Ian
Abel se despide de su esposa a la mañana siguiente y yo espero afuera con Harriet, quien tiene un par de Legos en sus manos
—¿Cuidarás a mi papi? —pregunta.
—Si.
—¿Mucho o poco?
—Lo suficiente.
Me giro a ver su ceño fruncido.
—¿Eso cuánto es?
Sonrío.
—Da igual, lo importante es que lo voy a cuidar.
Asiente feliz y me pongo de pie cuando escucho la puerta abrirse. Abel sale con su mujer, quien ahora lleva un pijama a juego con el de su hija y me tiende un termo con lo que supongo es café.
—Para la resaca.
—Gracias.
Volteo a ver a su hija.
—Cariño ven aquí y despídete de papi.
La niña salta a los brazos de su padre llenándolo de besos y pasa también un brazo por detrás del cuello de su madre, uniendo sus frentes.
—Diosito, papi sale de casa contigo y regresa contigo, Amén. —susurra ella. Entonces se gira a verme. —Ian, di Amén o no sé cumplirá lo que digo.
Abel reprime una sonrisa.
—Amén.
Camino a la camioneta esperando el tiempo necesario hasta que mi guardaespaldas se adentra en el asiento del piloto y enciende el motor alejándonos de su hogar. Se nota que no está para nada contento y entiendo perfectamente por qué.
—Dedrick nos está esperando con Dante, ya puse la dirección en el GPS.
Asiente y en todo el camino solo hay silencio. Me termino el café que me dió Mariela. El teléfono me vibra con un mensaje de Nathalie, tomándome el tiempo para responder.
Cariño, estoy preocupada, ¿Estás bien?
Estoy bien, no te preocupes, ¿Mis hermanas?
A los pocos minutos me llega su respuesta.
Ellas están bien, tu padre también está preocupado, ¿Dónde estás?
Estoy en un lugar seguro, te llamo luego.
Te quiero.Nunca espero menos de ella, siempre ha estado y estará al pendiente de mi. Tal vez Nathalie no me dió la vida, pero es una de las personas por la cual yo daría la mía sin pensarlo.
Cómo lo dijo Abel, me he sabido ganar el respeto y la reputación que tengo y eso me servirá en un futuro. Darme por vencido solo condena a las personas que están a mi alrededor, personas que están dispuestas apoyarme hasta el final y no puedo decepcionarlos.
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OSCURA TENTACIÓN 3
ActionIan Meyer aprendió desde pequeño a no confiar tan fácilmente en las personas. Criado por su padre, Hunter Meyer, un líder, un hombre que le enseñó lo malo, las dos caras de la moneda, preparándolo para que cuando tuviera que enfrentarse a su futuro...