Cambiaré un poco de tema para que no te aburras. Porque en fin. Sé que a lo mejor tú estas tan harta de tus amigos que a veces se pasan contigo o no hacen lo correcto. Y sí. Todos cometemos errores, pero a veces quieres que no se equivoquen tanto y que se den cuenta de que existes y también eres una persona como ellos. Quieres que tan solo dejen de utilizarte. Sé como te sientes.
Pero no quiero que te hundas como yo. O al menos en esa parte de la vida. Porque. Diablos! SI no tienes que llorar por amor no llores por "amigos" que no valen la pena.
Te hablaré de...
Faltaban tan solo 21 días para mi cumpleaños. Me llegó un mensaje de mi padre. "Ya te envié el dinero. Ve a buscarlo". Ni un jodido HOLA. Solo eso. ¿Cómo es posible que un ser humano podría ser así con su propia hija? ¿Alguien podría ser tan inhumano como él? ¿Por qué era tan frío? Ni siquiera le importaba o tal vez solo tenía un alto grado de orgullo y quería reservarlo para él.
¡Mierda! ¡Iba a cumplir mis putos quince años! Ni siquiera lo mencionaba. Pero mírame. No tendría que importarme tanto mi propio padre. Después de todo solo me dio la vida (Puta Ironía)
En ese instante de total estupidez desee con todas mis fuerzas que se olvidara de mi cumpleaños y así tendría una excusa para no verlo. No quería hacerlo. Porque sabía que rompería en un odioso llanto ni bien lo viera. Fuera o no la situación, no quería que se diera cuenta de que aún lo sentía como padre.
Odiaba tener que convertirme en una persona fría igual que él. Pero no tenía otra salida. Lo odiaba. Lo odiaba a él. Un odio irreparable dentro de mí llenaba cada rincón.
Pero Claro. Luego estaba ese estado e culpa que no se apartaba de mi. Horas pensando el mismo problema una y otra vez. Pensando que habría hecho mal para que fuera así.
Es eso. Creo que comprendes de qué hablo. Digo. Bueno. A lo mejor no. No estoy segura. Pero intenta imaginártelo por segundos.
Emma.
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Querido Diario.
Teen FictionElla era una chica triste, interiormente solitaria, y... quería ser una chica diferente. Ya saben, romper la cadena de la perfección total, quitar esa pieza que hace falta para que el puzle esté completo. Y esa pieza era ella.