Querido Diario.

Parte 18- Quiero ser tú. Alcohol...

Resiste. Solo quería que fueras tú.

Entonces mi abuela se fue a dormir de una vez por todas...

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Mamá se había ido de viaje por dos días para dar una charla sobre cosas aburridas y difíciles de entender. Así que mi abuela se había quedado con nostoros para hacer de "canguro" (o "niñera" para otros).

Bien. El punto es- y retomando lo del principio- que al fin se fue a dormir.

Necesitaba de una vez por todas mi espacio.

MIERDA. NO SE POR QUE RAYOS ESCRIBO EN PASADO SI LAS COSAS ME ESTAN PASANDO AHORA -_-

Entiédeme. No soy como un mundo ordinario. Tengo mi locura, vivo en otra dimensión y no tengo tiempo para cosas que no tienen alma. Así de simple. La vida es una sola.

Y... necesito vivirla ahora. Así que corrí a la nevera por un poco de comida. Ya sabes. Odio irme sin comer. Odio dormir con hambre. Muchas veces me obligo a no comer. Pero... ¿A quién quiero engañar? No puedo. Vivo por y para la comida. Soy una maldita gorda que físicamente no engorda.

Así que encontré dos alfajores de chocolate y tomé uno de ellos. Bajé mi mirada hacia la puerta de esta y vi una hermosa y explendorosa caja de vino Blanco. Sip. No miento. Vino <3

Pero no quiero que pienses que me estoy volviendo alcohólica porque no es así. Para nada. En absoluto. Solo que sé que te ha pasado. Tus padres no están o estas sola en casa y tu cerebro comeinza a darte ideas de cuál será tu próxima travesura. Así que sí. Tomé vino blanco. Pero espera. LO más gracioso.

Fue nada más que cuarto vaso, y ya cuando iba por el tercer trago casi lo hecho todo fuera. Me dio mucha repulsión. Ni yo se lo que me pasó. EL hecho es que no logro acostumbrarme al mundo de locos fiesteros y muertos por el alcohol del mundo. Parece un Club interesante (Llamémoslo así)

Bien Emma. SIgues sin adaprte al propio mundo en el que habitas. Matenme.

Emma.