Thiana colgó la llamada y volteo a ver la foto de su madre cuando ella era una bebé, había muerto hace ya 9 años, cuando ella tenía 5 y a penas podía recordar su voz, más que nada por videos que su padre tenía de ella y que le había hecho su mamá para cada cumpleaños hasta que cumpliera 18...
La extrañaba, su padre hacía lo mejor que podía para ser un buen padre y darle todo, intentando muy a su manera de enseñarle valores que él mismo admitía no poseía, pero que sabía que esa hubiera sido la ultima voluntad de aquella mujer y justamente uno de esos valores lo iba a poner en juego por conseguir ayudar a alguien más... ¿eso estaba bien o mal?
Sin pensarlo mucho bajo las escaleras de su mansión y fue directo a la oficina de su padre, donde toco la puerta dos veces.
-Adelante. -Fue la contestación que hizo a Thiana a entrar a la oficina, donde su querido padre estaba viendo la pantalla de su computadora, enfocada en algo con aquellos lentes y ese traje informal color negro con rojo que casi siempre usaba.
-Hola papi. -Dijo la chica mientras se sentaba en una de las sillas de aquella habitación blanca con muchas fotos y cosas raras que le regalaban a su padre, como el acuario con un tiburón y el oso petrificado como en los Simpson.
-Hola princesa, ¿Qué necesitas corazón? -Su padre dejaba todo lo que hacía para ponerle la atención a su hija, demostrándole así su interés en sus cosas.
Thiana agradecía ese gesto, pero al mismo eso la ponía más nerviosa, estaba segura que esta podía ser la primera vez que su padre le decía que no, por lo que debía buscar la forma de persuadirlo, como diera lugar.
- ¿Qué haces? -La castaña necesitaba alargar esa conversación.
-jajaja, ¿Y desde cuándo a mi preciosa hija le importa eso? -Thiana maldijo, se le olvidaba que su padre era el rey de la persuasión, tenía que ir por otro rumbo. -Mi niña, solo pídemelo.
- ¿Por qué nunca me hablas del lugar donde mamá y tú se conocieron?
Eric cambió su expresión de completa tranquilidad a una un poco más seria, pero sin perder su sonrisa de "todo bajo control", sabía que la curiosidad de la chica algún día iba a llegar y, aunque podía pagar millones por una vida falsa que explicará su origen, nunca veía la necesidad de hacerlo.
-Odio ese lugar, tú madre igual lo odiaba. -Dijo sumamente tranquilo el millonario.
- Pero, ¿por qué? -Thiana quería presionar, encontrar un punto de donde irse aun cuando su padre era un hueso difícil de roer.
-Fuimos rechazados por pensar diferente... no, espera, solo yo lo fui, tu madre solo me siguió... estaba loca. -Cartman jugaba con sus manos, mientras sonreía un poco a la nostalgia. -En fin, supe que nadie salió de ahí, bola de inútiles.
Thiana rodó los ojos, ese era su papá, rencoroso a más no poder.
-Quiero ir...
Cartman se le quedó viendo para después echarse a reír como un loco, pensando que su hija estaba bromeando y a parte de puro nervio de él, no esperaba esa respuesta.
- ¿Por qué quisieras ir a un pueblo de menos de mil habitantes super X y no estar aquí, en una maldita mansión con isla privada? -Cartman se paró por un trago, la conversación se estaba volviendo interesante. - ¿Quieres un trago?
-Tengo 14 años papá.
-Prefiero que tomes enfrente de mí que a mis espaldas. -Thiana negó y Cartman solo se encogió de hombros mientras se servía un Wiski en las rocas. -Y bien, ¿por qué quieres ir a un lugar abandonado, pero por el diablo y dios?
Thiana se le quedo viendo a su padre y suspiro, poniendo carita de querer llorar y de verdad lo sentía, no le gustaba mentir o chantajear para conseguir lo que quería, le era muy difícil.
-Quiero sabes más de ustedes, de quienes fueron realmente...
-Lo que encuentres ahí no te va gustar Thiana, te lo aseguró.
-Esa será mi decisión papá, se quien eres, lo que haces... -Thiana enfrentaba a su padre, el cuál seguía bebiendo tranquilamente, sabiendo que las cosas estaban bajo su control desesperando a su hija que no sabía cómo cambiarlo al suyo. -Además, mamá dijo que las personas que nos queremos cegar a nuestro pasado estamos condenados a repetirlo.
-Tu madre sacaba muchas cosas de video motivacionales, no le creas todo lo que decía princesa. -Oh, Thiana vio como Cartman hablaba de Heidi con algo de duda, casi indescriptible, pero por sus clases con su padre sabía bien que esa iba a ser su única entrada.
- ¿Mami era odiada allá? -Su padre no era capaz de mentirle, lo sabía.
Cartman noto ese cambio de voz, pero lo dejó pasar pues estaba viendo lo que su hija estaba viendo, sonriendo de lado y encarándola con una sonrisa llena de amor.
-No, nadie podría odiar a tu mami, ere simplemente hermosa... -La amo, nadie podía negarle eso jamás. -Ni en South Park, ni en Denver ni aquí...
Cartman se acabó su bebida y vio a su hija, que estaba sonriéndole como él, ambos sabían lo que el otro estaba haciendo y, como era su maldita kriptonita aquella niña de cabellos cafés y diadema rojita que estaba enfrente suyo solo le quedo suspirar.
-Thiana, no hay nadie en este mundo que tenga poder sobre mí, absolutamente nadie... excepto tú. -Cartman era frio con sus palabras, pero sonriéndole dulcemente a su hija. -Si este mundo todavía existe es por qué así lo quieres tú y si alguien te hace llorar, sabes perfectamente que me implorará piedad de asesinarlo y nunca se la daré.
Thiana se estremeció con esas palabras, sabía que era lo más importante de su padre y lo peor, es que sabía que ninguna de esas promesas era al aire, todas venían cargadas aseguradas puesto que si bien su padre nunca mentía si manipulaba la realidad de sus palabras.
Pero este no era el caso.
-Y sabes que te respeto y te amo, que nunca te pido nada más allá de mis gustos, pero esta vez no voy a dar mi brazo a torcer. -Eso sorprendió a Cartman, había mucha determinación en su hija y la conocía de Heidi y de alguien más... -Así que hare lo que sea, pero quiero ir a South Park... por favor.
Después de una guerra de miradas que fue eterna Eric se paró y se volvió a servir un trago, pero con una soda para su hija, que se quedó extrañada de ello.
- ¿Papá?
-Eres mi maldita hija princesa, si tu quieres ir a South Park, iremos a South Park... -La chica sonrió agarrando la bebida, emocionada de conocer a Leslie y ayudarla y, de pasó conocer un poco más del pasado de su papá. -Además, es la primera vez que me manipulas, ¡estoy orgulloso de ti! No eres tan santa y aburrida como pensaba tesoro.
Thiana rodó los ojos, mientras negaba con la cabeza y tomaba del refresco de su papá, emocionada por la nueva aventura que iba a pasarle en esos días y que iba a significar mucho para ella y para Leslie.
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Un loco para papá
FanfictionLeslie Broflovsky estaba harta, fastidiada y hasta la madre de su intenso y sobreprotector padre que no le dejaba vivir su vida, intentando tenerla en una maldita burbuja llena de cosas "socialmente correctas" evitando a toda costa que fuera a hacer...