Pasarón alrededor de 20 días desde que Cartman llegó, ¿cómo podía cambiar tanto la vida de las personas en tan poco tiempo? Había que preguntárselo principalmente a la familia Broflovsky pues ahora Leslie se sentía realmente viva.
Había ocasiones que se escapaba en las noches con ayuda de Thiana, su vecina que poco a poco se había ganado el derecho de decir que era como una "hermana" para ella, una rarita que adoraba las cosas nerds, pero su hermana.
Sídney y Bunny también adoraban a Thiana y les fascinaban salir juntas a las 4 pues eso suponía que podían tener aventuras mucho más divertidas ya al ser la castaña una de las voces de la razón entre las chicas y la de los recursos para limpiar sus tonterías.
Aunque, lo más lejos que han hecho era grafitera una pared del parque, la verdad si les gustaba estar ahí, como ese día donde Leslie, que ahora conocía a su crush un poco mejor y era mejor vista para toda la escuela que conociera su historia, disfrutaba oír hablar a Leila.
Leila Stoley adoraba la patineta, le enseñaba en las 4 noches que habían salido a eso, le gustaba comer hot Dogs con mucha mostaza, su color favorito era el amarillo, y tenia una obsesión por las nueces de la india las cuales comía siempre que podía.
La vida de Leslie había mejorado, a comparación de la vida de su padre.
Kyle ya casi no dormía, y cuando lo hacía se desmayaba por no dormir poco los días pasados vigilando a su vecino, buscando información sobre el paradero de Heidi, siguiendo la teoría conspirativa de Wendy y, de alguna forma, no encontrando nada.
Despertó por puro sobresalto, ese había sido uno de esos días donde las cosas no estaban saliendo bien y el cansancio le había ganado, ni siquiera se despidió de su hija a la hora de ir a dormir... ¿se vería mal entrando a darle un beso en la frente?
Hacía lo mejor que podía, de eso estaba seguro pues lo único que quería es que su hija fuera feliz y que estuviera a salvo, su madre, una mujer que pensó que lo amaba los abandono a la primera oportunidad por lo que Kyle al sobreprotegerla quería enseñarle que él nunca lo haría, sin saber que tan correcto era hacer eso o no.
Se disponía a ir al cuarto de su hija, todo ese asunto lo había distanciado de ser un buen padre y, cuando estuvo a punto de girar la perilla de la puerta del cuarto de su hija, un fuerte golpe a la ventana interrumpió su misión pues sonaba a que alguien la había roto.
Bajo corriendo las escaleras solo para ver que efectivamente la ventana de su cocina estaba rota por una bola de golf que por la dirección solo pudo venir de un lugar, la casa de su vecino Eric Cartman.
- ¡Hola Kyle! -El hombre se asomo desde su reja, al parecer llevaba una gorra de golf mientras veía como el pelirrojo lo veía con ojos de furia. - ¿Me pasas mi pelotita?
- ¡Estas jodiéndome! ¿¡Qué haces a las 3 de la mañana jugando golf!? -Kyle salió de su casa para encarar al hombre el cual se veía igual de tranquilo que antes, como odiaba a ese sujeto. - ¡Llamaré a la policía!
-Tranquilo judío, solo quiero la pelotita, te pagaré la ventana. -Eric se acercó al pelirrojo mientras sacaba su billetera, pero Kyle solamente la aventó al piso, aún enojado.
- ¡No se trata de dinero imbécil!, ¿¡Crees que todo resuelve con dinero!?
-La mayoría de las cosas se puede resolver con dinero, una ventana rota se resuelve así, ¿por qué mierda estas tan molesto? -Eric solo reía burlón, de verdad que su hobbie favorito era ver como ese hombre lo mataba con la mirada, adorable. -Por favor Kahl, solo estaba jugando y fue un accidente, no he podido dormir.
-La conciencia no te deja en paz. -No le importaba, solo quería saber más información sobre el hombre, ¿verdad?
-Duermo tranquilo aun sabiendo lo que hago, no es eso... simplemente a veces tengo mucho trabajo y el estrés no me deja tranquilo. -Ambos ojos se miraban, con odio o con burla, nadie podía negar que dentro de esa tensión existía una tranquilidad que no se podía describir.
Y ambos la negaban, uno más fuerte que el otro.
Pasarón unos segundos en ese duelo de miradas que fue Cartman el primero en romper al agachar la mirada y negar con al cabeza sonriendo, de verdad que pasaron los años, pero el maldito judío no cambiaba para nada.
Seguía siendo la misma rata que cuando se fue, aunque un poco más bueno que antes.
- ¿Quieres una cerveza? -Cartman le indico su casa con una media sonrisa. -No sé qué te atormente a ti también, tampoco me importa... pero siempre una cerveza ayuda a dormir.
Kyle pensaba que era una estupidez, además ¿¡Cómo podía tener alcohol en casa si tenía una hija!? Era muy peligroso y tentador para los adolescentes como sus hijas y estaba mal tomar aun cuando la niña debería estar durmiendo como Leslie.
Sin embargo, sin saber porque y echándole la culpa al cansancio, aceptó.
La casa de Eric tenía estilo y no le sorprendió que su patio tuviera una mini alberca puesto que sabía que le hombre era jodidamente rico y podía hacer lo que quisiera con aquel terreno, de hecho, le sorprendía que en el exterior la casa se viera tan sencilla porque adentro si era un completo lujo.
Se sentaron en las sillas de playa viendo la piscina y el cielo obscuro que iluminaba South Park, ambos con una cerveza en la mano y en un extraño pero cómodo silencio.
- ¿Por qué jugabas golf? -Kyle quiso romper la situación al llevar la mitad de su cerveza y viendo al castaño que estaba tomando tranquilo, disfrutando del momento.
-Me gusta, me hace sentir importante. -Para Eric ese era el deporte de los ricos y donde más contactos había hecho, se había tenido que volver bueno y le agarró el gusto. - ¿Y tú por qué seguías vestido como si fueras a salir?
-Me quede dormido, el trabajo me tenía harto. – Mintió no podía decirle la verdad que lo estaba investigando y viendo la forma de contactar a la madre de la niña castaña. -Es duro ser padre soltero.
Cartman asintió con la cabeza, la verdad es que si lo era. Lo vio con su madre que se pasó todos los años de su vida trabajando intentando darle un buen futuro para que no vivera lo mismo que ella, lo vio con Thiana que en ocasiones no sabía que tan bien estaba haciendo su trabajo o si Heidi se sentiría orgullosa de él por como la ha criado.
Y esta seguro que no ha sido por él, su hija es muy perfecta para ser una Cartman, para ser suya.
-Si bueno, si nadie te lo ha dicho Broflovsky debes estar muy orgulloso de ti mismo, lo estas haciendo fenomenal y date créditos. -Cartman le sonrió a Kyle que lo vio con hijos de impacto, como si no creyera las palabras del hombre enfrente de él.
-ja, no lo dices en serio...
Cartman rio ante lo infantil que se veía aquella ratita, por lo que se acomodo mejor en su asiento encarándolo con una mirada tierna y tranquila que removió algo en Kyle, pues se puso rojo de un momento a otro.
-Lo sigo en serio, Thiana dice que Leslie es una chica preciosa, lista y con un buen sentido del humor, que la admira de como enfrenta sus problemas y como busca ser la mejor versión de sí mismo intentando el perfeccionismo, como tú. -No era mentira, su hija le había dicho eso de la pelirroja cosa que se le hizo muy interesante, pues eso él pensaba del pelirrojo.
-No... no sabía eso... -Kyle bajo la guardia, su hija era un problema que no era fácil para él. -Cuando su madre nos abandono yo... bueno tenía miedo de no criarla bien, de no ser el padre que ella merece.
-Yo también. -Cartman lo había susurrado, pero Kyle lo alcanzo a oír y lo volteó a ver con una expresión de clara confusión. -Sabes rata, todos los padres tenemos miedo de no llenar las expectativas del título, pero mientras nos esforcemos por hacer nuestra mejor versión, lo hacemos... Leslie es afortunada de tenerte, lo digo en serio.
El judío no podía creer lo que aquel hombre le decía, el tono tan suave, la voz tan armoniaca que usaba cuando hablaba de un tema serio, de algo que no se estaba burlando y aquella mirada, esa mirada que muchas veces sin querer el había robado el aliento como ahora.
Maldito Cartman que hacía sus emociones un tsunami dentro de su ser.
-Gracias, tú también lo haces bien... Thiana es una excelente niña. -Kyle por eso había dejado que Leslie se juntará con ella porque, a pesar ser hija de Cartman, tenía todo el encanto de Heidi.
Tal vez los Cartman si habían cambiado algo positivo la vida de ambos Broflovsky.
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Un loco para papá
FanfictionLeslie Broflovsky estaba harta, fastidiada y hasta la madre de su intenso y sobreprotector padre que no le dejaba vivir su vida, intentando tenerla en una maldita burbuja llena de cosas "socialmente correctas" evitando a toda costa que fuera a hacer...