Parte 39- ¡Un Respiro por favor!

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Mire a mi rededor y me sentí extraña. Ajena a toda aquella situación.
Tome mi celular y salí de casa asi como estaba. Necesitaba aire urgente.
Llegue al parque qué estaba a tres cuadras de mi casa y me senté en un banco. Suspiré y comencé a llorar. No sabia el por qué, solo lo hacía.
Alguien me toco el hombro.
-Hola Princesa ¿Que ocurre? ¿Estas bien?- dijo cuando se dio cuenta de que estaba llorando.- Cat me ha dicho que hoy estabas cortante con ella, y... me pareció algo extraño. Es tu mejor amiga después de todo. Me dijo que se lo dijiste sin motivo alguno ¿Te pasa algo?
-Ethan. Hola. Ems... es que ayer pasó algo, pero se los quiero contar a ambos al mismo tiempo mañana en el instituto. Pero si. Estoy bien-me miro confundido.
-Ajamm... No lo estas cariño. Vamos a casa. Te preparare mi comida especial para momentos especiales. - dijo con voz cantarína.
-No quiero tu comida especial Ethan. Solo vine a tomar aire un par de minutos y luego debo regresar a casa. Mama me necesita.
-En ese caso... déjame acompañarte. Supongo que no te vendría mal una visita.- Suspire ¿Por que a todos les costaba entender que quería estar sola?
-Ethan! Eth... Cariño. ¿Me dejas respirar? ¿No entienes? Quiero estar sola. Por favor. Pareciera como si el mundo se haya puesto de acuerdo para no dejarme ni un minuto ¿Eh? Que rayos les pasa a todos? El hecho de que este mal no quiere decir que quiera estar con gente a Mi alrededor todo el maldito tiempo.
-Bueno. Lo siento. No crei que te lo tomaras tan a pecho. Cat y yo solo estamos preocupados por ti. Es eso. Pero lo siento ¿Quieres tu espacio? De acuerdo. Tendrás tu espacio. - Mi mirada estaba clavada en el infinito. Y cuando me vio simplemente me observo y se levanto de mi lado. - Adiós. - Y dejándome. Un suave beso en la frente se alejo.
Mierda. Lo estaba arruinando todo con mis cursilerias infantiles.
Debía cambiar. Estaba siendo dura con todos ellos y no se lo merecían ¿Que diablos me pasaba?

****
Camine a casa molesta.
Cuando llegue mama ya había llegado también de hacer la compra, y me sonrío. Yo hice lo mismo.
-Amor. Hoy saldré un par de horas a una fiesta ¿Si? No te importa quedarte sola ¿Cierto?
Wow genial. Al fin algo bueno. Pensé.
-Claro que no. Puedes irte cuando quieras. Además, no será la primera vez que me quedo una noche sola...
-Ay Emma. No lo digas asi, parece como si fuera mala madre. Bueno. Me voy a bañar. Ya falta poco para que Daisy me venga a buscar. Te quiero cariño. Gracias. - La verdad no entendí el por qué del gracias por lo que no respondí. Tan solo me quede allí. Inmóvil.

Emma

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