OSCURA TENTACIÓN 3

Capítulo 10

Ian

Dos semanas después.

"La abogada Hope Morgan, hija del reconocido petrolero Theo Morgan, ganó el caso contra el estado de Illinois y consiguió que a su cliente se le otorgará la suma de 230,000 mil dólares anuales por incapacidad "

Luego de que Dominic me recordara que la cita con la abogada sería está noche, Googlear su nombre no fue muy difícil ni tampoco encontrar información sobre ella. Sus fotos parecen sacadas de una revista de modelo, porque las pocas que he visto solo recalcan que es una mujer muy hermosa

Si es verdad y es buena en lo que hace, me ayudará y si no es así, la dejaré de lado porque no estoy para perder el tiempo. Llevo dos semanas encerrado en estás cuatro paredes, he visto solamente dos veces a mis hermanos y a Nathalie, fui a casa para comprobar que la abuela estuviera bien y mi padre vino hace tres días solo a asegurarse de que no tuviera ningún rasguño encima.

Aurora regresó a Rusia al lado de el Boss. Jordan envió más seguridad para cuidar los alrededores de la ciudad y ahora sé que cada que de un paso, estaré vigilado.

O cuidado. Cómo dice Nathalie.

Me doy un baño y salgo con una toalla en la cintura encontrando la bolsa del traje sobre la cama. La abro sacando prenda por prenda y comienzo colocando la camisa, todo el traje es en color negro. Me pongo un boxer, después el pantalón de vestir y por último me cuelgo la corbata saliendo de la habitación con el saco en una mano.

—Necesito ayuda con esta porquería. —señalo la corbata.

—Espera, yo te ayudo.

Abel se acerca para hacerme el nudo y aunque repite los pasos como siempre lo ha hecho desde que soy pequeño, jamás se me quedan.

—Quiero un anillo de seguridad alrededor del comando en Alemania, necesito ojos en Melissa 24/7. —me quito la corbata. —Algo no me gusta y tengo un mal presentimiento.

Asiente.

—Esto me huele a más bien una cita que una reunión formal. —murmura el viejo. —Pero bueno…

Lo fulmino con la mirada.

—Sígueme de cerca, no quiero sorpresas. —le pido a mi cuidador. —¿Tienes el auto que pedí?

—Si, pero aún sigo pensando que es una mala idea que vayas solo.

—No voy solo. —le digo.

Abro el gabinete donde están las armas y tomo la que siempre he usado, la Glock 17 Gen 5. En la empuñadura tiene grabadas las alas de un Halcón y lleva la letra M a un lado. Es igual a la de mi padre, fue él quien me enseñó a disparar.

La escondo a mi espalda y queda cubierta por el saco. Agarro las llaves que Abel me pasa y salgo del departamento mirando la hora en el teléfono, tengo treinta minutos para llegar a la dirección que Dominic me envió.

En el estacionamiento subterráneo ya está el auto que pedí. No me sorprende que estuviera en el almacén de mi padre, los autos que salen él ya los tiene comprados y este no fue la excepción. El Lexus lc 500 en color negro huele a nuevo cuando me deslizo por el asiento del piloto.