ojos, era el mejor regalo que les han dado en su vida. Se lanzaron a los brazos de su padre y lloraron de felicidad.
—Serán unos grandes magizoologos, estoy muy orgulloso de lo que son. Jamás lo olviden— limpia el rostro de sus hijos—. Dejare que hospeden a sus criaturas en su nuevo hogar, tiene dos horas antes de que su madre regrese. Pueden tomar todo lo que necesiten, iré con Regulus y Hades.
En dos horas lograron acomodar a todas sus criaturas, no tenían muchas como su padre, pero por algo se comenzaba.
Repararon la pequeña choza que conectaba la entrada al maletín, la decoraron a su gusto, llenaron los estantes. Estaban felices, era el mejor regalo.
—Esa es la osa mayor — mencionó Regulus.
Los mellizos y él estaban acostados en el patio de la casa de los Scamanders, estaban contemplando las estrellas que aquella cálida noche les permitía ver.
—Me gusta estar aquí— les hace saber—. Aquí todo es diferente, puedo descansar de los estatus de sangre y su poder, puedo descansar de los gritos de mamá. Me siento libre y en paz con ustedes.
Los mellizos toman sus manos, él menor estaba en medio de ambos.
—Nunca estarás solo Reggy — le dice Artemisa.
—Siempre estaremos para ti, eres nuestra tercera parte — le dice divertido Adonis.
—Te queremos Reggy — le dicen los mellizos antes de envolverlo en un cálido abrazo, él menor se soltó a llorar.
Podía ser él mismo con los mellizos, envidiaba su relación. Él jamás tuvo una así con Sirius.
Un día llegaron ellos y lo metieron a su relación, como si nada.
Ellos siempre fueron dos, Regulus no creyó encajar con ellos, fue todo lo contrario. Lo aceptaron como parte del dúo, being un trio.
Lo cuidan y lo querían como lo hacían con Hades, lo aceptaron en la familia como un hijo más. Regulus disfrutaba pasar tiempo con ambos, amaba su torpeza, su curiosidad, la actitud extrovertida de Adonis, la actitud introvertida de Artemisa. Los quería como si fueran sus hermanos mayores.
—Somos el trio de oro— menciona a Adonis.
—Hasta el fin de los tiempos— le responden los otros dos.
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Entre dos mundos || Merodeadores
Fiksi PenggemarUna chica. Dos pretendientes. ¿Quién será el ganador de permanecer a lado de la chica Scamander? ¿Amor? ¿Odio? ¿Celos? ¿Enemigos? ¿Problemas? Época merodeadora. Todos los personajes le pertenecen a JK Rowling a excepción de Artemisa y otros personaj...