Querido Diario.

Parte 13- Un chico raro.

Bien. Ahora Ethan era declarado por mi, un chico raro. Había desaparecido así sin más de la casa de Catnice, sin ninguna razón. Tal vez se había asustado de mi "raro baile", porque sinceramente, no es muy bueno que digamos, pero... en parte salir huyendo, no es normal.

Aunque... existía esa pequeña posibiliad de que NO quisiera ser normal, de alguna forma, como Cat y yo.

Decidí esperar hasta verlo esa misma mañana en clase de Español. Al parecer nos tocaba juntos a Catnice, Ethan y a mí.

Como siempre, siete menos cinco, Cat apareció en la puerta de casa para irnos de una vez.

-Heyy. ¿Acaso quieres llegar tarde? Hace más o menos cuatro minutos te estoy esperando aquí afuera! - miré el reloj de mi muñeca y lo comprové. Eran las siete menos un minuto.

-Mierda. Lo siento. Cuando tocaste a la puerta corrí a mi habitación a buscar el móvil y me entretuve con un mensaje. Lo siento.

-Si. Dile lo mismo a la profesora de Español cuando lleguemos a clases...

-Dije que lo siento- le dije con algo de enfado por la insistencia.

-Pues entonces mueve el trasero de tu casa. Quiero irme.- Le hice caso para no seguir discutiendo acerca del asunto. Por lo que tomé mi mochila y partimos hacia el Instituto.

Ya no nos quedaban minutos para llegar tarde. LLEGABAMOS TARDE, Y MÁS DE VARIOS MINUTOS. Entré a clase sin mirar a la profesora ni a ningún estudiante en caso de que me dijera algo al respecto, pero fue en vano...

-Señoritass- dijo pronunciando mucho la "S" como si fuera una serpiente. Me di la vuelta lentamente, como si aquello se tratara de un robo y el oficial no pudiera verme la cara, porque si me reconocía iría a la cárcel.- Llegan once minutos tarde. Es la primer clase, no quiero saber de las que quedan del año... A sus lugares, y rápido. Distraen a sus compañeros...- hice caso a lo que me decía, y tome asiento junto a Ethan, quién me miraba con una media sonrisa. Bien. Aún no le diría nada de lo de el día anterior. La profesora me tomaría bronca si me pillaba hablando constantemente. Y llegar tarde y hablar durante la clase, no eran una muy buena convinación.

****

Cat salió de aquella clase igual que yo. Muy frustrada. Habíamos entrado con el pie izquierdo, y todo era mi culpa. Pero si tan solo supiera de quién era el mensaje que había recibido...

-¿Cuántas veces te tengo que decir que lo siento? Solo me tarde CUATRO minutos, Cat.

-Tendrás que decirme LO SIENTO cuantas veces sean necesarias para que te perdone. He llegado tarde a mi primer clase de Español por tu jodida culpa, Emma. No existes solo tú en el mundo. Hay gente a tu alrededor.

-Lo sé! He dicho que lo siento. ¿Vamos a comer algo a la cafeteria? No he desayunado nada.- Ethan me miró mal.

-¿No has desayunado? ¿Eres tonta o qué? ¿Sabías que el desayuno es la comida más importante del día? Con eso tu cuerpo aguanta todo el día. No puedes NO desayunar, Emma. ¿Acaso te odias?- lo miré muy extrañada.

-Claro que noo. No he desayunado por el simple hecho de que no me ha dado la gana. No tenía hambre ¿De acuerdo?

-Pero siempre tienes que desayunar. SIEMPRE. Sin exepción.

-Okey Okey. Qué pesado... no hubiera hablado.

-¿Pueden parar de discutir? HAY UNA FILA MUY LARGA HASTA LA COMIDA. Esto será largo. Y yo también tengo hambre. Y tú, señorito. Ya deja a la chica en paz, porque tú y yo tenemos que hablar- Ethan puso cara de estar acorralado, y simplemente asintió.

-¿Qué ocurre?

-¿Por qué rayos te fuiste así de mi casa? Parecía que te había picado algoo. No me gustó para nada- Ethan me miró avergonzado.

-Es que... yo...- Catnice levantó una ceja.- Me puso algo nervioso bailar con Emma. Nada más.

-¿Seguro que nada más?- esta vez pregunté yo.

-Lo juro.- levanto ambas manos.

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