Capítulo 5

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Ian

Guiamos a Dedrick hasta mi antigua habitación y lo dejamos sobre la cama. Le indico a Melissa dónde está el baño y saca el botiquín más unas tijeras con la que corta la tela del pantalón del viejo. Ella se encarga de curarle la herida y es un milagro que los puntos no estén abiertos

Me quedo sentado en la orilla respirando hondo cuando siento que el golpe que me di me corta el aire. Camino al baño cerrando la puerta y me desabotono la camisa observando cómo la piel de mi costado izquierdo se torna morada. 

Apoyo las manos contra el lavabo mirándome frente al espejo. La cara la tengo sucia y el cabello revuelto. Está mañana me tomé el medicamento para las hemorragias, así que eso es un problema menos. 

—Eso no se ve bien. —la voz de Melissa me llega

La veo por el espejo y sacudo la cabeza. 

—Estoy bien. —le resto importancia tratando de ponerme la camisa. 

—No, no lo estás. —detiene mis manos. —Déjame ponerte un poco de ungüento, seguirá doliendo, pero bajará la inflamación. 

La dejo quitándome la camisa por completo. Observo detenidamente el movimiento de sus manos, pone un poco de crema sobre sus dedos y comienza a untar en el costado donde tengo el golpe. Trata de ser delicada, pero cualquier puto toque me arde la piel. 

—Lo entiendo. —murmura. —Entiendo que tienes que defenderte y quiero que lo hagas, no quiero que te pase nada, pero… solo déjame a mi encargarme de mi hermano. 

Levanta la mirada dejándome entrar en el iris color miel que se carga. 

—¿Si? 

—Tu hermano en algún momento seguirá órdenes mayores, Melissa y una de ellas será capturarme o matarme. —le suelto. —Debes asimilarlo desde ya, entre más rápido lo hagas, mejor. 

Niega. 

—Yo jamás permitiré que eso pase, yo…

—Tú no estarás de este lado, cariño. —la tomo de las mejillas. —Tu estarás del lado donde haya menos riesgo y ese es al lado de tu hermano, eres una Teniente del IIP, has luchado por eso y no me apetece que lo dejes de la noche a la mañana por mi, no es justo.

Se queda callada terminando de poner la crema, se lava las manos y se encamina a la puerta, dónde antes de salir me mira por encima de su hombro. 

—No tomes decisiones por mí, Ian. 

Me quedo un momento en el baño, me echo agua en la cara y cuando salgo ella está apoyada en la pared mirando por la ventana. 

—Hay ropa en mi armario, toma la que quieras, iré por algo de comer para ti y para el viejo. 

—No tengo hambre. —dice sin voltear. 

—Claro que sí, puedo escuchar tu tripa hasta acá. 

Dedrick suelta una risa y ella lo fulmina con la mirada logrando que guarde silencio. Salgo de la alcoba al mismo tiempo que Ikari se asoma de la suya. 

—Hola. —la saludo. 

—¿Por qué estás aquí? —indaga mirando mi puerta. —¿Quienes están contigo? 

Me encojo de hombros. 

—Unos amigos que tienen hambre, ¿Me ayudas a preparar unos sandwiches? 

Duda un momento, pero termina por venir a mi lado dejando que le pase un brazo por detrás de los hombros y bajando conmigo las escaleras hasta ir a la cocina. Ella se encarga de sacar las cosas del refrigerador y yo de poner las piezas de pan sobre la encimera de mármol. 

OSCURA TENTACIÓN 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora