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Primer Acto || Parte de Quince

"Tratos"


Los mellizos han sido citados por Dumbledore a su oficina, ambos estaban nerviosos, por sus cabezas trataban de recordar todo lo malo que han hecho, pero nada llegaba a sus mentes.

—Pasen niños, tenemos mucho de que hablar — ambos lo siguieron temiendo por lo que podría pasar, Albus se percato de aquello—. No están aquí por metrose en problemas, están aquí porque debemos comenzar con su entrenamiento — los niños se relajaron—. Díganme, ¿cómo les va con la legeremancia?

—Hemos logrado controlarla, aun que a veces es complicado —respondió Adonis.

—Entiendo, hay algo que los dos deben saber muy bien — Albus los dirige a la parte alta de su oficina—. Su poder es tan grande que por ello fue dividido entre los dos, juntos son poderosos pero son peligrosos —los niños lo vieron también preocupados—. Un gran poder conlleva grandes consecuencias, yo los guiare pero por su parte también deben investigar más de ustedes — les acerca de un plato con dulces—. ¿Gustan? —Los niños aceptan—. Son dulces de limón mis favoritos, al igual lo fueron del Barón sanguinario — les guiño un ojo a los niños, estos lo vieron confundidos—. Deberían ir a clases, los veré el sábado después del desayuno. Entrenaremos los fines de semana.

Los mellizos estaban en su habitación, específicamente dentro de su maleta

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Los mellizos estaban en su habitación, específicamente dentro de su maleta.

—Arty—Adonis llama la atención de su hermana—. ¿Crees que Dumbledore nos sugirió hablar con él fantasma de Slytherin? Papá nos había dicho que Dumbledore da las respuestas en sus pláticas o anécdotas.

—Creo que así fue, el problema es que él Barón es reservado—la niña hace una mueca.

—Podemos pedirle ayuda a Lorcan, él dijo que tenían una buena relación.

—Recuerda que no podemos decirle a nadie, Lorcan sospechará.

Ambos se quedan pensando por unos segundos, hasta que el nombre de cierto pelinegro se les vino a la mente.

—Regulus—dicen al unísono.

—Él no hará preguntas, además de que es alguien de confianza—comenta Artemisa.

—Hablaremos con él mañana, hoy tenemos que ir a hablar con Myrtle y con suerte convencer a Pebbles que nos ayude.

Después de cenar los mellizos se dirigieron a los baños de chicas del segundo piso, entraron con sumo cuidado al lugar, no querían alterar a la fantasma

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Después de cenar los mellizos se dirigieron a los baños de chicas del segundo piso, entraron con sumo cuidado al lugar, no querían alterar a la fantasma.

 —¿Myrtle, estas aquí?—pregunta con algo de miedo Adonis.

—¡¿Quién anda ahí?!—exclama la fantasma molesta—. Si vienen a molestarme será mejor que se vayan, todos molestan a Myrtle—comienza a llorar.

—Nosotros no queremos molestarte, queremos ser tus amigos—trata de tranquilizarla Artemisa.

—¿Por qué serían mis amigos? Nadie quiere a Myrtle, lo único que vienen a hacer aquí es molestarme.

—Nosotros no somos así, te ofrecemos un trato—comienza a hablar Adonis.

—Nos gustaría que nos dejarás venir aquí de ves en cuando, necesitamos un lugar donde despejarnos—termina de decirle Artemisa.

—No tenemos muchos amigos, nos vendría bien una amiga—Adonis le sonríe sinceramente, ya habían escuchado rumores de Myrtle, deseaban conocerla.

—¿Qué dices, amigos?—le preguntan los mellizos.

—Bien—acepta la ravenclaw, los mellizos sonríen.

Llegada la noche, todos los alumnos se encontraban en sus respectivas salas preparándose para dormir, a excepción de los prefectos y en este caso los mellizos Scamander

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Llegada la noche, todos los alumnos se encontraban en sus respectivas salas preparándose para dormir, a excepción de los prefectos y en este caso los mellizos Scamander.

Aguardaron unos minutos después del toque de queda para salir a escondidas de su sala común, irían a buscar al poltergeist del castillo.

—¿Lista?—le pregunta Adonis a su hermana.

—Lista.

Comenzaron a merodear por los pasillos, conocían uno que otro atajo dentro del castillo, la legeremancia les sirvió para obtener información de las rondas que Filch realizaba por las noches, además de saber el sitio favorito de Pebbles.

Caminaban siendo iluminados por la varita de Artemisa, llegaron a la torre este.

—Pebbles—lo llamaban entre susurros los mellizos.

Después de unos cuantos llamados él ser apareció.

—¡Niños fuera de la cama! ¡Niños fuera de la cama!—gritaba con toda maldad Pebbles quería que los descubrieran.

—Guarda silencio—le pide Adonis, este fue ignorado.

—¡Lunáticos! ¡Lunáticos! ¡Los mellizos Lunáticos nos dejaran petrificados! ¡Lunáticos! ¡Lunáticos! ¡Los mellizos lunáticos nos enloquecerán!—cantaba Pebbles.

Los mellizos escucharon a los lejos los pensamientos de uno de los maestros, Adonis saco una bolsa de colores brillantes llamando la atención de Pebbles, callándolo de inmediato.

—¿Qué tiene en la bolsa?—pregunta curioso.

—Ven con nosotros y te lo diremos, pero guarda silencio.

—Hecho.

Los mellizos corrieron a un aula a esconderse, usaron un encantamiento para cerrarla.

—Antes de decirte que hay en la bolsa queremos proponerte un trato—le dice Adonis.

—Yo no hago tratos con mocosos—les responde groseramente Pebbles.

—Esto te interesará—le dice Artemisa.

—Necesitamos que nos digas una forma de salir del castillo sin ser vistos, debe de estar disponible para cuando la queramos.

—Los delatare.

—Te daremos artículos de broma y algunas pociones que inventamos para que hagas tus bromas, los gemelos Prewett nos comentaron todos tus puntos débiles—Adonis le sonríe con una sonrisa malvada pero inocente, Pebbles tembló nervioso pero no lo demostró.

—No queremos asustarte, solo queremos avisarte—ahora era el turno de Artemisa de tener la misma sonrisa malvada pero inocente en su rostro.

A Pebbles no le quedo de otra que accept, se estaba ganado a dos enemigos que bien podría ser sus aliados de igual modo.

—¿Entonces, tenemos un trato? —Los Scamander le extienden aquella bolsa con una sonrisa inocente.

—Trato.




Entre dos mundos || MerodeadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora