Del capítulo Gossip (por favor escuchen la canción de acá arriba les juro que va a ambientar mucho más lo que van a leer)
Checo estaba muy ocupado bailando con sus chicos Ferrari para darse cuenta de que un rincón del bar estaban hablando de él.
No fue hasta que sintió una mano deslizarse por encima de su cintura que supo que alguien más deseaba bailar con él, pero no esperaba encontrarse de nuevo con George Russell. Era cierto que la última vez que había salido de fiesta había disfrutado la compañía del británico y se había quedado con ganas de seguir con él, entonces agradecía que volviera por él.
Se despidió con una sonrisa apenada de los pilotos de Ferrari y concentró toda su atención en George.
-Necesito acabar lo de la última noche, les estoy devolviendo el favor- fue lo primero que dijo el británico cuando volvió a tener sus manos sobre el pequeño cuerpo del pecoso.
-No me digas que lo haces por venganza- soltó Checo con una fingida tristeza- Creí que lo hacías por mí.
George podía presumir que los famosos ojos de cachorro de Sergio se habían dirigido hacia él.
-Cómo crees cariño, si lo que hago solamente es por y para ti- susurró en el oído del menor mientras seguían bailando al son de la música.
Había algo en la mirada de George que le transmitía confianza a Checo. No lograba descifrar bien lo que era, no se comparaba con la de Nico (que era alguien que lo llenaba de esperanza y motivación) o las de Carlos, Charles o Max que parecían ser su lugar seguro.
No, George tenía algo más, algo que no había visto.
Y necesitaba decifrarlo.
-Hasta las estrellas envidian el brillo de esos preciosos ojos- soltó Checo.
-Supongo que eso fue un piropo sobre mis ojos, ¿cierto?- preguntó con curiosidad el británico acercándose al rostro de Sergio.
Y allí, en medio de la pista de baile, se besaron.
Dejaron todo atrás, a los pilotos que se encontraban allí, al ruido de la música a todo volumen y entraron por la primera puerta que estaba por su camino: el baño.
Ambos hombres estaban perdidos en los labios del otro, sin darse cuenta del lugar en donde habían terminado.
-George, espera, estamos en el baño- alcanzó a decir Sergio entrecortado.
-¿Y eso?- preguntó el británico enredando sus dedos entre los rizos del mexicano.
Algo en las palabras de George encendieron un fuego dentro de Checo y perdió el poco pudor que le quedaba en el cuerpo. Fue subiendo la intensidad del beso, paseando sus manos por terreno desconocido, algo que al mayor pareció agradarle porque empezó a hacer lo mismo. Cuando las manos de George se encontraron con el pantalón de Sergio, le pidió permiso con la mirada y el pecoso aceptó.
Lo único que pasaba por la mente de Russell en ese momento es que estaba cumpliendo las órdenes de Toto: vigilar de cerca a Sergio.
Se dio cuenta de que los rumores no hacían honor al cuerpo del mexicano, era mil veces mejor cuando eras el afortunado de estar con él. Siguió pidiendo permiso cada vez que deseaba tocar alguna parte del cuerpo de Checo, siempre asegurándose de que el pecoso estuviera cómodo con las acciones que fuera a realizar.
Aunque Sergio tampoco se quedaba atrás, por cada prenda de ropa que George le quitara, también le quitaba una a él. Así en escasos minutos ambos estaban desnudos, el británico con un poco de vergüenza y pena que las puntas de las orejas se le pusieron rojas.
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Lie like you love me
FanficMax estaba seguro de que tenía a Sergio comiendo de la palma de su mano. Pero, ¿qué pasaría cuando aparezca frente a él un Checo de 22 años?