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Se encontraba en la azotea de uno de los edificios algo altos y con buena vista de Shibuya.
Suspiraba mientras comía un poco de su Yakisoba, y su teléfono al lado.
Había pasado un día desde que Keisuke había sido apuñalado tras lo sucedido del halloween sangriento.

Nadie le había llamado sobre su el azabache había despertado, si estuvo bien todo.
Entendía a Hanagaki en por qué ambos no se comunicaban, por qué; Takemichi le contó que le había dado ansiedad y rompió su celular, antes de que Chifuyu llegara al pasado.

Recibió una llamada, respondió cinco segundos después, viendo el número de la madre de Keisuke.
Se mantuvo en silencio.

Recordando cuándo había recibido llamadas de ella cuando vio que Keisuke no había regresado a casa. Cuándo tuvo que ir antes de que la policía fuera y le informará, siente que sería más duro para aquella mujer. Recordando que tuvo que ir con el uniforme sucio y las botas con sangre al hogar de la madre de Keisuke. Recordando que no quiso entrar a la casa y decidió arrodillarse en la entrada. Recordando que pidió disculpas por no cumplir la promesa qué se habían hecho en proteger a Keisuke. Recordando que lloraron por horas abrazados. Recordando que se mantuvo alejado de todo, hasta pensó en salirse de la Toman.
Recordando que lloro en la habitación del pelinegro.

Recordando qué le había tocado la parte difícil en decirle a la madre de Keisuke que "su hijo había muerto".

Suspiró entrecortadamente inhalando y exhalando para no llorar por aquellos recuerdos, por qué su memoria nunca se borraría.

—¿Chifuyu?..— Musitó la señora Baji.

—¿Hmm? Buenos días señorita Baji.— Murmuró con una sonrisa leve, alegrandose de que su voz no se escuchará apagada, rota ni triste.

—Kei acaba de despertar, siento que mereces saberlo.— Dijo en un tono suave.

La mamá de Keisuke le regaño y le insulto hasta de que se iba a morir, y luego lo abrazo.
Baji se había mantenido callado, respondiendo todo, exepto la pregunta "¿Y dónde está Chifuyu?" Pues, sabía que Keisuke era una persona demasiado importante para el rubio de ojos esmeraldas.
Pero se enojó cuando también le pregunto "Le diré que despertaste, a de estar preocupado." Por qué, Keisuke ya había recibido las visitas de sus amigos pero no de Chifuyu.

Lo único que respondía era un simple "No sé" o un "ajá".
Cómo si Chifuyu fuese el culpable de que viviera.

—Puedes venir Chifuyu, si quieres.— Dijo la señora Baji en un tono levemente alegre y suave.

—Vale.. la veo en unos minutos señorita Baji.— Musitó mientras se alejaba de la orilla y se levantaba, terminando su Yakisoba.

Luego colgó y guardo el celular mientras entraba al elevador hasta llegar al primer piso.
Pidió un taxi y pidió que se dirigieran al hospital en dónde se encontraba su... Amigó.
¿Será que Keisuke había pedido verlo? Que ¿Se disculparía por tratarlo tan mierda a pesar de salvarlo? Pensaba en positivo, ya que la madre de Keisuke no le había contado que había despertado ya hace cinco horas.

Al llegar al hospital pago y se bajó del auto, entrando, luego le dijeron en que habitación se encontraba Keisuke y fue a aquella habitación.
Tocó la puerta, escuchó un "pase" y entro.

...

—Chifuyu, llegaste.— Musitó Ryoko con una sonrisa mientras se levantaba para abrazar al menor. —Te dejare hablar con Keisuke ¿Okey? Yo iré a comprar algo.— Murmuró para luego irse.

Matsuno se encontraba tenso, ya que lo primero que capto al entrar a la habitación fue la mirada seca de Baji hacia el.

—Uhm... Hola..¿Cómo estás?— Murmuró hacia Baji mientras se acercaba para sentarse.

𝐃𝐚𝐦𝐧 𝐜𝐮𝐫𝐬𝐞 |•𝐇𝐚𝐧𝐟𝐮𝐲𝐮•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora