Me van a matar con este capítulo pero es necesario
Gran Premio de Mónaco, clasificatoria 2011
-¡Sergio Pérez impacta saliendo de una curva, es bandera amarilla!
Los pilotos de la parrilla del 2011 estaban hablando con sus equipos por medio de las radios cuando el accidente ocurrió. Quienes iban detrás del mexicano inmediatamente preguntaron por el estado del pecoso, pero nadie les contestaba.
-Atención Lewis, bandera amarilla por un accidente- le informaron al británico.
-¿Sabemos quién es?- preguntó, aún concentrado en la carrera pero preocupado por el bienestar del piloto que había chocado.
-Es Pérez y no contesta.
El corazón de Lewis subió hasta su garganta. No, no podía ser Checo, se negaba a creerlo y probablemente se habían confundido de monoplaza y quien se había estrellado era Kobayashi. Imágenes del mexicano comenzaron a inundar su cabeza y recordó la sonrisa que le había dedicado antes de comenzar la clasificación para después irse con su novio.
No podía perder a uno de sus mejores amigos.
-Ya lo sacaron, al parecer está consciente y se lo llevaron al centro médico- le informó su equipo luego de un par de minutos que para Lewis parecieron horas y se sintió un poco más relajado. Quería acabar con la carrera ya y ver a Sergio, necesitaba escuchar sus malas bromas y ver ese característico brillo en sus ojos marrones que le encantaba.
Estacionó su monoplaza en el garage de Mclaren y sin despedirse de nadie, corrió hacia el Centro Médico de Mónaco buscando el número indicado: el 11.
Entró después de tocar la puerta y recibir un leve "pase" del mexicano.
Sergio estaba tirado en la cama con los brazos cruzados y un puchero, una de sus piernas estaba vendada a la altura de la rodilla y tenía un suero en su muñeca derecha. Frente a él, una televisión pasaba (de manera milagrosa) una telenovela que Lewis reconoció como una que involucraba una imagen religiosa que era importante en la cultura mexicana, pero había olvidado el nombre.
-Al menos estás entretenido- intentó bromear el británico. Se sentó al lado de Checo sin pedir permiso, en ese punto de su amistad ya tenían la confianza suficiente para hacer ciertas cosas sin permiso y una de ellas era invadir el espacio personal del otro.
-La Virgen está de mi lado siempre- contestó el pecoso, acurrucándose contra el costado de Lewis.
-Me preocupaste allá afuera, Sergio- dijo de manera seria y mirando de frente a su amigo.
Sergio le sonrió tímidamente y volvió a apachurrarse en el brazo del moreno. No sabía lo que le había pasado, solo que saliendo de la curva perdió el control del monoplaza y se estrelló contra uno de los muros de contención. Según lo que le comentaron, estaba hablando con su equipo y se quejaba de un dolor en la pierna pero no recordaba nada, al menos no hasta que se dio cuenta de que estaba en una camilla médica y el doctor le tocó la pierna.
-Lo siento Lulu, se me volaron las manos como camionero de Ecatepec.
Lewis no entendió el chiste pero aún así decidió reírse. El humor de Checo siempre era un misterio para él, probablemente porque hacía referencias a la cultura mexicana y no la entendía del todo pero aún así le daba gracia que en momentos de estrés, el menor pudiera bromear.
-Lo único que importa aquí es que estás bien- le aseguró el piloto de Mclaren. Su teléfono vibró alumbrando el nombre de Jenson Button pero decidió ignorarlo y dirigió su vista hacia la televisión.
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Lie like you love me
FanfictionMax estaba seguro de que tenía a Sergio comiendo de la palma de su mano. Pero, ¿qué pasaría cuando aparezca frente a él un Checo de 22 años?